Si durante el día no puedes pasar más de 15 minutos sin ver el Smartphone, probablemente seas adicto a él. En promedio los estadounidenses revisan 52 veces al día su teléfono inteligente, según datos aportados por Deloitte el 2018.
Aunque otros estudios señalan que el número es mayor, tal como la empresa tecnológica Asurion, la cual afirma que son 80. Este hecho hace sea más común la enfermedad del “cuello tecnológico”.
El “cuello tecnológico” es considerada uno de los males del siglo XXI y le puede suceder a cualquier persona y más a aquellas que trabajan al frente de una computadora y, en efecto, depende de su Smartphone.
La enfermedad se puede manifestar en cualquier escenario: mientras caminas, en la oficina, en el hogar y los principales síntomas son espasmos en el cuello, fuertes dolores de cabeza y ruidos articulares en el hombro.
Nomophobia
Nomophobia palabra que en español significa “nomofobia” es el miedo irracional a no tener el teléfono celular cerca. Dentro de este concepto también entran acciones como la desesperación que experimentan algunas personas cuando no pueden leer un mensaje rápido o no revisan las redes sociales.
In fact, mientras que algunos expertos se debaten si pasar tanto tiempo al frente del teléfono inteligente es una adicción o no, las estadísticas no paran de crecer.
De acuerdo a datos aportados por la plataforma Bank My Cell, afirman que 86 % de los usuarios revisan (al menos una vez) su teléfono celular mientras conversan con algún amigo o familiar.
Otro número indica que el 69% de los smartphone users revisa el dispositivo cinco minutos después de despertar. Mientras que 80% chequea el cellphone una hora antes de acostarse a dormir.
Estas estadísticas demuestran que esta adicción es real y cada vez crece más dentro de Estados Unidos. Actually, el estudio apunta que existen diversos factores que influyen en la nomofobia.
Entre ellos destacan las aplicaciones de citas, el cybersex y, por supuesto, la pornografía que circula en Internet.
De esta misma manera, también están las apuestas, los juegos en línea, las redes sociales y cualquier contenido que se encargue de “entretener”.
Debate
Wendy Wood, quien pronto publicará su libro “Cómo dejar de mirar el teléfono tan a menudo”, le dijo a Los Ángeles Times que el uso del teléfono mientras se esté omnipresente no es considerado una “adicción”.
Para ella esta palabra está ligada más hacia el uso de las drogas, pero en el caso del teléfono no aplica y es simplemente “Para la mayoría de la gente, el uso del teléfono es más un hábito que aún no hemos descubierto cómo controlar”.
In fact, para otros especialistas el uso desmedido de los Smartphones sí es una adicción y es más común en los adolescentes o la llamada Generación Z.
Julie Albright, autora del libro “Left to Their Own Devices: How Digital Natives Are Reshaping the American Dream”, le dijo al mismo medio de comunicación que para ella el término “adicción” no encajaba para definir esta situación, pero que ahora piensa lo contrario.
Enfatizó que en la universidad en donde trabaja, University of Southern California, una madre de una de las hermandades comentó que ahora los jóvenes han perdido la habilidad de conversar fuera de los teléfonos celulares.
Digital Detox
Por supuesto, la nomophobia ha traído consigo la necesidad de la “digital detox”, es decir, la desintoxicación digital.
Es un tratamiento en el cual el usuario deja de lado los aparatos electrónicos e intenta mantener una relación más sana con ellos.
De acuerdo a Google Trend desde el 2018 se ha incrementado el número de búsqueda de este término. Todo indica que a diario hay más personas interesadas en conocer cómo pueden bajar los niveles de uso del Smartphone.
En los adolescentes, en especial, el uso del teléfono incrementa las posibilidades de que padezcan algún tipo de enfermedad mental.
Datos recientes afirman que los adolescentes que pasan más de cinco horas usando el teléfono celular tienen 71 % de probabilidad de tener pensamientos suicidas, en comparación a aquellos que solo lo usan una hora.
Por supuesto, los dispositivos móviles y ordenadores también influyen en la falta de sueño de los adolescentes. El estudio indica que 51 % de la muestra demostró tener problemas relacionados al insomnio, mientras que los chicos que pasan menos horas en los Smartphone duermen más.
Help
La Digital Detox ha hecho que surjan distintas organizaciones que se encargan de ayudar y proporcionar las herramientas necesarias para dejar la adicción a los dispositivos electrónicos de lado.
De esta misma manera, la red está inundada de podcast, artículos, videos, libros, y audiolibros que contienen la suficiente información para dejar de mirar el celular cada 15 minutos. También resulta increíble cómo han surgido organizaciones que ofrecen campamentos y especies de retiros para tratar esta adicción.
Uno de los programas más populares en los últimos tiempos es Whole Life Challenge. Un reto digital en el que las personas compiten con familiares y amigos, el objetivo de la competencia es crear mejores hábitos en áreas como nutrición, bienestar, sueño y ejercicio.
Su cofundador, Andy Petranek, le explicó a Los Ángeles Times que cuando corresponde el apartado de “bienestar” a menudo tocan el tema de la desintoxicación digital. Durante las comidas no está permitido el uso de los Smartphone y se les pide desactivar las notificaciones del móvil.
Indicios
Las personas que tienen nomophobia presentan una serie de síntomas y estos son algunos según CNN.
- Revisar el teléfono para saber la temperatura, sin tomar en cuenta que se puede observar a través de las ventanas.
- Cuando al levantar lo primero que hace es ver el teléfono y se lo lleva al baño.
- En el momento que el Smartphone cae en su rostro porque se está quedando dormido.
- Ver cómo quedaron fotografías que acaba de tomar, en lugar de disfrutar el momento que está viviendo.
- Cuando tiene que anotar toda una lista de pendientes en su celular, porque perdió la capacidad de retener la información.
Por otro lado, expertos recomiendan que para combatir el uso excesivo de los aparatos electrónicos es importante poder tomar la decisión de alejarse por un tiempo y estimular las relaciones sociales.
