Donald Trump llegó a la White House con muchas promesas en cuanto a su política exterior. La más popular y conocida por casi todos es: El muro para separar la frontera de Estados Unidos y México. A diferencia de su relación con Enrique Peña Nieto, Trump y Andrés López Obrador han presumido de su “buena relación” y el muro no ha sido un tema importante.
Anyway, esto representa un cambio en la política exterior del presidente estadounidense, puesto que tres años después, en realidad, el muro no ha sido terminado.
Well, hasta el momento las acciones de Trump en Latinoamérica no parecen estar tan claras. En Hypertexto hicimos un resumen de los momentos claves de este año.
Caravanas de migrantes
La caravana de migrantes provenientes de Centroamérica es uno de los eventos más recordados de este año. Cifras históricas de personas provenientes, generalmente, de países como El Salvador, Guatemala y Honduras se dirigían a Estados Unidos.
Para llegar a esta nación, una de las paradas era México. Autoridades del país reconocieron que era la primera vez que se enfrentaban a una situación de esta magnitud.
“Se ha registrado un comportamiento inédito en el flujo migratorio centroamericano, especialmente el originado en Honduras”, dijo Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación.
Reacción Trump
¿Y cómo reaccionó Trump? La reacción de Trump fue presionar a México para detener el número de migrantes y los amenazó con imponer aranceles. Una amenaza que, con facilidad, podía hacerse realidad, dada la Trade War que vive su gobierno con China.
“El 10 de junio, EE.UU. impondrá un arancel del 5% a todas las importaciones que lleguen desde México, hasta que los inmigrantes ilegales dejen de llegar a nuestro país”, enfatizó Trump el 30 de mayo por medio de Twitter.
El gobierno de México respondió a esta condición. AMLO creó un nuevo cuerpo de seguridad catalogado como la Guardia Nacional, gran parte de estos funcinarios fueron enviados a la frontera con la finalidad de detener a los individuos que pretendían entrar sin documentación.
Y tiempo antes, el 6 de junio, las autoridades mexicanas detuvieron a dos organizadores de la caravana, quienes pertenecían a la Organización Sin Fines de Lucro, Pueblo Sin Fronteras, con la finalidad de reducir las medidas de presión por parte del gobierno de Estados Unidos.
“Terceros países seguros”
Desde un principio, Trump mostró una fuerte posición frente a los migrantes centroamericanos. Y esto formaba parte de su política exterior.
En marzo su administración decidió finalizar los programas de ayuda para los países conocidos como “El triángulo del Norte”, esto como una represalia para los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala por no hacer lo suficiente por detener la salida de sus ciudadanos.
Estos fondos eran usados en su mayoría para combatir la inseguridad, las extorsiones y el reclutamiento de jóvenes por parte de las pandillas que operan entre estas naciones. Estos territorios son considerados uno de los más peligrosos de Latinoamérica.
Después de esta contundente decisión, meses después Trump inició las negociaciones con Guatemala, Honduras y El Salvador para considerar a estos «terceros países seguros».
¿En qué consiste ser un “tercer país seguro”? Como lo explica la Voz de América, el término hace referencia a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y quiere decir que una nación puede negar alguna solicitud de asilo y remitirlo a un “tercer país seguro”.
Esto implica que cualquier migrante que desee solicitar refugio en Estados Unidos deberá pedirlo primero en alguno de los países mencionados.
Después de recortar la ayuda financiera para estos países con altos niveles de inseguridad, el Gobierno de Trump ahora los considera “países seguros”, esto evidenció un gran cambio de la administración en cuanto a su política exterior.
Cárteles de droga
Luego de la masacre de unos miembros de la familia méxico-estadounidense LeBaron, el inquilino de la White House aseguró borrar “de la faz de la tierra” al crimen organizado de México, señalados como los principales responsables de lo sucedido.
En este sentido, alegó en un programa de radio que su gobierno tenía “meses” estudiando la posibilidad de catalogar a los cárteles de drogas como organizaciones terroristas, un anuncio que inquietó –de gran manera- la tranquilidad del vecino país.
In fact, tiempo después de forma repentina el mandatario, el 7 de diciembre, por medio de un Twitter retiró dicha amenaza.
Alegó que todo se debe a la “buena relación” que mantiene con su homólogo Andrés Manuel López Obrador.
“Todo el trabajo necesario para declarar a los carteles mexicanos organizaciones terroristas ha sido completado”, señaló en el primer tweet.
“Estatutariamente estamos listos para hacerlo. Sin embargo, a petición de un hombre que me gusta y al que respeto, y que ha trabajado tan bien con nosotros, el presidente Andrés Manuel López Obrador, vamos a frenar esa designación y redoblar nuestros esfuerzos conjuntos para enfrentarnos decisivamente con estas organizaciones violentas y siempre crecientes”, finalizó.
¿Y Venezuela?
Estados Unidos fue el primer país en reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Desde el ascenso político de Guaidó, la Casa Blanca ha mostrado su apoyo en diferentes comunicaciones y también por medio de sanciones a funcionarios y empresas ligadas al considerado “gobierno de facto” de Nicolás Maduro.
However, aún no se conoce cuál es la estrategia política de Trump para separar a Maduro de Miraflores.
Incluso, la situación del país sudamericano ha ocasionado problemas internos dentro de la White House y un ejemplo claro es el ex-asesor de Seguridad, John Bolton, quien siempre mostró una posición firme con respecto a Venezuela e incluso llegó a afirmar que la única solución para el país era una “intervención militar”.
Mientras tanto, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Eliott Abrams, han optado por una posición más diplomática.
Sumado a esto, en las últimas semanas algunos medios de comunicación han señalado que el Presidente de Estados Unido está perdiendo la confianza en Guaidó.
Bloomberg señaló que Trump se siente algo frustrado porque Maduro no abandonó el poder en el tiempo que él esperaba. Aseguraron que la Casa Blanca está evaluando otras opciones para la nación de América del Sur.
Brasil y Argentina
Solo una semana antes de la toma de posesión del nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández, Trump decidió hacer un cambio en su política exterior.
En Twitter dijo que impondría aranceles al aluminio y acero lo que representó un duro golpe para la economía argentina que no está atravesando su mejor momento.
El alegato del mandatario guardó relación con las recientes devaluaciones que han sufrido las monedas de Brasil y Argentina en los últimos meses.
En sí, expertos aseguran que esta decisión de Trump es producto de una indirecta a China. Debido a las negociaciones de los países sudamericanos con la potencia asiática.
Por lo pronto, se puede decir que el único país en donde ha mantenido una posición estable ha sido Cuba. En la isla, dejó de lado las negociaciones que había impartido Obama y estableció nuevas sanciones para presionar al régimen de los Castro.