En enero un devastador terremoto (magnitud 6.4) sacudió a Puerto Rico y sumado a lo ocurrido con el huracán María en el 2017 la isla no es la misma. El último desastre natural dejó fuertes pérdidas y después de dos meses 30.000 estudiantes de la región sur regresaron a las aulas.
Sin embargo, hay altas probabilidades de que ocurra otro terremoto, según lo que indicó el Servicio Geológico de los Estados Unidos, y las escuelas no están preparadas para tal impacto.
El sismo ocurrió el 7 de enero y destrozó 84 escuelas, esto representa 10% de las escuelas públicas de Puerto Rico. Además, dejó un muerto y al menos ocho heridos.
Después de lo ocurrido, el Departamento de Educación empezó a abrir las escuelas semana a semana, pero hubo zonas más perjudicadas que otras como Peñuelas. Esta situación llevó a que los maestros tomaran la decisión de comenzar a dar clases en carpas.
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Una de las áreas que más afectó el terremoto fue el sistema educativo. De acuerdo al Centro Educativo de Puerto Rico la recesión económica y los desastres naturales obligaron a las escuelas a cerrar las puertas entre 2006 y 2018.
Odette Báez, directora de una escuela local y miembro del Sindicato de Maestros creó la Escuela Pública Vive, asegura que desde el terremoto al menos 100 estudiantes no han vuelto a clases, según informó Vice.
Estado Libre Asociado
Este sismo fue catalogado como uno de los peores en la historia de Puerto Rico. Eso llevó a la gobernadora a declarar un estado de emergencia. El territorio estadounidense está ubicado en las placas tectónicas de América del Norte y el Caribe, una de las razones de que sea propenso a sismos.
Días después del terremoto, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) estimó que las pérdidas ascendían los $100 millones de dólares.
De hecho, sumado a los problemas económicos de la isla este panorama no es alentador. Puerto Rico es un Estado Libre Asociado, no es un país y tampoco un estado de Estados Unidos. Aun así, su economía depende en gran parte del gigante americano.
Luego de lo ocurrido con el huracán María, la isla se declaró en bancarrota con la finalidad de restaurar la millonaria deuda. Para el año pasado, el diario The New York Times estimó que la deuda era de aproximadamente 129.000 millones de dólares.
Un proceso lento
Cuando ocurrió el terremoto en enero, la isla todavía se estaba recuperando de los daños del huracán María. Un mes después del sismo de enero, gran parte de la población estaba viviendo en tiendas y pocos habían retomado sus vidas.
El proceso de recuperación ha sido lento. A finales de febrero, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para enviar más ayuda a la isla, sin embargo, esta regla no ha sido discutida en el Senado y se desconoce si existen probabilidades de que sea aceptada.
El objetivo del proyecto es enviar recursos para la recuperación, más que todo en la parte sur de la isla que ha tenido un proceso de recuperación lento y sin los fondos de Estados Unidos es casi imposible que sea reconstruida, tal como lo da a entender Vox.
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Se derrumbaron más de 800 viviendas y ahora son solo escombros, esto llevó a que los ciudadanos se refugiaran en carpas. Además de esto, la atención médica es precaria en la isla.
Debido a su ubicación geográfica la isla es propensa a este tipo de desastres naturales. Después del terremoto de magnitud 6.4, cuatro días después ocurrió otro terremoto que se ubicó en 6.0.
Una de las zonas más afectada es Guánica, la ciudad que se convirtió en el epicentro del sismo. Días después de lo ocurrido, puertorriqueños le relataron a The Guardian que estaban viviendo sin agua, sin alimentos y que la atención gubernamental era mínima.
Otras localidades que fueron golpeadas por el desastre natural fueron: Guayanilla, Peñuelas, Ponce, Utuado y Yauco.
¿Ayuda de Estados Unidos?
El Ejército de los Estados Unidos se encargó de construir albergue a los desplazados, esto después de que el segundo terremoto (6.0) causara deslizamiento de tierra en toda la parte sur de la isla.
Pese a esto, la administración de Donald Trump limitó los recursos a la isla, de acuerdo a la información divulgada por The New York Times. Esa decisión implicó bloquear dinero para la reconstrucción de la red eléctrica de la isla y la reducción del salario mínimo en proyectos financiados por el gobierno.
Incluso miembros del gobierno de Trump admitieron que continuarían los apagones eléctricos en la isla.
Otras condiciones establecidas por el Presidente son que el gobierno de Puerto Rico tendrá que presentar planes de presupuesto a su junta de control fiscal para así hacer seguimiento de dónde va el dinero.
La segunda es reforzar su base de datos de registro de propiedades, esto para acceder a los $8.3 mil millones de dólares en fondos de prevención de desastres y $8.2 mil millones de dólares en fondos de recuperación.
«El gobierno de Puerto Rico ya se esforzaba por gastar dinero federal bajo restricciones anteriores. Las nuevas condiciones lo harán mucho más difícil”, escriben en el Times.
Nydia M. Velázquez, demócrata de Nueva York y la primera mujer puertorriqueña elegida para la Cámara de Representantes se quejó y dijo “¿Por qué Puerto Rico siempre está sujeto a diferentes estándares cuando se trata de esta administración?”.
Trump en diferentes oportunidades ha expresado que el dinero que envía Estados Unidos a la isla “no se gasta bien”, debido a los antecedentes de corrupción del Estado Libre Asociado.