El mundo digital es como el analógico: hay status, personalidades, y otros aspectos ligados a lo social. Las redes sociales son plataformas donde se proyectan maneras de ser, hablar, y ver. Una foto, comentario, like o compartir… todos estos elementos recurrentes nos representan en un perfil, bien sea de Facebook, Twitter, e Instagram, entre las más populares. ¿Es igual en lo offline?
De acuerdo a Pew Research Center, siete de diez estadounidenses se conectan entre sí para interactuar con el contenido de las noticias, compartir información y entretenerse cuando en 2005, tan solo el 5% de la población lo hacía.
Por supuesto, las dinámicas de ese entonces no eran iguales a las de hoy, donde hay más variedad de plataformas que a su vez se actualizan de acuerdo al comportamiento de los públicos.
Esta es una muestra no solo del evidente incremento de usuarios. También indica que las generaciones hacen del mundo digital un hogar más, adaptándolo a comportamientos naturales.
Una determinada información ofrece al receptor la capacidad de interpretar los códigos del emisor. Por ejemplo, una mujer que luce una prenda que la haga sentirse sexy mientras camina en la calle. Esto no se diferencia mucho de cuando se publica una foto donde luce igual. Los piropos de los mecánicos que ella ignora también son “dejados en visto”, si le escriben al privado.
Depende del perfil. Hay usuarios que mienten en sus nombres por un fin. Incluso se valen de avatares para sustraer algo que llame su atención. Desde acosar a alguien, como investigar su círculo social. Mientras más fotos y comentarios, más datos útiles.
Algo parecido a cuando alguien miente o falsifica su identidad para un fin determinado. Ambos escenarios sociales se prestan para que los integrantes sean juzgados precisamente porque ocultan su identidad por alguna razón específica.
Redes sociales más populares
A medida que más estadounidenses han adoptado las redes sociales, la base de usuarios también se ha vuelto más representativa de la población en general.
Los adultos jóvenes se encontraban entre los primeros en adoptar las RRSS y continúan usando estos sitios a altos niveles, pero el uso por parte de los adultos mayores ha aumentado en los últimos años.
Gráfico cortesía de Pew Research Center.
YouTube y Facebook son las plataformas en línea más utilizadas, y su base de usuarios es la más representativa de la población en general. Otros estadounidenses usan sitios como Twitter, Pinterest, Instagram y LinkedIn.
Gráfico de Pew Research Center.
Para muchos, las redes sociales son parte de su rutina diaria. Aproximadamente tres cuartos de los usuarios de Facebook, y alrededor de seis de cada diez usuarios de Instagram, visitan estos sitios al menos una vez al día.
Del mismo modo, la gran mayoría de los Millennials (86%) dicen que usan las redes sociales, en comparación con las proporciones más pequeñas entre las generaciones anteriores.
A pesar esto no ha habido cambios significativos desde 2012, las proporciones de Gen Xers, Boomers y Silents que consumen el social media han aumentado al menos 10 puntos porcentuales durante este período.
No todo es positivo. 2018 fue el año del escándalo de Cambridge Analytica, una empresa de consultoría política que adquirió datos de millones de personas gracias a Facebook según una investigación de The New York Times y The Guardian. Un año después se confirmó que la empresa de Mark Zuckerberg debe pagar una multa de US$ 5 mil millones.
A raíz de este suceso, de acuerdo a una encuesta de Pew research Center, los estadounidenses fueron menos positivos sobre el impacto social de Internet el año pasado que cuatro años antes. Las opiniones de la Generación X fueron las que más disminuyeron en ese momento.
En 2014, el 80% creía que Internet había sido principalmente algo positivo para la sociedad, un número que cayó al 69% en 2018.
Pirámide de Maslow
Sin embargo, esto no quiere decir que la gente dejará de utilizar las RRSS. Todo lo contrario debido a que ya son una necesidad. La respuesta se vincula con la teoría de La Pirámide de Maslow.
Se entiende como la jerarquización de las necesidades inspiradas en la fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento, y autorrealización. Las últimas tres se asemejan al mundo offline, porque se desarrollan mediante la interacción, caracterizada por ser social, incluyendo lo individual.
Por ejemplo, la afiliación incluye la intimidad sexual. ¿Cuántas personas se masturban en sesiones de sexo cibernético? ¿Cuántas lo hacen encerradas en sus cuartos, baños, o quién sabe qué lugares, pensando las mismas morbosidades? La satisfacción no se cohíbe por barrera alguna.
En el autoreconocimiento figuran el éxito, la confianza, y el respeto. Estas son expuestas en las redes sociales mediante frases motivadoras que sacaron de la primera página del buscador. Según el concepto de tales necesidades del individuo, variará el contenido, tanto en el mundo online como en el offline.
Ese es el caso de alguien dedicado a publicar fotografías del automóvil que compró con esfuerzo. No se diferencia mucho de quien suele hablar amorosamente acerca del mismo automóvil, mientras coquetea en una disco.
La aceptación, demostración e imitación son puntos claves, y todos se retroalimentan cuando un comentario positivo o un like son despertados por el emisor. Los refuerzos de este tipo son abundantes en las redes sociales.
¿Quién no se siente bien al recibir respuestas que satisfacen sus deseos? Se trata de una motivación importante para el ser humano, porque junto al sexo y comida, se convierten en una forma de gratificación, donde la aprobación afectará o motivará la vida de cada quien. En fiestas u otro tipo de encuentros, se repiten tales patrones.
Se suele diferenciar que un perfil de Instagram no es lo mismo a estar en una plaza. En cierta parte, se acierta cuando se trata de personas tímidas que son más espontáneas en el momento de conversar o compartir una información mediante un dispositivo.
También hay quienes suelen proyectar una vida soñada. Una vez, un chico le dijo a otro: “Él se la pasa publicando sus fotos en el Facebook mostrando su carro y moto. Parecen de película. Pero la otra vez lo vi en un autobús”. O el otro le envidia las sospechosas pertenencias, o casualmente ese día había llevado sus medios de transporte a un taller mecánico.
Los medios son instrumentos pensados por y para humanos. Es evidente que el resultado será humano. Por lo tanto, no escapan de los mismos errores y tensiones producidas entre las relaciones sociales.