El nombramiento de Amy Coney Barrett como jueza de la Corte Suprema parece ser inminente. Este 22 de octubre, después de las audiencias, el Comité Judicial aprobó la nominación de la candidata de Trump.
Su elección causa incertidumbre en la política del país porque podría alterar la balanza ideológica del máximo tribunal de Estados Unidos.
Esto porque quedaría conformado por seis jueces conservadores y tres liberales. Los republicanos están haciendo todo lo posible para que el nombramiento se acelere y se lleve a cabo antes de las elecciones del 3 de noviembre.
De acuerdo a lo que explican en NPR, la razón principal es por la prisa que ha manifestado el propio Donald Trump, debido a que siente que las elecciones de noviembre pueden llegar a manos de la Corte Suprema y quiere asegurarse de tener a la mayoría de los jueces de su lado.
La semana pasada, diversos medios de comunicación manifestaron que el COVID-19 podría convertirse en una barrera para la elección de Barrett. En primera instancia después de que el inquilino de la Casa Blanca informara que era portador del virus.
No obstante, eso no se convirtió en ningún impedimento para que los miembros del Comité Judicial iniciaran con las audiencias el 12 de octubre. Según el cronograma tenían previsto terminar el proceso el 22 y todo se cumplió tal como esperaban.
Resumen de las audiencias de Barrett
Hasta el momento, Barrett ha sido sometida a tres audiencias. En todas recibiendo elogios de los republicanos y desaprobación por parte de los demócratas.
En el segundo día, los demócratas hicieron preguntas relacionadas al aborto, el derecho electoral y la salud. The Guardian asegura que la nominada de Trump evadió la mayoría de estas preguntas.
En un intercambio de palabras sobre la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare) con el senador Delaware, Chris Coons, Barrett aseguró “No estoy aquí con la misión de destruir la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio. Solo estoy aquí para aplicar la ley y cumplir con el estado de derecho”.
Durante la audiencia también le preguntaron acerca de un artículo que firmó criticando la sentencia Roe v. Wade y la candidata afirmó que no lo recordaba y al mismo tiempo dijo que no tenía nada que ocultar.
Asimismo, negó a dar su punto de vista sobre esta sentencia y aseveró que no tiene una agenda para anular a Casey, un fallo de la Corte Suprema de 1992 que establece que los estados no pueden interponer una “carga indebida” al derecho constitucional de una mujer a interrumpir un embarazo.
Por otro lado, la senadora demócrata, Dianne Feinstein, le preguntó cómo sería su manera de gobernar y sobre esto, Barrett respondió: “No puedo expresar opiniones sobre los casos. No puedo comprometerme previamente”.
Su fe
Una de las mayores preocupaciones de los demócratas es que Barrett no deje sus creencias religiosas de lado. Ella es una devota católica e incluso medios de comunicación estadounidenses afirman que forma parte de un grupo cristiano y conservador llamado People of Praise.
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En la audiencia del martes 13 de octubre, el republicano, Lindsey Graham, le preguntó: “¿Puedes dejar de lado las creencias católicas que tengas con respecto a cualquier tema que tengas ante ti?”
A esto, la candidata respondió: “Puedo. Lo he hecho en mi tiempo en el Séptimo Circuito. Si me quedo en el Séptimo Circuito, seguiré haciéndolo, si me confirman en la Corte Suprema, seguiré haciéndolo”.
Pese a esto, los temores continúan presente. En 2017, la senadora Dianne Feinstein, sentenció que el dogma vivía muy dentro de Barrett. Estas fueron sus palabras textuales:
“Cuando usted lee sus discursos, la conclusión a la que uno llega es que el dogma vive con fuerza dentro de usted”.
En la audiencia del día miércoles, 14 de octubre, la jueza prometió mantener bajo control sus creencias personales y religiosas, asegurando que ninguna de las dos se interpondría en su trabajo.
Cambio climático y el voto
Antes de finalizar la jornada del miércoles, Barrett sorprendió a los demócratas al no manifestar una opinión clara sobre el cambio climático.
Las preguntas salieron por parte de la senadora de California, Kamala Harris. La también candidata a la vicepresidencia le preguntó si ella creía que el coronavirus es infeccioso, si fumar causa cáncer y si «el cambio climático está ocurriendo y está amenazando el aire que respiramos y el agua que bebemos».
Así como lo reseña AP, Barrett comunicó que sí cree que el coronavirus es infeccioso, que fumar si causa cáncer, pero en la última pregunta se detuvo y soltó:
“Es un tema muy polémico de debate público, y no lo haré, no expresaré un opinión sobre una cuestión de política pública, especialmente una que es políticamente controvertida”.
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De esta forma, la jueza de Indiana se ha negado a hablar de otros temas polémicos como el voto.
Harris también le preguntó si estaba de acuerdo con la afirmación del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, en el 2013, en la cual aseguró que todavía existía discriminación en el voto.
“No comentaré sobre lo que ningún juez dijo en una opinión”, admitió.
Aprobación del Comité Judicial
En las audiencias Barrett demostró ser la persona que Trump necesita. Evitó hablar de temas polémicos y siguió el protocolo según lo esperado.
Esta razón le dio suficientes razones a los republicanos para su aprobación. Dentro del Comité Judicial el partido de Trump contaba con 12 votos y los demócratas con 10.
De hecho, la Comisión Judicial también votó para adelantar la elección de la candidata ante el Senado. Los demócratas intentaron evitarlo colocando fotografías de las personas que dependen del Obamacare en sus asientos, pero no resultó.
CNN relató que los demócratas del Senado refutaron la decisión por medio de un comunicado.
«Este ha sido un proceso falso desde el principio (…) En medio de una pandemia mundial y elecciones en curso, los republicanos se apresuran a confirmar una jueza de la Corte Suprema para quitarle atención médica a millones y ejecutar la agenda extrema y profundamente impopular que no han podido aprobar en el Congreso», enfatizaron.
De ser aprobada, Barrett se convertiría en la tercera jueza adscrita durante la era Trump y la más joven en ejercer dicho cargo.
La elección de la jueza se realizará el próximo 26 de octubre. Los demócratas dentro de la Cámara Alta solo tienen 47 votos, es decir, lo que pueden hacer para evitarlo es poco.