La pandemia frenó negociaciones e intensificó algunas problemáticas. Ejemplos claros son las relaciones entre China y Hong Kong, Irán con Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
Por lo pronto, el camino para la independencia de Hong Kong es incierto. Pekín tiene el objetivo de aprobar a lo largo de este año la conocida ley de Seguridad Nacional que tiene la finalidad de prohibir ciertas libertades en este territorio.
Pretenden castigar las “actividades secesionistas y subversivas, la interferencia extranjera y el terrorismo».
A esto la la jefa del Ejecutivo hongkonés Carrie Lam señaló “Es una preocupación legítima sobre lo que constituye ‘seguridad nacional’ en los términos del Gobierno chino (…) Hong Kong seguirá siendo una sociedad muy libre donde se mantendrán la libertad de protestar y de prensa”.
A principio de 2020, las relaciones entre Estados Unidos e Irán llegaron a punto crítico. Todo ocurrió después de la muerte de Qasem Soleimani, un general iraní de gran importancia en ese país.
Hasta el momento ambas naciones no han llegado a ningún acuerdo para un diálogo. Lo que se conoce es que están intercambiando presos. No obstante, Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, aseveró que esto “no es el resultado de negociaciones”.
Otra tensión que continúa muy presente son las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea. El proceso de transición del Brexit debe culminar antes del 31 de diciembre, tomando en consideración que el primer ministro, Boris Johnson, está decidido a no pedir más prórroga.
Sin embargo, por el momento se desconoce cuáles son los siguientes pasos para evitar una salida abrupta. Tomando en consideración que el jefe de la delegación comunitaria de la Unión Europea, Michel Barnier, acusó a Londres por el retroceso de las conversaciones.
Lo cierto es que la crisis del COVID-19 cambió de forma radical el comportamiento de muchos países, sin embargo, hay situaciones puntuales que también están marcando al 2020.
Transición en espera
La cuarentena pausó las negociaciones pos-brexit y es que formalmente Londres abandonó la instancia el 31 de enero de 2020, pero ambas partes llegaron a un acuerdo de efectuar un proceso de transición, para así evitar una salida abrupta.
El también llamado “período de implementación” debe culminar antes del 21 de diciembre. La condición es que durante este tiempo Reino Unido seguirá las normas de la Unión Europea y la relación comercial permanecerá intacta.
La crisis del COVID-19 frenó ciertas conversaciones y el 05 de junio, Michel Barnier, jefe de la delegación comunitaria de la UE, acusó a Londres de haber interferido en el “retroceso” de las conversaciones.
En esa cuarta conversación tocaron temas de suma importancia como lo son: competencia, pesca, gobernanza del futuro marco de la negociación y derechos fundamentales.
“Esta semana no ha habido progresos significativos… No podemos seguir así eternamente”, refutó.
Por su parte, Reino Unido comenzó a negociar de forma independiente con algunos países. Este martes, 08 de junio, se sentarán a hablar sobre el futuro de Gibraltar y el gobierno español aseguró que tiene la intención de mejorar su relación con el país vecino.
Es una de las primeras negociaciones que se realiza en la era pos-brexit.
Existe mucha preocupación con respecto al futuro la Unión Europea y Reino Unido, además ocurre en un momento en el que Estados Unidos se está aislando más, mientras que China y Rusia están siendo más asertivos con sus decisiones.
El no llegar a un acuerdo puede poner a Europa en una situación complicada y crece el miedo de que pueda debilitar al continente.
Pekín y Hong Kong
Al igual que las conversaciones entre Reino Unido y la Unión Europea, la comunidad internacional espera que China y Hong Kong encuentren la solución a sus disputas.
En mayo de este año la legislatura de China aprobó una propuesta para imponer la ley de Seguridad Nacional en el territorio semiautónomo de Hong Kong. Dicho anuncio ocasionó protestas y fuertes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
¿Por qué la ley causa tanta preocupación? Con esta nueva norma, Pekín tendrá el derecho de prohibir la secesión, la subversión del poder estatal, el terrorismo, la intervención extranjera y los agentes de seguridad de China podrán operar en la ciudad.
