Hace unos días publicamos un artículo acerca de Tinder y cómo se puede conocer el amor verdadero.
No obstante, también hay historias que terminan con finales infelices, pues ha habido jóvenes que han sido víctimas del acoso, violación y asesinato.
Y es que esta aplicación de citas, a pesar de «esforzarse en fomentar una experiencia de usuario respetuosa», como indica la organización en su lista de términos y condiciones, no se hace responsable de la conducta de los usuarios dentro o fuera del servicio.
Pues al hacer «match», como se le llama a una persona que puede comunicarse a través de mensajes, se indica que hay una atracción mutua. Por lo tanto, la empresa insta a ser precavidos.
La Agencia Nacional del Crimen en Reino Unido publicó una investigación titulada Surgimiento de una nueva amenaza en las citas por internet, como resultado de un incremento de denuncias de violación en los últimos seis años, siendo 184.
En 2017, un joven en Perú, llamado Luís Ramírez, fue asesinado por una muchacha, en compañía de dos hombres. La víctima había conocido a su futura asesina en Tinder. Luego de una primera cita, tuvieron sexo. En un segundo encuentro, los tres victimarios lo esperaban para torturarlo y estrangularlo.
Otra historia es la de Sidney Loofe, quien fue asesinada y descuartizada por un hombre y una mujer en Estados Unidos. Su asesino, se cortó la garganta en pleno juicio, alegando que la otra acusada era inocente. Según declaraciones, ambos se dedicaban a buscar jóvenes para matarlas.
No queremos asustarte sino ayudarte. Por eso en Hypertexto te presentamos una lista hecha a base de entrevistas a usuarios de la red para detectar un perfil sospechoso:
Una fotografía
Daniela, como quiso que la llamaramos, tuvo match con un joven que estaba a 3 km de distancia. «Era un chico simpático. Enseguida me escribió, yo le respondí, todo iba bien», dijo.
Wilfredo, presunto nombre del usuario, solo había publicado una foto. Cuando ella le preguntó, él respondía que se vieran en persona. Una semana después aceptó, pues sus conversaciones eran fluidas y naturales, algo que buscaba.
Cuando se encontraron, el individuo era el mismo del perfil. Daniela sintió alivio hasta que él no la dejó salir del automóvil. «¿No me creías, ah? Ahora te voy a hacer creer», le dijo. La dejó encerrada en el auto durante una hora aproximadamente. Luego Wilfredo llegó, le abrió la puerta y se fue.
En este caso, Daniela no sintió confianza hacia un perfil con una solo fotografía. Solo tomó el riesgo. «Desinstalé Tinder porque me da miedo tener una cita con alguien desconocido. No se sabe lo que hay detrás de las fotos, en mi caso sí era un perfil real pero eso no evitó que me hiciera eso».
Son muy sensuales
Domingo (nombre falso), hizo match con una «belleza», como todavía la recuerda. Era una muchacha que se encontraba a 12 km de distancia. Cinco fotos «infartantes» lo flecharon enseguida. Por suerte fue recíproco, o al menos eso creyó en ese momento.
Cuando se encontraron, no era la persona de las fotos. No le gustaba la frivolidad, ni tampoco era fan de las selfies, le dijo. «Caí por completo. Era demasiado bueno para ser verdad». Sin embargo, decidió salir con ella, una mujer de 34 años, nada agraciada físicamente.
Mantuvieron una relación durante meses pero Domingo no se sentía atraído. Cuando le comentó, ella no lo aceptó. Tanto que aún lo acosa llamándolo a diario. «Ella había escondido mi pasaporte. Me amenazó con romperlo si no volvíamos. Habíamos tenido planes de emigrar. No la creí capaz pero sí, lo rompió y me lo dejó en la puerta de mi casa».
Él no hace algo al respecto por temor a no ser tomado en serio. A su juicio, considera que cuando un hombre acosa a una mujer, la reacción es diferente. Hasta los momentos no piensa denunciar.
Fotos falsas
Mariela, quien también quiso ocultar su identidad, le dio like al perfil de un hombre que en realidad era un influencer argentino. Hablaron durante días, así pudo saber la dirección de ella, a qué se dedicaba y dónde trabajaba.
El hombre le confesó que no era el de las fotos. «Me dijo que era muy feo. Creó el perfil solo para atraer a alguien. Se sentía solo». Después de eso, ella dejó de escribirle. Luego, recibió un video en su WhatsApp.
Era el hombre, en un carro, diciéndole que estaba frente a su residencia, esperando que Mariela saliera para saludarlo. «Tengo media hora aquí esperándote. Te llamo y no me contestas. Dime cómo vamos a hacer entonces, responde».
Mariela lo ignoró. Algo que solo lo alteraba hasta el punto de enviarle notas de voz, fotos y videos que contenían el mismo mensaje: «Dime cómo vamos a hacer. Te estoy esperando justo en tu casa». Aún no lo denuncia, pues espera que se canse.
Sin biografía ni información adicional
Hicimos una encuesta a 14 personas, siete hombres y siete mujeres. El 90% confesó darle importancia a la información adicional de un perfil en Tinder como la biografía, edad, km y calidad de las fotos.
Cada uno es un dato que le permite a la otra persona, determinar si inspira confianza. De todos modos, revisamos 30 perfiles y solo 12 contaban con una descripción de sus gustos, hobbies y preferencias.
En caso de ser un usuario con bastante tráfico, es decir, recibe centenares de likes al día, la aplicación recomienda escribir algo acerca de él o ella. «Unas buenas fotos dicen más que el perfil pero el hecho de que no escriba algo de su vida, me hace desconfiar», dijo Alejandro, un joven adicto a la app, como se describió.
A pesar de estos testimonios, un perfil fidedigno puede también puede representar un riesgo. A pesar de todo, las historias con finales felices también pueden ser una realidad si se actúa con prudencia.