El presidente, Donald Trump, envió en la tarde de este jueves un mensaje de despedida al pueblo estadounidense, cuando quedan menos de 24 horas para que ocurra en Washington el traspaso oficial de poder y Joe Biden lo sustituya como presidente de la nación.
“Esta semana inauguramos una nueva Administración y oramos por su éxito en mantener a Estados Unidos seguro y próspero”, dijo Trump en el comunicado, que se caracterizó por un tono triunfalista y por una promesa de regreso.
“Hicimos lo que vinimos a hacer aquí, y mucho más”, dijo. “Asumí las batallas más duras, las peleas más duras, las decisiones más difíciles, porque fue para lo que me eligieron”.
“Quiero que sepan que el movimiento que empezamos apenas está comenzando”, dijo.
No está claro si, luego del segundo juicio político que enfrenta el magnate en el Senado, tendrá permitido postularse a un cargo electo.
“Nuestra agenda no se trataba de la derecha o la izquierda, no se trataba de republicanos o demócratas, sino del bien de una nación, y eso significa toda la nación”, agregó.
“Hemos reafirmado la idea sagrada de que en Estados Unidos el Gobierno responde al pueblo”, acotó a casi dos semanas de que sus seguidores asaltaran violentamente la sede del Congreso en Washington D.C., tras más de un mes de decirles falsamente que los demócratas le habían “robado” la elección.
«Sí, todos los estadounidenses quedaron horrorizados por el asalto a nuestro Capitolio. La violencia política es un ataque a todo lo que apreciamos como estadounidenses. Nunca puede tolerarse», dijo Trump.
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Durante su mensaje de despedida, Trump no se refirió por nombre al presidente electo, Joe Biden. Varias veces habló de la «nueva» o la «siguiente» Administración en los casi 20 minutos de su discurso, pero no de la persona que ocupará su cargo este miércoles, a quien no ha reconocido como el legítimo ganador de la elección del 3 de noviembre de 2020.
En cambio, ha pasado las semanas posteriores a los comicios intentando revertir los resultados que favorecieron a su contrincante, alegando de manera infundada que hubo un fraude electoral en su contra, a pesar de la falta de evidencia y de que las cortes han desechado las acusaciones.
Incluso se negó a acudir a la inauguración de Biden, convirtiéndose en el primer presidente en más de 150 años en hacerlo.
Con información de Telemundo.