Nacer, vivir y morir. Para la generación de NEETs o nini, como se le llama a jóvenes sin estudio, trabajo o formación, literalmente es así. Este término se ha diseminado por el mundo y fue incluido por primera vez en un informe, publicado en 1999 por el entonces primer ministro de Reino Unido, Tony Blair.
El británico lo presentó al Parlamento por motivo de la desocupación de jóvenes entre los 16 y 18 años de edad. En el documento aparece NEET, acrónimo en inglés de Not in employment. Y así fue como se les llamó en el resto del mundo con connotaciones similares.
El Diario El País comenzó a publicar reportajes del tema en español. Y es que España, después de Italia y Grecia, es uno de los países con más tasas de desempleo en Europa, figurando en 19.4% las edades de 15 a 29 según la OECD (The Organisation for Economic Co-operation and Development), Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.
La tasa más alta de desempleo de jóvenes americanos es la de Brasil (24.9%), luego Costa Rica Rica (23.1%), Colombia (22.7%), México (20.9%), Argentina (2.4%) y Estados Unidos (12.7%), país que ha reducido sus números desde 2013, año en el que alcanzó los 14 millones de desocupados. Sudáfrica con un 37.7%.
Bien sea la cantidad de población, son miles y millones de jóvenes desocupados de clase media y baja. En Hypertexto recopilamos las razones por las que surgen los nini y por qué su situación no mejora:
Sobreprotección paternal
El psicólogo argentino, Alejandro Schujman, publicó un libro llamado Generación Ni Ni (2013). En una entrevista para Infobae, habló acerca de sus preceptos. Indicó que la juventud desocupada es apática por no “armar un proyecto económico”.
La era digital causa la cultura del resultado, entendida como la ansiedad de esperar cambios significativos a corto plazo. «Da la fantasía de que todo puede venir rápidamente pero cuando apagas el monitor estamos con las manos vacías igual que antes de prenderlo».
Por otro lado, Schujman manifestó que la crianza es uno de los factores especialmente en la clase media y alta. «El 90% de las cosas que le pasan a nuestros hijos tienen que ver con lo que hacemos. Y eso es lo bueno y lo malo. Tenemos que hacer la vida amorosamente incómoda; dijo refiriéndose al confort y cómo debe ser reducido hasta no haber otro remedio que salir del segundo útero».
En el caso de la clase baja, los jóvenes provenientes de familias con pocos recursos, abandonan la escuela, algo que les dificulta obtener un empleo en el mercado laboral formal.
Además suelen abandonar la escuela a una edad más temprana porque no hay motivación. En otras ocasiones, forman una familia, aumentando la necesidad de tener ingresos, incluso sucumben a la delincuencia o al dinero fácil.
Aptitud
Una joven publicó en 2015 un video en su canal de Youtube, llamado Blue Mei, para manifestar su descontento hacia el sistema educativo de su país, España. Se describió como una estudiante destacada en secundaria, tanto que accedió a una de las «mejores universidades del país», como dijo.
A pesar de eso, no consiguió un trabajo. En su caso, es una muchacha con deseos de trabajar. No obstante, de seguir sin actividad laboral, formaría parte del 19.4% de jóvenes desocupados.
Jóvenes como ella son mantenidos. Incluso hay hijos que pretenden ser recibidos de nuevo en casa después de haberse independizado. En Barcelona hubo un caso donde un joven le reclamó a sus padres una pensión y la justicia le rechazó la petición.
«El desempleo y la sufrida informalidad afecta a la fuerza laboral, los jóvenes son los más afectados y peor aún si se trata de profesionales, exceptuando al reducido sector privilegiado egresado de universidades elitistas o algunos con vocación politiquera insertados en la burocracia», escribió un periodista colombiano en un artículo para La Nación.
Cuestión de innovación
No obstante, Mayra Castañeda, directora general del Congreso Iberoamericano de Calidad Educativa en México, dijo en una entrevista que las empresas del país buscan perfiles de profesionales «actualizados» de acuerdo a las velocidades del mercado.
Castañeda expresó que las universidades no enseñan a innovar y crear. «Les seguimos enseñando a mecanizar, a repetir, a seguir normas muy estructuradas, a todo quererlo organizar de manera estandarizada y queremos que ellos respondan a esta visión más de un operario que de un ejecutivo, de un creativo, de un inventor o de un desarrollador”.
Esto sucede en países subdesarrollados pero en Estados Unidos, la innovación juega otro papel a pesar de que hay una población importante de NEETs. Tan solo en 2015 se registraron 10.2 millones de personas desocupadas según una investigación de Pew Research Center.
Sin embargo, esto no significa que la tasa del desempleo se deba a los mismos problemas de América Latina. USA es el octavo país más innovador del mundo según una lista de la compañía financiera Bloomberg.
Aún así, el problema no ha sido erradicado. La Organización de Naciones Unidos (ONU), propuso a través de un programa, que en 2030 no habrá más ninis.
Se trata de Generation Unlimited. Los objetivos del programa, lanzado en 2018, son dar un “mayor acceso” a servicios de salud, educación de calidad y trabajos productivos, además de apoyar la participación cívica y política. En su sitio web se puede leer más: «Generation Unlimited está desarrollando asociaciones entre países con el fin de apoyar agendas de inversión».
A la par, la situación de millones de jóvenes en el mundo sigue igual. Las de unos por decisión, desánimo y exclusión social, y la de otros por falta de capacidad de formar parte de un mercado laboral y competitivo.