Durante la crisis del nuevo coronavirus, las mujeres gobernantes se ganaron la admiración del mundo. Gobiernos como los de Finlandia, Nueva Zelanda, Taiwán, Alemania, Dinamarca e Islandia se caracterizaron por tomar medidas a tiempo y evitar un mayor número de contagios.
Las mujeres en las últimas décadas han derribado ciertas barreras y ahora tienen más oportunidades a nivel laboral y educativo.
Menos del 7% de los líderes mundiales son damas y resulta significativo que la mayoría de ellas hayan tomado las medidas necesarias al inicio y durante la pandemia. De hecho, los números las respaldan.
Un análisis realizado en 194 países reveló que la tasa de mortalidad y contagio fue más baja en países liderados por mujeres, durante los primeros tres meses de la crisis del COVID-19.
Una reelección ganada
El coronavirus les dio una lección a muchos presidentes y líderes del mundo. En Nueva Zelanda, la primera ministra, Jacinda Ardern, fue reelecta para un segundo período y parte de su victoria es gracias a sus decisiones acertadas frente a la crisis.
Ardern ganó y sumó un récord para su partido. Obtuvo 49% de los votos del partido y 64 escaños dentro del parlamento.
Entre las decisiones más importantes que tomó la líder están: impuso el confinamiento cuando solo habían seis casos dentro del país y prohibió la entrada de los extranjeros. Fue el primer país del mundo en eliminar el contagio local del virus.
En una rueda de prensa Ardern informó “No hay transmisión comunitaria generalizada detectada”. En mayo de este año, Nueva Zelanda tenía una tasa de transmisión del virus de 0,4% mientras que en otros países rondaba el 2,5%.
Te puede interesar:
El enfoque de la primera ministra fue decisivo, tal como señala el estudio “Liderazgo pandémico: lecciones del enfoque de Nueva Zelanda al COVID-19”, realizado por Suze Wilson, profesora titular de la Universidad de Massey.
Su objetivo se centró en salvar vidas y a su vez balanceó la importancia del sistema de salud y la economía. Hasta hoy, el país oceánico solo suma 25 muertes y tiene una población de casi cinco millones de habitantes.
En agosto de este año, cuando reaparecieron cuatros casos, Ardern tomó la decisión de volver a imponer un estricto confinamiento en la ciudad más importante de Nueva Zelanda, Auckland y también en el resto del territorio.
By the way, Bloomberg coloca a Nueva Zelanda en el puesto número uno de su “ranking de resiliencia de COVID”.
Ardern no fue la única líder que se enfrentó a una reelección este año, Donald Trump también y perdió contra Joe Biden.
Una reelección perdida
A diferencia de Jacinta Ardern, el actual presidente de Estados Unidos no tomó decisiones rápidas para minimizar el impacto del nuevo coronavirus y minimizó su peligrosidad.
El COVID-19 obligó a ambos candidatos a cambiar el enfoque de su campaña y disminuyó las probabilidades del presidente.
A inicios del año no estaba claro quién era el favorito, pero a medida que el número de muertos iba aumentando y el impacto económico se hacía más visible, las oportunidades de Trump se redujeron.
Una encuesta hecha por CNN en abril de 2020, indicó que el 55% de los estadounidenses calificaron la gestión de Trump frente al nuevo coronavirus como “pobre”.
Te puede interesar:
Miles de empresas tuvieron que cerrar sus puertas y el desempleo se disparó. Una de las últimas consecuencias es que el propio presidente contrajo el virus.
Sobre esto, el estratega republicano, Brad Todd, opinó que: “Trump al tener COVID envió una señal a esas personas de que su estilo de gestión tenía consecuencias incluso para él personalmente y, por lo tanto, era poco probable que cambiara”.
La revista Times considera que Trump “abrió aún más lágrimas en nuestro tejido nacional” y destaca que antes de las elecciones se sufrió uno de los peores aumentos de contagio, desde que se inició la pandemia.
“Trump se burló del virus como una conspiración de los medios. «Los medios de noticias falsos están llenos de Covid, Covid, Covid», tuiteó el 27 de octubre. «Estamos dando la vuelta”, relata el medio de comunicación.
Finlandia VS España
El ser líder no es una cuestión de género y las mujeres lo han demostrado. Finlandia también se convirtió en un ejemplo al enfrentar la pandemia.
En diciembre del año pasado, Sanna Marin se convirtió en la primera ministra más joven del mundo y con su estilo millennial usó las redes sociales para concientizar a su población sobre el impacto del nuevo coronavirus.
Te puede interesar:
Forbes asegura que Marin reconoció que no todas las personas leen prensa y se enfocó en invitar a influencers a difundir información sobre la gestión de la pandemia.
La primera ministra también se encargó de dotar de insumos a la Agencia Nacional de Abastecimiento de Emergencia (HVK, por sus siglas en finlandés) y esto permitió que tuvieran todos los insumos necesarios para enfrentar la crisis.
Finlandia suma 399 muertes por COVID-19 y 16,800 personas recuperadas.
En cambio, en España el manejo del coronavirus no resultó como lo tenían planteado. Al presidente Pedro Sánchez, señala un artículo del The New York Times, le tomó “mucho tiempo adoptar una respuesta coherente frente la pandemia”.
El país europeo ha sido uno de los más golpeados por la crisis del COVID-19. Más de 45 mil personas han muerto y la economía tampoco está pasando por su mejor momento. Incluso, se prevé un desplome del 11,6% del Producto Interno Bruto (PIB) este 2020, además de ser la “economía más castigada entre los 37 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.
El organismo apunta que la recuperación será “gradual e incompleta” y que no superará los niveles hasta mediados del 2023.
Uno de los factores que jugó en contra fue la tardía respuesta del gobierno en tomar medidas para evitar la propagación del virus, además de la población envejecida de la nación.
Países ejemplos
En el segundo puesto del “ranking de resiliencia de COVID” está Japón. El país asiático no recurrió a la cuarentena obligatoria ni a imponer multas por incumplir las reglas y más bien optó por un acercamiento diferente.
El doctor Hitoshi Oshitani, profesor de virología de la Facultad de Medicina de la Universidad Tohoku, le dijo a BBC Mundo que “En casi todo el mundo, la estrategia ha sido intentar contener el coronavirus. Desde el principio, nosotros no tuvimos ese objetivo. Optamos por algo diferente: decidimos aprender a vivir con este virus”.
En Japón hay 29 contagios por cada 100,000 personas al mes, de acuerdo a los datos aportados por Bloomberg.
Asimismo, destaca que el país ha mantenido un sistema de salud dotado para enfrentar la pandemia, tomando en consideración que tienen la población más envejecida del mundo.
En el tercer puesto se encuentra Taiwán, cuya presidenta es Tsai Ing-wen, la clave de su éxito fue actuar de forma rápida.
En enero, cuando casi no había rastro de casos, la líder aplicó 124 medidas para frenar el avance, tomando en consideración su cercanía con China.
Bloomberg planea que el uso de la tecnología también fue fundamental, ya que se lanzaron aplicaciones que detallan en dónde se encuentran las mascarillas y cómo frecuentaban las personas infectadas.