No se puede negar que la tecnología avanza con rapidez y que cada día nacen descubrimientos que pueden hacer que los seres humanos cambien su perspectiva del mundo o cambien su vida por completo.
Las pruebas de ADN Express tienen un relativo bajo costo y han hecho que se descubran datos e historias que parecían estar en el olvido. Uno de los casos, más recientes, que ha conmocionado a los Estados Unidos es el hecho de que algunos especialistas en fertilidad, en lugar de usar el esperma de los donadores, usaron él de ellos mismos.
En un reportaje publicado por el New York Times el 22 de agosto de 2019, aseguran que se están monitoreando más de 20 casos parecidos. Jody Madeira, profesora de Derecho en la Universidad de Indiana, reveló que también están investigando en países fuera de EEUU como Holanda, Inglaterra, Alemania y Sudáfrica.
Gracias al descubrimiento de estos casos, tres estados han decidido establecer leyes que penalicen los fraudes en caso de fertilidad. Tal es el caso de Indiana, pues en mayo de este año publicaron un decreto que le permite a las pacientes demandar a los responsables, además que tendrán cinco años después de que se descubra el fraude para presentar cargos ante la justicia.
The Numbers
Según un estudio publicado por New England Journal of Medicine en el año 2004, de las 60.2 millones de mujeres que hay en Estados Unidos, 1,2 millones presenta problemas relacionados a la fertilidad.
Otros números del Centro de Control y Enfermedades, publicados en el 2014, destacan que 6 % de las mujeres casadas en EEUU presenta problemas a la hora de concebir, luego de pasar todo un año teniendo relaciones sin ningún tipo de protección.
«De las 60.2 millones de mujeres que hay en Estados Unidos, 1,2 millones presenta problemas relacionados a la fertilidad»
Y un total de 12 % de la población femenina presenta problemas a la hora de embarazarse. Aunque los tratamientos de inseminación artificial son costosos, cada año son más las mujeres que recurren a este mecanismo con la finalidad de formar una familia.
Casos
Uno de los casos más conocidos a nivel mundial fue el del médico holandés Jan Karbaat, quien falleció en mayo de 2017 a los 89 años, era dueño de la clínica de donación Bijdorp, el centro cerró en el año 2009 por múltiples irregularidades y esto dio paso a una investigación más profunda en la cual se descubrió que era padre biológico de 71 personas.
Antes de tener su propio banco de esperma, Karbaat trabajó en un hospital en 1970, en este período también se sospecha que intercambió su semen.
El doctor Karbaat había decidido usar su semen en lugar del de los donantes. Los casos se comenzaron a descubrir gracias al parecido del especialista con los hijos. Joey Hoofdman de 30 años fue el primero en darse cuenta. Después una decena de personas sumaron sus sospechas y así fue como un tribunal, en el 2017, les reconoció el derecho a realizarse las pruebas de ADN.
“Varios de los nuevos hijos sospechaban de Karbaat desde hace años, y muchos se le parecen físicamente, pero saberlo seguro era importante”, declaró Ties van der Meer, quien se encargó de ayudar a los implicados y trabaja en la fundación Hijos de Donantes, en 2017, según El País.
Posteriormente, un tribunal holandés decidió que el médico debía mostrar todas las pruebas de ADN a los padres y sus hijos para así hacer comparaciones y confirmó los 49 hijos.
Antes de fallecer confesó que su método fue cambiar el nombre, datos y descripciones de los donantes de semen, además de superar el máximo de seis niños por donantes. En ese entonces, no existía ningún tipo de base de datos que pudiera comprobar o verificar estos casos y esa es una de las razones por las cuales todo se ha descubierto en los últimos años.
En Ottawa
En la capital de Canadá, Ottawa, en junio de 2019 también ocurrió un caso similar. El College of Physicians and Surgeons de Ontario, de acuerdo a datos de NYT, revocó la licencia médica de Norman Barwin, de 80 años, por usar durante mucho tiempo el esperma equivocado, también el suyo, en distintos procedimientos de fertilidad.
El grupo colegiado publicó en su página web que este profesional había inseminado a once mujeres con su esperma.
Otro caso que ocurrió en Estados Unidos fue en Indianápolis, cuando el profesional Donald Cline también recurrió a este método a la hora de inseminar a al menos, 36 mujeres durante la década de 1970 y 1980.
El New York Times constató que 61 personas aseguran que es su padre, gracias a unas pruebas de ADN que se realizaron.
Por su parte, Cline se declaró culpable de dos cargos delincuenciales, el primer por obstrucción a la justicia y el segundo por mentir a las autoridades. El especialista perdió su licencia y fue condenado a un año de prisión.
En ese entonces, autoridades aseguraron que no pudieron dictaminar una condena más larga porque no existía en Indianápolis ninguna ley que hablará respecto a ese tema.
Fue en mayo de este año, que el estado aprobó una ley del “esperma equivocado” cuya finalidad es penalizar este tipo de casos. Los pacientes tendrán la oportunidad de presentar cargos hasta cinco años después de descubrir la verdad.
Los casos de “doctores-padres” se han repetido en distintos lugares de EEUU y eso ha llevado a otras entidades a aplicar apartados parecidos.
¿Abuso sexual?
En Texas en junio aprobaron una ley parecida a la de Indianápolis, sin embargo, esta es un poco más severa. ¿De qué se trata? En caso de que el proveedor utilice esperma, embriones humanos, óvulos de un donador no identificado o no autorizado, esto podría significar que se está incurriendo en un abuso sexual, esto de acuerdo a la legislación de ese estado. ¿Qué significa esto? En palabras simples: Quienes incurran en este delito, serán identificados como delincuentes sexuales.
Sobre esta medida, la congresista estatal de Texas, Stephanie Klick, le dijo a NYT, en agosto de 2019 que “Es una historia muy desgarradora de engaño y estamos viendo cada vez más y más casos de usos impropios de la reproducción asistida”.
Klick fue una de las promotoras de esta ley y expresó que necesitan que no vuelvan a ocurrir casos de fraude relacionado a la fertilidad.
Algunas organizaciones como la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (ASRM por sus siglas en inglés), tildan esta ley como “extrema” puesto que argumentan que los errores pueden ocurrir y esto no debería ser un sinónimo de delito sexual.
“Si un especialista médico está siendo apurado o tiene un descuido y agarra el vial que no corresponde, un jurado podría deliberar y decidir que ese doctor o doctora sabía o debía haber sabido que el material no era el elegido por la paciente”, resaltó a NYT Judith Daar, decana de la universidad y Facultad de Derecho Chase de la Universidad del Norte de Kentucky.
Frente a estas inquietudes Klick, congresista y también enfermera, opina que para ella sí tiene equivalencia a un delito sexual, debido a que es un aparato con el que penetran a las mujeres y que debería hacerse con el mayor de los cuidados y responsabilidad.
En estos casos, en los cuales la confianza de las personas queda en el aire, y se toman decisiones sin consultar a los pacientes surgen ciertas preguntas: ¿Dónde queda la ética profesional? ¿Por qué no existen más regulaciones al respecto?