Tinder ha revolucionado la manera de conocer gente. Ya no se trata de un “flechazo” sino de un match y el término “atracción” fue sustituido por el feeling y por supuesto, cuando alguien llama la atención de otra persona esto se convierte en un crush.
Esta conocida red social nació en el 2012 y desde ese entonces sus números no han parado de crecer. Una investigación publicada por Pew Research en el 2017, reveló que en el 2013 el uso de la aplicación se disparó 10%; mientras que en el 2015, llegó a 27%.
La mayoría de los usuarios activos de Tinder tienen desde 18 años hasta 24. Los avances tecnológicos han incidido en el crecimiento de esta plataforma, es decir, para conocer gente no necesitas más que un smartphone.
Blind date?
El método tradicional de conocer amores está en peligro de extinción. En la década de los 50 y 60 las personas solían encontrar parejas en las iglesias, por medio de vecinos y amigos. En los años posteriores se volvió más común asistir a bares, restaurantes y reuniones de trabajos eran los escenarios indicados para hallar el amor.
Pero ahora la actualidad es distinta y según un estudio publicado por Universidad de Stanford (EE.UU.) revelan que 39% de parejas heterosexuales y 65% del mismo sexo se han conocido por medio de alguna aplicación en línea como Tinder o la competencia de esta Badoo.
El cortejo y el coqueteo también son acciones que se están quedando atrás, ahora en cambio lo más común es deslizar tu dedo hacia la izquierda o derecha, dependiendo cuál sea el caso.
¿Se trata de una blind date? Técnicamente no. Cuando el match está listo, la aplicación permite que esas dos personas entablen una “conversación” y después depende de las partes ir a una cita.
Era tecnosexual
El diario The Guardian asegura que esta es la era “tecnosexual” y es que por medio de aplicaciones como Tinder, Grindr o Badoo las personas tienen probabilidades de mejorar su vida sexual.
En el artículo The Tinder effect: psychology of dating in the technosexual era, publicado el 17 de 2014, aseguran que estas aplicaciones tienen un efecto psicológico en los usuarios.
De acuerdo a la investigación, las atracciones en línea son mucho más atractivas que las reales. El proceso de “cita” se ha ido más allá de “charlar”, más bien se ha sexualizado y han nacido conceptos como “sexting”.
Esta práctica consiste en compartir mensajes, imágenes y audios con un tono sensual, por medio de aplicaciones móviles como Whatsapp y Telegram.
Tinder se ha ganado la confianza de los usuarios y todos tienen una cualidad en común: La soltería, aunque el estudio asegura que no es una garantía de que todos los perfiles sean reales, para un gran porcentaje es importante arriesgarse.
¿Qué otra característica tiene esta red social que gusta tanto? The Guardian señala que emula una cita real y que el poder está en los dedos de los usuarios. “Resulta que las personas son más superficiales de lo que pensaban los psicólogos” y esto justifica que prefiera juzgar más de 20 imágenes unos minutos que pasar tiempo con un potencial pretendiente.
Aunque pareciera que en la era digital el romanticismo está a punto de terminar, hay fechas como San Valentín que aún lo mantienen vivo. Lo cierto es que el ritmo de vida cambia cada vez más rápido la verdad hay un gran porcentaje que prefiere “ligar” desde casa que frecuentar sitios para conocer nuevas personas.
Francesc Núñez, sociólogo y profesor de Estudios de Arte y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), le dijo a La Vanguardia, el 15 de febrero de 2019, que las redes sociales han cambiado –por completo- la arquitectura del amor en pareja y que “Internet ha roto barreras como la de clase o la de etnia y ahora puedes elegir entre centenares de perfiles”.
A better life?
Hay personas que consideran que estas apps mejoraron en gran medida la confianza en sí mismos. Thiago Álvarez, 26 años, conversó con Hypertexto y comentó que durante un largo tiempo se ha dedicado a probar distintas redes sociales para conseguir “citas”.
“He probado distintas apps, comencé con Grindr y Tinder al mismo tiempo, después probé Growlr, Scruff, Romeo, Happn, Badoo y OkCupid. En cuanto a los cambios en mi vida, puedo decir que de alguna forma Grindr me ayudó a comenzar con una vida sexual y mantener cierto anonimato” menciona Álvarez.
Para cada usuario la experiencia es distinta, Álvarez agrega que para usar Tinder es importante tener autoestima. “Conozco personas que han cerrado su cuenta porque no han tenido ningún match, en ese caso siempre es importante tener una buena foto de perfil”, finalizó.
“De Tinder me ha quedado amistades y he podido salir con algunas chicas. Cuando comencé no tenía ningunas expectativas y por el momento mantengo mi cuenta activa, solo estoy disfrutando el viaje”, expresó Frank Jove de 25 años.
El mundo de las apps cada vez es más amplio, estas se adaptan según las necesidades de los usuarios. Isaac Hernández de 23 años, comenta “Yo estuve en Tinder, Grindr y Scruff. Me aburrí muy rápido de los match en Tinder y en Scruff no fue fácil cuadrar nada. Scruff es una red social más dedicada a los fetiches y osos”.
Hernández explica que el término “oso” en el mundo homosexual es un concepto que se lo acuñan a los hombres de contextura gruesa.
El romanticismo está cambiando y continuará así de acuerdo a los avances tecnológicos. Enviar cartas quedó en el pasado, al igual que las flores, ahora vale más un “like” para conseguir ese preciado “match”.