Vivimos en un mundo hiperconectado. Sin internet la mayoría de las maravillas que brinda la era moderna simplemente desaparecen. El ciudadano contemporáneo compra, se informa, trabaja y se comunica a través de plataformas digitales.
No obstante, un porcentaje de la población estadounidense no las utiliza. Específicamente el 10% de los adultos, según un informe del Pew Research Center publicado este año.
La no adopción de internet está vinculada a una serie de variables demográficas, que incluyen la edad, el nivel educativo, los ingresos del hogar y el tipo de comunidad. Esto sucede a pesar de los programas gubernamentales y servicios sociales.
«Las personas mayores son mucho más propensas que los adultos más jóvenes a decir que nunca se conectan. Aunque la proporción de usuarios mayores de 65 años ha disminuido en 7 puntos porcentuales desde 2018, el 27% todavía no usa Internet», se lee en el reporte.
Aproximadamente tres de cada diez personas mayores de edad con educación menor a escuela secundaria, que comprenden un 29%, no forman parte del mundo digital, en comparación con el 35% en 2018.
La brecha salarial influye. Quienes ganan menos de US$30 mil al año son mucho más propensos que quienes cuentan con más capacidad de compra, siendo un 18% frente a un 2%.
Razones
Los estadounidenses rurales son más propensos. La población afroamericana e hispana suelen indicar que nunca se conectan.
Una encuesta de 2013 del Pew Research Center encontró algunas razones clave por las cuales algunas personas no usan internet. Un tercio de los usuarios indicó que no tenían interés en hacerlo.
Otro 32% dijó que el internet era difícil de usar, incluido el 8% de este grupo que dijo que eran «demasiado viejos para aprender». El costo también fue una barrera.
El 44% de los mayores de 65 años no se conectan en línea, frente al 17% de los que tienen entre 50 y 64 años, el 8% de los 30-49 y solo el 2% de los 18-29. En general, los adultos mayores de 65 años representan casi la mitad (49%) de los usuarios que no se conectan.
Si una persona cuenta con un título universitario o vive en un hogar de altos ingresos, es mucho más probable que use internet. Solo el 4% de los graduados universitarios no se conecta en comparación con el 41% de aquellos sin un título de secundaria.
En cambio si la persona reside en una zona rural es menos probable que forme parte del entorno digital. El 20% de los residentes rurales están desconectados, en comparación con el 14% de los urbanos y suburbanos.
La discapacidad también influye. Los discapacitados tienen menos probabilidades de usar Internet: el 46% de los adultos no se conectan, según un informe de 2011.
¿Se conectarán a internet?
Solo el 8% de los adultos sin conexión dicen que les gustaría comenzar a usar internet o el correo electrónico en el futuro, mientras que el 92% dijo no estar interesado.
El servicio de internet rápido y confiable es esencial para quienes desean conectarse algún día. Pues indicaron que sí es necesario mantenerse informados. Incluso encontrar trabajos a través de plataformas.
Un 34% adicional de los residentes rurales ven esto como un problema menor. Aproximadamente seis de cada diez estadounidenses (58%) creen que el acceso de alta velocidad es un problema en su área.
Las inquietudes sobre el acceso a internet de alta velocidad son compartidas por residentes rurales de diversos orígenes económicos. Por ejemplo, el 20% de los adultos rurales cuyo ingreso familiar es inferior a US $ 30 mil al año dice que es un problema importante.
Estos sentimientos también son similares para aquellas personas que estudiaron en una universidad.
La población más afectada
Sin embargo hay algunas diferencias por edad, por raza y etnia. Los residentes del área rural del país tienen más probabilidades. En otras áreas el acceso es un problema.
Las diferencias raciales y étnicas también están presentes en otros problemas percibidos para las comunidades, que van desde el tráfico hasta la delincuencia.
Durante años, los formuladores de políticas y los defensores han tratado de abordar las brechas relacionadas con la banda ancha entre las comunidades rurales y no rurales en suscripciones, infraestructura, rendimiento y competencia.
Los datos de la Comisión Federal de Comunicaciones muestran que las áreas rurales no están conectadas a servicios de banda ancha. También tienden a contar solo con velocidades de internet más lentas en comparación con otras áreas del país.
También hay menos proveedores de banda ancha que operan en los lugares de este tipo. ¿La razón? No es una prioridad porque los habitantes no pueden costear el servicio. Por eso se concentran en zonas urbanas.
Conclusión
Y aunque la brecha se ha reducido con el tiempo, hay un sector que sigue siendo menos propenso a tener una conexión a internet de alta velocidad en sus hogares. Siete de cada diez residentes suburbanos y dos tercios de los habitantes urbanos dicen que se suscriben a servicios de banda ancha en el hogar, en comparación con el 58% de los que no.
Más allá de las tasas más bajas, las personas que viven en zonas remotas tampoco tienen dispositivos móviles.
Si bien alrededor de dos tercios de los estadounidenses rurales poseen un teléfono inteligente, esas acciones aumentan a alrededor de ocho de cada diez entre quienes viven en ciudades (83%), o en los suburbios (78%), según datos de la organización.
Para algunos se trata de una situación económica. Para otros, solo es cuestión de educación. La realidad es que en un país como Estados Unidos, cuna de la sociedad contemporánea, hay gente distinta. Al parecer, el progreso va a paso lento.
