Joe Biden no tendrá una tarea fácil como presidente. Recibe un país sumergido en una crisis económica y de salud, además de opiniones diversas acerca de lo que será su gobierno.
Uno de los mayores retos de Biden será integrar a los republicanos a su gobierno. Aún está abierta la posibilidad de que pueda gobernar con una mayoría de senadores republicanos y esto dificultará más la toma de decisiones.
Pese a esto, el porcentaje de estadounidenses que creen que las relaciones partidistas mejorarán aumentó.
Una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Pew reveló que 21% de los entrevistados creen que, durante la administración de Biden, las relaciones entre republicanos y demócratas mejorarán.
Los investigadores señalan que este número, aunque es bajo, se ha duplicado del 9% al 21%, la última encuesta realizada por Pew Research Center fue en el 2018, poco tiempo después de que los demócratas ganaron la Cámara de Representante.
Entre los adeptos de ambos partidos, los demócratas son más optimistas, puesto que el 33% anticipa una mejora partidista, mientras que solo 6% de los republicanos cree lo mismo.
“Fuertes conflictos”
En el 2017, la mayoría de los estadounidenses (86%) opinaron que el conflicto entre los republicanos y demócratas era “fuerte” o “muy fuerte”.
De hecho, los encuestados consideran que este conflicto de partidos es más fuerte que otros como el racismo y los problemas entre pobres y ricos.
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John Gramlich, el autor del estudio, dice que esta opinión concuerda con la de los adeptos de cada partido. Nueve de cada diez demócratas e independientes con tendencia demócrata dicen que el conflicto partidista es fuerte o muy fuerte.
Al igual que los republicanos, ya que el 87% comparte esta afirmación.
¿Podrá Biden unir a los estadounidenses?
Una de las promesas de Joe Biden al conocer su victoria fue “restaurar el alma de la nación”, esto con la idea de dejar atrás la retórica del actual inquilino de la White House, Donald Trump.
“Dejemos que esta sombría era de demonización en Estados Unidos termine aquí y ahora”, sentenció en su discurso.
El demócrata también expresó que “Es hora de dejar de lado la retórica dura, bajar la temperatura, volver a verse”.
Tomando en consideración estas palabras, su objetivo es ser “un presidente para Estados Unidos” y no de un partido, pero ¿será esto posible?
El The New York Times señala que esto no será tan fácil. Pese a que ganó la mayoría de los votos del Colegio Electoral y el voto popular en unas elecciones que han estado sumidas en demandas electorales, el liderazgo republicano está lejos de quedarse atrás puesto que lograron victorias sorpresivas dentro de la Cámara de Representantes y emergieron como favoritos para mantener el control del Senado.
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Los adeptos del presidente están lejos de dejarlo. Una vez que se anunciaron los resultados, se registraron protestas en Arizona, Washington y otros estados en contra de Joe Biden.
“La marcha del millón MAGA” (haciendo referencia al lema de Trump Make America Great Again) y “La marcha por Trump”, fueron algunos de los nombres que recibieron las protestas para respaldar las acusaciones del mandatario republicano de “fraude electoral”.
El 15 de noviembre, Trump replicó una fotografía de una protesta en Washington y escribió “ganaremos”.
El descontento de los republicanos respecto a las elecciones se muestra en una encuesta ejecutada por Politico/Morning Consult.
Esta apunta que la cantidad de republicanos que creen que el proceso electoral no fue justo se disparó del 35% al 70%.
Problemas para el 2024
Biden no solo se enfrenta a unos republicanos descontentos, sino que también tiene un reto para unificar a su partido y tender un puente entre las coaliciones electorales actuales y las futuras.
The Atlantic recuerda que el mandatario electo ganó con un estrecho margen en los estados claves, esto resume el desafío que posiblemente enfrenten los demócratas en el futuro.
El partido demócrata lideró el voto en las grandes metrópolis del país, pero esto no significa que Trump no consiguió “pequeñas victorias” como lo fue la población latina en el estado de Florida, tales como los cubanos y los votantes sudamericanos al sur del estado.
Los resultados de las elecciones de este año, refleja lo lejos que están ambos partidos de lograr una victoria absoluta y esto podría representar un problema para el partido demócrata en el futuro, en especial para los comicios del 2024.