A pesar que se hable de una era de la información y de un mundo hiperconectado, en Estados Unidos los niños no están leyendo ni cuentan con una óptima retentiva. Si las herramientas están al alcance, ¿por qué sucede?
De acuerdo a la Evaluación Nacional del Progreso Educativo, el 32% de los alumnos de cuarto grado y el 24% de los alumnos de octavo grado no leen en un nivel básico. Menos del 40% son competentes o avanzados.
Un análisis publicado en el sitio web de la National Public Radio (NPR), indica que los educadores relacionan el problema con la pobreza. Como contrapunto a tal «excusa», la autora del artículo contrasta refiriéndose a un caso.
Es el de Belén, una ciudad ubicada en el este de Pennsylvania. Según el testimonio del director académico de la ciudad, Jack Silva, los estudiantes de las escuelas más ricas y pobres no leían muy bien.
«Los desafíos de lectura suelen afectar a alumnos de preescolar y kindergarten», se lee en un artículo publicado por la ONG (Organización no gubernamental), Understood, integrada por profesionales de la educación, que estudia el tema.
«Los niños pueden tener dificultades para reconocer letras o palabras. Es posible que tengan problemas para pronunciar palabras, como decir «mawn lower» en lugar de «mower”. Pueden tomar mucho más tiempo que los otros para aprender el alfabeto y los días de la semana».
Una teoría incorrecta
La autora del reportaje de la NPR, Emily Hanford, cuestiona la teoría educativa. Según ella, está equivocada.
Para llegar a esta conclusión, cuenta la historia del director de alfabetización de Belén, Kim Harper, quien asistió a una reunión de desarrollo profesional en una de las escuelas primarias de menor rendimiento en el distrito.
«Los maestros estaban hablando sobre cómo los estudiantes deberían atacar las palabras en una historia. Cuando un niño llegaba a una palabra que no sabía, la maestra le decía que mirara la imagen y adivinara».
Para la maestra, lo más importante era entender el significado de la palabra pero no la palabra en sí. Por lo tanto, si un niño cree que caballo y pony son lo mismo, para los educadores, es lo mismo.
«Este consejo para un lector principiante se basa en una teoría influyente sobre la lectura que básicamente dice que las personas usan cosas como el contexto y las pistas visuales para leer palabras. La teoría asume que aprender a leer es un proceso natural y que con suficiente exposición al texto, los niños descubrirán cómo funcionan las palabras», escribe Handford.
Factores
Cuando los niños están el proceso de aprendizaje, un grupo se muestra renuente a hacer la tarea o a no querer ir a la escuela. El análisis de Understood indica que incluso el alumno suele pedir permiso para usar el baño durante las actividades de lectura en voz alta.
«Algunos niños solo necesitan más tiempo y práctica que otros para aprender habilidades de lectura. Otros pueden necesitar ayuda y apoyo adicionales para llegar allí».
La ONG aclara: cuando a los niños les cuesta, no significa que no sean inteligentes. Tampoco perezosos.
De hecho, se esfuerzan tanto como pueden. Solo necesitan apoyo para mejorar.
Cuando los pequeños están «atrasados» en sus habilidades de lectura, lo primero que deben observar es la edad que tengan. No todos desarrollan al mismo ritmo, y a algunos puede tomarles más tiempo.
Otro posible factor es la herencia. Las dificultades de lectura a menudo se dan en familias. «Si un familiar cercano tiene dificultades para leer, no sería sorprendente que su hijo también lo hiciera».
Dislexia
Algunos aprenden y piensan de manera diferente, esas diferencias pueden causar problemas. Esto incluye una dificultad común llamada dislexia.
Understood la define como la discapacidad de aprendizaje en la lectura. También influye en comprensión lectora, la ortografía y la escritura.
Para evaluar la fluidez, explica la ONG en un artículo, a los niños se les dan párrafos o una lista de palabras para leer en voz alta. El puntaje informa cuán precisos son y qué tan rápidos son.
When los niñospueden leer con fluidez, es una buena señal de que entienden. No obstante, algunos expertos -indica Understood-, creen que entre el 5 y el 10 por ciento de las personas padecen de dislexia. Otros dicen que hasta el 17% por ciento muestran signos de problemas.
¿Qué hacer?
El distrito de Belén ha invertido aproximadamente 3 millones de dólares desde 2015 en capacitación, materiales y apoyo para ayudar a sus maestros y directores de primaria a aprender la ciencia de la lectura y cómo se debe enseñar.
«Dado que el punto de partida para la lectura es sólido, es fundamental que los maestros tengan una comprensión profunda de esto», manifiesta Harold.
¿Qué es la science of reading? El experto en literatura, escritura y lectura, Timothy Shanahan, antes de responder aclara que Estados Unidos no cuenta con una inspección nacional de educación encargada de monitorear las tendencias en las aulas.
«(…) necesitamos aclarar un punto importante: la ciencia de la lectura incluye más que fonética y conciencia fonológica».
Es decir, la science of reading es la metodología que incluye morfología y vocabulario a través de enfoques de instructivos que aumentan la comprensión lectora al enseñar estrategias de pensamiento.
«Los niños aprenden más cuando los maestros proporcionan propósitos claros para las lecciones, cuando hay mucha interacción y cuando se explican claramente».
Las herramientas educativas están al alcance. Ya hay algunos ejemplos a seguir como el de de Belén, en un país como Estados Unidos, donde el deporte es una de las prioridades.
