La atracción sexual de los hombres hacia las mujeres tiene algunas consecuencias sorprendentes e involuntarias para ambos sexos.
La atracción sexual de los hombres hacia las mujeres los hace mentir, engañar y robar.
Cuando la atracción sexual de los hombres hacia las mujeres se activa a través de la visualización de fotografías sexy, los hombres son más propensos a mentir, engañar y robar (Chiou et al., 2017). Los investigadores encontraron que los hombres a los que se les mostraban fotografías sexy de mujeres eran más propensos a engañar y mentir, diciendo que habían resuelto más problemas de los que realmente habían resuelto para ganar más dinero en un entorno de laboratorio en el que resolvían problemas para ganar dinero y autoinformaban sus resultados. Los hombres que vieron fotografías sexy de mujeres también eran menos propensos a devolver dinero no ganado después de que un investigador les pidió que verificaran que habían recibido la cantidad correcta. Curiosamente, los hombres a los que se les mostraron fotografías de mujeres menos sexy no mostraron estas mismas tendencias hacia la deshonestidad. Los autores postulan que los hombres pueden mentir, engañar y robar con el fin de adquirir rápidamente recursos que se pueden utilizar para atraer a mujeres deseables.
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Sin embargo, si las mujeres detectaran la deshonestidad de los hombres, esta estrategia probablemente sería contraproducente, ya que la honestidad y la confiabilidad se consideran rasgos esenciales en una pareja romántica para la mayoría de las mujeres.
Los pensamientos sobre su propia mortalidad llevan a los hombres a despreciar a las mujeres sexualmente atractivas
Cuando los hombres piensan en su propia mortalidad, se sienten menos atraídos por las mujeres sexy. Curiosamente, lo mismo no funciona para las mujeres; cuando piensan en su propia mortalidad, no se sienten menos atraídas por los hombres sexy (Landau et al., 2006). Además, cuando se les recuerda a los hombres su mortalidad, esta disminución de la atracción es particular para las mujeres atractivas; los hombres no son menos atraídos por las mujeres que parecen más saludables. Estos autores también encontraron que los hombres a los que se les pidió que pensaran en una experiencia lujuriosa (estos hombres también habían sido preparados para pensar en su propia mortalidad) calificaron la violencia de la pareja íntima hacia las mujeres como más aceptable que los hombres que recuerdan un momento emocionante, pero no lujurioso. Landau y sus colegas creen que debido a que las mujeres sexy les recuerdan a los hombres la corporalidad de su cuerpo, los hombres pueden desechar a las mujeres sexy como reacción a su miedo a morir. Parece que la preocupación de los hombres por su mortalidad puede llevarlos no solo a negar su atracción hacia las mujeres, sino también a menospreciar, acosar y potencialmente incluso ser agresivos hacia las mujeres sexy (Landau et al., 2006).
Los autores sugieren que estos resultados pueden no aplicarse a todos los hombres; aquellos que son altos en autoestima o bajos en neuroticismo podrían lidiar más efectivamente con pensamientos de su propia mortalidad y, por lo tanto, ser menos propensos a desechar a las mujeres atractivas bajo esa condición.
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Los hombres se sienten atraídos sexualmente por las mujeres que pueden explotar fácilmente
Cuando las mujeres muestran atributos que las hacen parecer más vulnerables a la explotación sexual, como la juventud, la inmadurez, la intoxicación o el coqueteo (Goetz et al., 2012), los hombres (ya sea conscientemente o no) las encuentran más atractivas y están más motivados para perseguirlas. La posibilidad de explotar sexualmente a las mujeres atrae a los hombres. Los autores de este estudio explican que estos rasgos aumentan el riesgo de las mujeres de ser seducidas, vivir presión y agresión sexual por parte de los hombres. (Las mujeres que son percibidas como inteligentes y tímidas son calificadas tanto como menos explotables como menos atractivas para las relaciones a corto plazo, pero más atractivas para las relaciones a largo plazo). Es importante destacar que para esta investigación, no se les preguntó a los hombres si intentaríanaprovecharse de las mujeres que eran percibidas como explotables sexualmente. Más bien, se les preguntó si percibían que ciertas mujeres podían ser vulnerables a la seducción, la presión para tener relaciones sexuales y la agresión por parte de los hombres en general. Los autores creen que la atracción de los hombres hacia las mujeres que parecen más fácilmente explotables puede provenir de los beneficios evolutivos para los hombres de las oportunidades de apareamiento a corto plazo.
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