La Gran Migración fue la reubicación de más de 6 millones de afroamericanos del sur rural a las ciudades del norte, medio oeste y oeste, apróximadamente desde 1916 a1970.
Expulsados de sus hogares por oportunidades económicas insatisfactorias y duras leyes segregacionistas, muchos afroamericanos dejaron el sur también para aprovechar la necesidad de mano de obra.
No obstante, padecieron de prejuicio racial, también enfrentaron los desafíos económicos, políticos y sociales.
Después de la Guerra Civil y la era de la Reconstrucción, la supremacía blanca se restauró en gran medida en todo el Sur en la década de 1870, y las políticas segregacionistas conocidas como Jim Crow pronto se convirtieron en la ley del sur.
Los negros del sur se vieron obligados a ganarse la vida trabajando la tierra, aunque esto no significó una mejora económica, especialmente después de que una epidemia del picudo del algodón en 1898 causó daños masivos a los cultivos en todo el sur.
Ahora, las cosas son diferentes. Y es que muchos afroamericanos han estado volviendo al sur.
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Datos
Las estadísticas de la Oficina del Censo de EE. UU. sugieren que la Gran Migración comenzó a revertirse.
Entre 1965 y 1970, el sur perdió alrededor de 280 mil residentes afroamericanos. Solo una década después, entre 1975 y 1980, ganó más de 100 mil, una tendencia que solo ha cobrado fuerza desde entonces.
Las áreas metropolitanas del sur, particularmente Atlanta, fueron los destinos de inmigrantes negros a fines de la década de 1990.
Por el contrario, las principales ciudades metropolitanas, áreas de Nueva York, Chicago, Los Ángeles y San Francisco experimentaron la mayor emigración de negros durante el mismo período.
La mayoría de los estados que fueron los mayores destinos de la Gran Migración (Nueva York, Illinois, Michigan y California), se encuentran ahora entre los mayores contribuyentes a las nuevas ganancias de la migración hacia el sur.
De hecho, años después de la diáspora, los broken neighborhoods impulsaron una nueva búsqueda a medida que familias negras, jubilados y jóvenes profesionales comenzaron a ver esperanza en las ciudades del sur.
Los expertos del Urban Institute predicen que para el año 2030, la población afroamericana de Chicago se reducirá a 665 mil, cuando en la posguerra fue aproximadamente 1,2 millones.
Este movimiento, que algunos demógrafos han etiquetado como «vuelo negro», está remodelando vecindarios.
Mejores oportunidades
La reciente recesión económica ha ejercido una mayor presión sobre los vecindarios negros históricamente de escasos recursos en Chicago, aumentando las ejecuciones hipotecarias y deprimiendo los valores inmobiliarios.
Es por eso que los afroamericanos se alejan de sus vecindarios en busca de un mejor futuro económico, dejando estos lugares aún más desprovistos de personas y recursos.
William Lee, un reportero del Chicago Tribune que creció en el vecindario de South Shore, escribió en un editorial:
«El éxodo tiene gente como yo, dejados atrás en el South Side, sintiéndose como la vida después del rapto, con familiares, buenos amigos y compañeros de clase desapareciendo y sus comunidades destrozadas».
El columnista del New York Times, Charles M. Blow, ha manifestado a los estadounidenses de raza negra que lancen una «gran migración inversa» para crear mayorías raciales en los estados de los que huyeron sus antepasados hace dos siglos.
Blow presenta su provocadora propuesta en su nuevo libro The Devil You Know: A Black Power Manifesto.
Blow afirma que los «beneficios iniciales» de la Gran Migración han dado paso a un «fracaso punzante», citando la «opresión perpetua» forjada por la discriminación en la vivienda, la brutalidad policial, y el nacionalismo blanco.
«La gente negra huyó de los horrores del racista Sur por las llamadas ciudades liberales del Norte y del Oeste, intercambiando al diablo que conocían por el diablo que no conocían, solo para llegar a la dolorosa comprensión de que el diablo es el diablo», opinó.
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Una África dentro de Estados Unidos
Para Blow, si se tomara una página de sus antepasados y regresaran al sur en grandes cantidades, los afroamericanos podrían enfrentarse al «diablo» directamente creando una «banda contigua de poder negro que cambiaría el cálculo político de Estados Unidos».
Críticó las ciudades del norte, diciendo que las comunidades negras fueron «abandonadas por la élite negra y despreciadas por los progresistas blancos» y se han convertido en «campos de refugiados permanentes».
«Los blancos en las ciudades de destino están comprometidos con el mismo control sobre el cuerpo negro al que se ha dedicado la ley en este país desde el principio, una estrategia que el Norte moderno ha adaptado del Sur histórico», expresó.
Blow manifestó que el sur «ha avanzado», convirtiéndose en «un país dentro de otro país, una nueva África en América”.
Añadió que el sur ya es el hogar de 1,000 de las mil 200 ciudades y pueblos de mayoría negra en los Estados Unidos, y llama a aprovechar esas mayorías a nivel estatal.
Señaló además que sin la Gran Migración en el siglo XX, muchos estados ya tendrían mayorías negras en el poder.
«Si la Gran Migración no hubiera tenido lugar, los negros podrían controlar o formar la influencia mayoritaria por hasta noventa votos del Colegio Electoral, más que California y el estado de Nueva York juntos», expresó.
Una pregunta clave es: ¿qué podría garantizar una gran migración reversa, mayor acceso a los derechos básicos a los afroamericanos dispuestos a tener una mejor calidad de vida?