Después de un año marcado por la pandemia del coronavirus, los estadounidenses están más receptivos a recibir una vacuna en contra del COVID-19. Una investigación del Centro de Investigación Pew arroja que ahora el 60% de la población sí se vacunaría.
El estudio apunta que algunos de los encuestados manifestaron que se sentirían incómodos si son vacunados de primeros.
Es decir, 39% de los adultos estadounidenses entrevistados dijeron que “no tomaría la vacuna”. Sin embargo, la mitad de este grupo manifestó que podrían cambiar de opinión a medida que otras personas lo hagan y haya más información disponible.
Sin embargo, los investigadores del estudio afirmaron que 21% de la muestra total “están seguros” que no se aplicará la vacuna y no cambiarán de opinión.
El estudio se realizó entre el 18 hasta el 29 de septiembre y entrevistaron a 12,648 adultos.
Por otro lado, aseveran que los estadounidenses creen que lo peor del brote está por llegar (71%), en junio de este año solo el 59% opinaban lo mismo.
Otro dato importante que arroja la investigación es el papel que juegan las creencias partidistas, ya que la brecha entre adeptos de un partido a otro es de 19 puntos.
Es decir, 69% de los demócratas dijeron que sí se vacunaría, mientras que solo el 50% de los republicanos dijeron que lo harían.
Otros datos
Mientras tanto, otro estudio hecho por Gallup asegura que el 58% de los americanos estarían dispuestos a probar la nueva vacuna, frente al 50% en septiembre.
La encuesta se realizó cuando los casos del nuevo coronavirus estaban en aumento en todo el país. Pero, fue antes de que Pfizer y Moderna dieran a conocer que sus vacunas tenían una efectividad mayor al 90%.
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Estos resultados son prometedores para el “reinicio” de una “vida normal”, aunque los autores advirtieron que la confianza en una vacuna continúa siendo más baja que antes.
En junio, por ejemplo, una encuesta publicada por Gallup informó que el 66% de los ciudadanos sí se vacunaría. Los resultados apresurados de una vacuna pueden causar escepticismo entre los estadounidenses.
“Un período más largo de desarrollo y pruebas clínicas ayudaría a mejorar algunas de las razones más comunes de preocupación”, señalaron los autores de la encuesta.
¿Cuándo serán aprobadas?
Los fabricantes Pfizer y Moderna están luchando por la aprobación de emergencia de los Estados Unidos. En Reino Unido fue aprobada la de Pfizer este miércoles.
Por el momento, se conoce que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA, según sus siglas en inglés) planea reunirse el 10 de diciembre para discutir la posible aprobación de la vacuna que nació de la asociación entre Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech.
De acuerdo a lo informado por la BBC, todavía no se conocen con detalles los ingredientes exactos.
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Describen que el material genético de la vacuna se encuentra encerrado en una pequeña burbuja protectora de grasa que se introduce en las células.
Además, es un tipo de inyección de ARN y utiliza un pequeño fragmento del código genético del virus. Esto comienza a formar parte del virus dentro del cuerpo y de esta manera el sistema inmunológico reconoce como extraño y comienza a atacar.
Para que sea efectiva, la vacuna debe ser administrada en dos dosis, con tres semanas de diferencias, y los creadores aseguran que tiene 95% de efectividad contra el nuevo coronavirus.
Los datos sobre esta vacuna son tranquilizadores por el momento, puesto que 43.500 personas no presentaron problemas de seguridad. Se informaron sobre efectos secundarios leves como dolor de cabeza y algunos dolores musculares.
No será obligatoria
En el caso de que sea aprobada la vacuna en Estados Unidos, ¿Quiénes serán los primeros en recibirla? Los funcionarios federales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, de acuerdo a sus siglas en inglés) están de acuerdo que los primeros en la lista son los 21 millones de personas que trabajan en el área de salud.
Asimismo, precisaron que también es prioridad los tres millones de estadounidenses de edad avanzada que viven en hogares de cuidados a largo plazo.
Los siguientes en la lista son los 87 millones de trabajadores esenciales del país, pero esto dependerá de la decisión de cada estado priorizar a los empleados.
Hace dos días, el presidente electo, Joe Biden, afirmó que no será obligatorio vacunarse contra el COVID-19, cuando esté disponible la inyección.
El anuncio de Biden se produce después de que los CDC recomendaran el uso de mascarillas tanto en interiores como exteriores, porque Estados Unidos había «entrado en una fase de transmisión de alto nivel».
El pasado jueves Biden también le dijo a CNN que estaría dispuesto a recibir la vacuna en público, así se uniría a Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton que también han dicho que están preparados para vacunarse en público.
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Después de un mes de las elecciones en Estados Unidos, Biden está dispuesto a sentarse en la White House el 21 de enero. El expresidente afirmó que no haría una gran ceremonia debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
“Supongo que todavía habrá una ceremonia de plataforma, pero no sé cómo saldrá todo”, mencionó.
Estados Unidos se enfrenta a una de las peores crisis de salud en su historia, suma 14.8 millones de casos y 286 mil muertos.
