Israel planea anexar a su territorio 30 % de Cisjordania, ¿Qué significa esto? En teoría Palestina quedaría un poco más aislada y con menos posibilidad de cumplir su sueño de ser un país.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, condenó esta iniciativa de Israel y declaró que es “ilegal y punto”.
“Insto a Israel a que escuche a sus exdirigentes y generales, así como a las múltiples voces en todo del mundo que le advierten de no proseguir por este peligroso camino”, señaló en un comunicado.
Además, enfatizó que esta decisión podría ser desastrosa tanto para Israel como para los palestinos.
Bachelet no es la única que se ha pronunciado en contra de esta iniciativa del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Un panel de 60 expertos en Derechos Humanos hicieron un llamado a la comunidad internacional para que condenen esta decisión.
A su vez criticaron “El papel de Estados Unidos al apoyar y alentar los proyectos ilegales de Israel”, cabe recordar que la potencia norteamericana se ha convertido en el principal apoyo del país judío.
¿El acuerdo del siglo?
Cisjordania es un territorio que comparten Palestina e Israel, este limita en el norte, sur y oeste con el país judío y en el este con Jordania.
El problema surge porque el estatus de este territorio es incierto, ya que desde la Guerra de Medio Oriente, mejor conocida como la Guerra de los Seis Días, en 1967, no se ha logrado definir a quién le pertenece.
Entonces, tanto israelíes como palestinos afirman tener derecho sobre esas tierras.
Este plan de Netanyahu viene apañado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En un plan que Trump llamó “el acuerdo del siglo” contempla la idea de que el Estado Judío anexe 30% de Cisjordania.
Si esto se logra ocuparían gran parte del Valle de Jordania, una zona estratégica para que Israel pueda crear una frontera con Jordania, tal como sostiene BBC Mundo.
En el documento presentado por la administración republicana propone que el Estado palestino se quede con lo que resta de Cisjordania y la Franja de Gaza, indica que estos dos territorios se conectarían por medio de túneles.
Momento político
Esta aspiración del Primer Ministro israelí viene acompañada de un momento político importante. Al ganar las elecciones parlamentarias en marzo de este año, una de sus promesas principales era acelerar el proceso de anexión de los asentamientos judíos en Cisjordania y reforzar lazos con los colonos (israelíes) que habitan en este territorio.
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Esto sin duda, haría que su popularidad aumente dentro del país, no olvidando que en el pasado enfrentó un juicio de soborno, fraude y abuso de confianza.
Por otra parte, la urgencia de cumplir este “acuerdo” viene motivado por el hecho de que este año Trump se enfrenta a las elecciones presidenciales,
Y cabe recordar que casi todas las encuestas dan al inquilino de la Casa Blanca como el perdedor de la contienda.
Sin apoyo internacional
El apoyo internacional de Israel sobre la anexión de Cisjordania es casi nula. Diversos países del mundo se han pronunciado en contra entre ellos Francia, Alemania y Reino Unido.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, declaró que:
“La decisión de anexión no podría quedar sin consecuencias y estamos examinando diferentes opciones a nivel nacional y también en coordinación con nuestros principales socios europeos”.
A este anuncio también se sumó Alemania, la embajadora de este país en los territorios ocupados por Palestina, Susanne Wasum-Rainer advirtió que su país no aceptará esta anexión por parte de Israel.
Boris Johnson, Primer Ministro de Reino Unido, escribió en el periódico israelí Yedioth Ahronoth que él se considera un “defensor” de la causa de Israel, sin embargo, no considera prudente la anexión de 30% de Cisjordania.
Y aseveró que “espera” que este plan no continúe, porque de lo contrario Reino Unido no lo reconocerá. Solo reconocerá las líneas establecidas después de la Guerra de los Seis Días en 1967.
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Cada vez más estados se pronuncian en contra de la posición adoptada por Israel, pero su principal aliado: Estados Unidos se mantiene firme. ¿Hay intereses particulares de Trump?
Trump cuenta con un apoyo importante de los evangélicos blancos de Estados Unidos, además esta religión siente fuertes lazos con Israel debido a su conexión religiosa.
Esto puede significar una cosa: Trump desea mantener contento a este grupo de electores y asegurar su apoyo en las elecciones de noviembre.
Una posición poco neutral
A diferencia de otros presidentes estadounidenses, la posición de Donald Trump respecto al conflicto palestino-israelí ha sido contundente.
El “acuerdo del siglo” fue impulsado por su yerno y asesor, Jared Kushner, este significó un “gran respaldo” a Israel, dejando a Palestina en un lado.
El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) rechazó las propuestas de Trump.
Incluso desde el inició de su gestión no se ha suscitado ninguna reunión entre ambas administraciones.
El Presidente pretende mantener el control geopolítico de Israel para asegurar sus intereses en la región.
Incluso no fue el primer movimiento pro-israelí de Trump.
En el 2018, Estados Unidos recortó los fondos de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), según sus siglas en inglés.
El argumento del gobierno de Trump fue que esta organización es “irremediablemente defectuosa”.
En ese año también decidió trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalé.
Esta decisión desencadenó protestas por parte de los palestinos, quienes consideraron este movimiento ilegítimo.
La visión de Trump sobre el conflicto entre Israel y Palestina ha sido criticado por diversos medios de comunicación estadounidenses. La editorial del Financial Times opinó:
“Muchos israelíes pueden considerar la anexión como una victoria, pero la destrucción de las esperanzas palestinas de un acuerdo que acumulará mayores problemas para el futuro. (…) Si el mundo exterior le permite al Sr. Netanyahu seguir adelante con sus planes, tendrá alguna responsabilidad en las consecuencias. Es hora de un tsunami diplomático”.
Por lo pronto, Palestina aún continúa manteniendo respiros de alivio, ya que Estados Unidos aún no dado su aprobación para la tan pronta anexión de 30% de Cisjordania a Israel.
