Puede parecer contradictorio, pero hay latinos que apoyan al presidente Trump. Se trata de un sector de tendencia conservadora. Incluso el mandatario tuiteó que un 50% de la comunidad lo respalda.
Dato que contrasta el resultado de una encuesta realizada por Telemundo en octubre de 2019. De acuerdo a la investigación, es probable que el magnate obtenga entre el 25% y el 30% de los resultados electores por parte de la comunidad hispana.
«A muchos niveles, seguimos siendo una comunidad que apoya los principios conservadores y donde muchos rechazan la etiqueta de liberal. Pero mientras más del 70 por ciento de los latinos se identifica como conservador o moderado, y por ende deberían estar abiertos a argumentos que vengan de candidatos de centro-derecha-, solo el 16 por ciento dice ser republicano», escribe el autor de un artículo publicado en Univision.
De hecho, hay organizaciones como la Asociación Latina para los Principios Conservadores que se dedican a preservar y propagar sus principios.
«La doble misión de la Alianza es obtener un mayor apoyo latino para causas y candidatos conservadores y, al mismo tiempo, alentar al movimiento conservador a apoyar a grupos latinos, líderes y candidatos, así como políticas que sean acogedoras para los inmigrantes latinos», indican en su sitio web.
El voto latino importa
En 2016 Trump obtuvo el 28% del voto latino, señala el Pew Research Center. A pesar de haber perdido con la entonces candidata, Hillary Clinton, lo hizo mejor que el senador Bob Dole, quien obtuvo el 21% del voto latino en 1996, y el senador Mitt Romney, que obtuvo el 27% en 2012.
Los votantes latinos cuentan mucho. Tres razones: son una población joven que está agregando nuevos votantes a un ritmo acelerado.
Ahora están listos para ser el grupo minoritario racial o étnico más grande que sea elegible para votar en una elección presidencial, según el Pew.
¿Es Trump anti latino?
Como presidente, Trump indultó al sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, después de que el ex agente de la ley fuera declarado culpable de discriminación racial y desafiando las órdenes judiciales.
Por otro lado, se opone a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), donde más de 700 mil jóvenes están potencialmente sujetos a deportación.
Durante la administración de Trump, la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes separó a miles de familias de refugiados hasta el punto de que cerca de 70 mil niños inmigrantes estuvieron bajo custodia de los EE. UU.
Trump a menudo habla de cómo Estados Unidos se enfrenta a una «invasión» desde el sur. Esa es la misma palabra que Patrick Crusius, de 21 años, usó en un manifiesto racista que escribió antes de entrar a un Walmart en El Paso, Texas, el 3 de agosto para, como supuestamente le dijo a la policía, «matar a tantos mexicanos como sea posible». Crucius mató a 22 personas, muchas de ellas mexicanas e hirieron a otras 25.
Cando Trump viajó a Nuevo México para cortejar a los latinos conservadores, se refirió al comentarista de CNN Steve Cortes, un inmigrante colombiano pro Trump que el presidente declaró «parece más un WASP (blanco, anglosajón y protestante) que yo». Trump le preguntó: «¿Quién te gusta más, el país o los hispanos?» Cortés respondió: «El país».
Lo que piensan los latinos conservadores
Hypertexto le pregunta a Juan Medina, de origen venezolano y que vive en Florida desde hace 20 años, si latinos como Cortes están en los correcto de pensar así.
«Estas personas no son realmente latinas. Son «post-latinos. Se ven a sí mismos como estadounidenses. Son ambivalentes sobre su herencia, parientes, antepasados. No se ofenden cuando Trump insulta a los inmigrantes mexicanos porque, incluso para los mexicoamericanos, ven a las personas de las que habla como otra especie», dice Medina.
En cuanto a su visión en torno a la administración del presidente, considera que a pesar de todo está haciendo un buen trabajo. Pues a su juicio, los medios de comunicación se han encargado de darle una «dura» batalla.
«Él no es racista o anti latino, simplemente quiere lo mejor para los ciudadanos estadounidenses. Si eso implica configurar ciertas cosas para evitar gente indeseable, sin importar de dónde sea, está trabajando correctamente».
No todos son indeseables
Deisy López, quien vive en Estados Unidos desde hace 4 años en condición de ilegal, piensa diferente. Ella considera que es una mujer de principios y valores cristianos.
«Si pudiera votar, lo haría por un demócrata porque con Trump creo que quienes somos gente de bien, igual no tenemos oportunidades de ser respetados en lo legal y moral».
Esta opinión contrasta la de una serie de entrevistados por BBC Mundo en 2012, cuando se disputaban unas elecciones primarias por parte del Partido Republicano para enfrentar al entonces presidente, Barack Obama.
«Estoy en un poco de conflicto (con los republicanos) por la situación del inmigrante», manifiesta Janie Flores. «En estos años he visto que muchas familias que llevan muchos años acá han sido divididas porque un miembro es deportado. Eso es lo que yo quiero ver: entre todos los candidatos, cuál es el que tiene la mejor solución», agrega.
Lo que López no imaginaba en ese entonces, era una victoria de Trump años después. Ahora el gobierno busca captar más votantes de origen hispanoamericano para una reelección.