Te puede interesar:
El gobierno chino espera que en dos meses la ley esté totalmente redactada y la puedan aplicar.
En el año 1997 tanto China como Reino Unido firmaron un pacto que le garantizaría a Hong Kong una autonomía relativa. No obstante, desde ese entonces la administración de Pekín ha intentado ponerle fin a este acuerdo.
En el 2003, China buscó las maneras de implementar una ley para disminuir las libertades civiles. Las protestas fueron tan fuertes que la resolución no procedió.
Más tarde en el 2012 las protestas estallaron por el intento de Pekín de influir en el sistema educativo y querer aplicar contenido sobre el partido comunista en las escuelas.
Violación del marco legal
Las intenciones de China para tomar el control total de Hong Kong tienen una larga historia. Diferentes críticos precisan que el país asiático está violando el marco legal de la metrópolis y que es un “asalto integral a la autonomía de la ciudad”.
Sobre esta situación, el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sostuvo ante el Congreso que “Cualquier esfuerzo por imponer legislación de seguridad nacional que no refleje la voluntad del pueblo de Hong Kong sería altamente desestabilizador y sería recibido con una fuerte condena”.
Años de tensa relación
De hecho, Donald Trump anunció una serie de restricciones y sanciones en contra de la administración china.
El Presidente pidió eliminar las medidas preferenciales en materia comercial para Hong Kong e investigar a empresas chinas cotizadas en EE.UU.
Sobre estas declaraciones, China amenazó a Trump con “contraatacar”.
Mientras que Trump está encima de China, su administración está tratando de descifrar qué hacer con Irán.
En realidad, la tensa relación entre Estados Unidos e Irán no es una situación nueva. Aunque a principios de año llegaron a un punto culminante.
Estados Unidos dio la orden de matar al comandante iraní Qasem Soleimani, este era una figura muy reconocida en el país islámico y su muerte desencadenó una serie de hechos.
Después de unos meses de lo ocurrido, no hay ninguna evidencia de diálogos o acercamiento de los gobiernos de ambos países.
Aunque se conoce que llegaron a conversar sobre la “liberación” de presos, a pesar de las constantes amenazas entre la administración de Trump y el gobierno iraní.
Te puede interesar:
El 6 de mayo, el New York Times reportó que estaban negociando el intercambio de un veterano de la Marina de Estados Unidos retenido por las autoridades iraníes a cambio de un médico iraní-estadounidense detenido.
Liberación de presos
En la deteriorada relación de EE.UU. e Irán los presos han sido un tema vital. En la región islámica hay al menos cuatro estadounidenses presos, mientras que en la nación americana se presume que hay una docena de iraníes detenidos.
Las negociaciones se originan a raíz de la pandemia. El veterano Michael R. White, de 48 años se infectó con COVID-19 mientras estaba en prisión, a finales de marzo fue liberado y trasladado a la embajada de Suiza en Teherán.
A cambio de la liberación de White, Irán pidió al médico Mayid Taheri.
Taheri llevaba 16 meses detenido en Estados Unidos por violar las sanciones al territorio islámico.
Los dos fueron liberados el mismo jueves, 4 de junio, en agradecimiento el Presidente estadounidense escribió “¡Gracias a Irán, muestra que un acuerdo es posible!”
Aun así se desconoce si en el futuro los representantes de Irán y Estados Unidos se sienten a dialogar ya que Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, rechazó cualquier negociación.
“El intercambio de prisioneros entre Irán y Estados Unidos no es el resultado de negociaciones y no habrá ninguna conversación entre ellos en el futuro”, dijo en Twitter.
El COVID-19 representa todavía una amenaza para cada uno de estos países. Desde su posición están luchando para reponerse del impacto económico, político y social dejado por la pandemia, pero este hecho no impedido que ciertas tensiones continúen su curso.