Después de la insurrección del 6 de enero, el Inaugural Day de Joe Biden no puede ser considerada un “evento normal”. Existen razones lógicas para esperar un nuevo ataque y el FBI y otras agencias de seguridad de Estados Unidos están preparándose para el peor escenario.
Los funcionarios de defensa mostraron su preocupación por un posible ataque interno, esto los llevó al FBI con la finalidad de examinar unas 25.000 tropas de la Guardia Nacional que ingresarán a Washington este martes, 20 de enero, según reseña The Guardian.
Ryan McCarthy, secretario del ejército, aseguró que los funcionarios están conscientes de la amenaza potencial y advirtió a los comandantes para que estén preparados desde sus filas.
“Continuamente estamos pasando por el proceso y examinamos en segundo y tercer lugar a cada uno de los individuos asignados a esta operación”, afirmó McCarthy.
Los seguidores de Donald Trump demostraron su fuerza tras el ataque al Capitolio. La multitud estaba compuesta (en su mayoría) por supremacistas blancos y seguidores de la teoría conspirativa conocida como QAnon.
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El crecimiento de los supremacistas es evidente, de hecho, en el 2009, Daryl Johnson, ex analista del Departamento de Seguridad Nacional, escribió un informe de inteligencia que habla de la amenaza de los extremistas de derecha tras la elección de Barack Obama.
“No hay una fórmula mágica que solucione este problema”, expresó Johnson a Vanity Fair.
Joe Biden se enfrentará a un día difícil, puesto que proteger Washington es una tarea que requiere de gran esfuerzo.
Un exfuncionario de alto rango del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS, según sus siglas en inglés), confesó a Abigail Tracy que “involucra una variedad de autoridades interjurisdiccionales, múltiples componentes, agencias, departamentos, interactuando entre sí, sin mencionar que algunos de ellos son federales y algunos de ellos son estatales”.
Agregó que la última situación puede generar “un problema por la falta de comunicación”.
¿Y cuándo Trump se vaya?
Donald Trump está de salida, pero eso no significa que los supremacistas blancos se vayan con él. Aunque la presencia de estos grupos aumentó en su administración, han estado presentes desde la Guerra Civil de Estados Unidos en 1861.
Entre los grupos más populares en este momento están los Proud Boys y Boogaloo Boys. Este último tiene la fantasía de provocar una “Guerra Civil” en el país. Suelen vestirse con camisas hawaianas y no dan indicios de sus intenciones.
Después del homicidio de George Floyd ganaron mayor notoriedad, primero por participar en las protestas armadas en contra de las cuarentenas por el Covid-19 y también fueron parte de las manifestaciones a favor del caos.
Existen cada vez más razones para entender que estos grupos extremistas no se pueden subestimar, Alexander Hinton, antropólogo de la Universidad Rutgers – Newark, planteó en un artículo de The Conversation que ellos no actúan solos.
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“La mayoría de los extremistas de extrema derecha son parte de comunidades extremistas más grandes, comunicándose a través de las redes sociales y distribuyendo publicaciones y manifiestos”, señaló.
Sentenció que “Sus mensajes hablan del temor de que algún día los blancos sean superados en número por los no blancos en los Estados Unidos, y la idea de que existe un complot dirigido por judíos para destruir la raza blanca. En respuesta, se preparan para una guerra entre blancos y no blancos”.
En conclusión, la era Trump solo ha servido como un puente para revelar lo que son capaces de hacer para conseguir sus objetivos.
Elizabeth Neumann, la ex secretaria adjunta del DHS para la prevención de amenazas durante la administración del republicano, declaró a The Atlantic que esta situación es más “oscura” y “profunda”.
“Hemos despertado al gigante dormido… Y ahora vamos a estar lidiando tanto con los partidarios radicalizados [de Trump] como con este movimiento de poder blanco sobre los esteroides en el futuro previsible”.
Un “error honesto”
Pese a toda la seguridad que tiene Joe Biden a su disposición, el temor antes de Inaugural Day es visible. El viernes, 15 de enero, las autoridades del Capitolio arrestaron a un hombre que mostró una credencial falsa para ingresar al Inaugural Day.
Un oficial, que no dijo su nombre a The New York Times por no estar autorizado a hablar del caso, comunicó que el nombre del sujeto es: Wesley A. Beeler, de 31 años, y trabajaba como contratista.
Su credencial fue emitida por la Policía del Parque, pero no fue reconocida por el oficial de policía. Las autoridades se alarmaron porque en la parte de atrás de su camioneta había una pistola y municiones no registradas.
Sin embargo, fue liberado la tarde del sábado, 16 de enero, y Beeler le confesó a The Washington Post que fue un “error honesto”.
Beeler trabaja con seguridad y según su padre estaba autorizado para portar armas de fuego.
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Los cuerpos de seguridad de todo el país están atentos a lo que pueda suceder este Inaugural Day .
Miembros de la Guardia Nacional están en las calles de toda la ciudad, además han levantado una cerca de metal alrededor de los terrenos del Capitolio antes de la juramentación.
Se espera que el mensaje de Joe Biden se basará en la unión, en medio de una situación política tensa, un país fracturado por la crisis económica y sanitaria.
“Es un mensaje de hacer avanzar a este país, es un mensaje de unidad, es un mensaje de hacer las cosas”, dijo Ron Klain, el jefe de gabinete entrante de la Casa Blanca, a CNN.
Aunque el demócrata apuesta por la restauración del país, algunos políticos no se mantienen tan optimistas.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, le comunicó a NBC su preocupación sobre algunas áreas de la ciudad, después de que el FBI advirtiera sobre algunos individuos armados que se dirigían allí y hacia las capitales de otros estados, esto por el empeño de repetir la insurrección.
Asimismo, admitió que con la presencia masiva de la Guardia Nacional y las agencias federales de inteligencia espera que “sea un evento seguro”.