El coronavirus continúa extendiéndose con rapidez a lo largo de Estados Unidos. La Universidad Johns Hopkins (JHU) reportó el pasado jueves, 25 de junio, que el país llegó a un máximo de 40,000 infecciones por COVID-19 en un día.
En estados como Texas, Florida y Arizona hubo un aumento repentino de los casos, lo que llevó a las autoridades a pausar las actividades de reapertura. EE.UU. es la nación con más contagios en el mundo, acumulan un total de 2,597,383 infectados y 128,161 muertes.
BBC apunta que el aumento repentino de los casos se debe a un aumento de las pruebas. Incluso, los expertos de salud creen que el número de los casos es 10 veces mayor a las cifras informadas.
El Centro del Control de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés) alertó que 20 millones de estadounidenses pueden haber sido infectados con coronavirus. ¿Cómo llegaron a esta conclusión?
Los expertos anunciaron que se basan en pruebas de sangres recolectadas por todo el país con el fin de detectar la presencia de anticuerpos en la sangre.
Te puede interesar:
Aunque la administración de Donald Trump ha declarado que la situación está “bajo control” las pruebas parecen indicar lo contrario.
Desde el principio del brote la posición del Presidente ha sido criticada por sus controversiales declaraciones y acciones para abordar la crisis.
Dos días después de que se reportaran los primeros casos por coronavirus en Estados Unidos, el 22 de enero, Trump fue entrevistado por el canal de noticias CNBC y alegó que “Es solo una persona que vino de China y lo tenemos bajo control. Todo va a estar bien”.
Sin financiamiento
Y en medio de los aumentos de casos en el país, el gobierno anunció que le pondrá fin al financiamiento de 13 sitios que realizan pruebas de coronavirus basándose en casos comunitarios.
Solo podrán trabajar con apoyo gubernamental hasta el 30 de junio.
Esta medida afectará a siete sitios en Texas. En este estado el número de casos ha aumentado en los últimos días, sobre esto el senador republicano Ted Cruz declaró que su oposición a la decisión tomada desde la administración de Trump.
En un comunicado proporcionado a CNBC, Cruz señaló que “insto y continuaré instando [a los funcionarios de salud] a extender los sitios de pruebas comunitarias en Texas”.
Los otros lugares están localizados en Illinois, Nueva Jersey, Colorado y Pensilvania.
El almirante Brett Giroir aseguró (vía telefónica) a periodistas que el gobierno está proporcionando financiamiento federal a otros sitios y aumentaran las pruebas tanto en número como en calidad, además comunicó que se centrarán en las redes sociales.
Al igual que Cruz, otro senador republicano que mostró su descontento fue John Cornyn.
“Sé que hay preocupación, preocupación que comparto, sobre algunas de las declaraciones que se hicieron sobre la retirada del apoyo federal para las pruebas de coronavirus en Texas a fines de junio. Para mí está bastante claro y creo que está claro para todos nosotros que con el aumento de los casos, no es momento de retirar nuestra vigilancia en las pruebas”, sentenció
Impacto económico
El COVID-19 está dejando grandes huellas en la historia estadounidense. Sumado a las pérdidas fatales, el país también se enfrenta a uno de los momentos más duros a nivel económico.
Durante los meses de la pandemia, el Producto Interno Bruto (PIB) real disminuyó a una tasa de 4,8 % durante el primer trimestre del año.
En abril de este año, un estudio publicado por Universidad de Cambridge y la Junta de la Reserva Federal de EE. UU. revelaron que el distanciamiento social era uno de los mecanismos más audaces para mantener “sana” una economía saludable.
Te puede interesar:
De hecho, comunicaron que la clave está en mantener el distanciamiento social fuera de la fuerza laboral, ya que esto serviría como escudo. Señalan que el plan expuesto afectaría en menor proporción a las personas expuestas.
Proponen un plan que consiste en un escenario de ocho meses de encierro leve.
Giancarlo Corsetti, profesor de economía en la Universidad de Cambridge y coautor de dicha propuesta expuso que “bajo esta política, el pico de la proporción de la población infectada se reduciría del 40% al 15%”.
Destaca que incluso este nivel aún puede ser “Demasiado alto” para que los sistemas de atención de la salud puedan hacer frente”.
La administración de Trump debe tomar acciones contundentes para frenar la propagación del virus, ya que los casos están aumentando con rapidez en Estados Unidos y más entre los jóvenes.
