Estados Unidos es un país multicultural. Sus habitantes están inmersos en una mezcla de expresiones que trascienden el arte, la ciencia, el deporte y entre otros tópicos: el lenguaje y el habla. No obstante, individuos de un grupo racial suelen reprimir su manera de expresarse cuando se encuentra en círculos raciales diferentes.
A esto se le llama code switching y según una encuesta del Pew Research Center, los afroamericanos y los hispanoamericanos sienten esa necesidad.
«Casi la mitad de los graduados universitarios afroamericanos dicen que cambian la forma de hablar cuando están cerca de personas de otras razas. En general, cuatro de cada diez personas dicen que a menudo o a veces sienten la necesidad de cambiar la forma en que hablar sobre otros de diferentes razas y etnias», indica la organización en su informe.
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Especialmente sucede en entornos académicos. Pues entre los adultos afroamericanos, el 48% de los graduados dicen que han recurrido a expresiones de la cultura blanca. Además de las diferencias educativas, la edad también influye. Los más jóvenes tienen más probabilidades de hacerlo.
Aunque una «abrumadora» mayoría de afroamericanos de todos los niveles educativos dice que ha experimentado discriminación personal o ha sido tratado injustamente debido a su raza u origen étnico, es más probable que aquellos con al menos algo de experiencia universitaria lo expresen.
¿Qué es el code switching?
El sociolingüista Einar Haugen acuñó el término en 1954, para describir la mezcla de dos o más idiomas y dialectos. Los lingüistas estudiaron el code switching para examinar cuándo ocurre, los sociólogos investigaron por qué.
Los hallazgos diferían según la demografía étnica y racial. De acuerdo al libro Bridging Differences: comunicación efectiva entre grupos, esta práctica facilita varias funciones: enmascarar fluidez y memoria en un segundo idioma, pasar de una conversación formal a otra informal, ejercer poder sobre otro, alinearse y unificarse entre grupos familiares en ciertos entornos.
En los años 70, el fenómeno ganó fuerza en los espacios afroamericanos, académicos y de otro tipo, para describir las relaciones entre las personas de diferentes razas.
En el texto Lenguaje y comunicación interracial en los Estados Unidos: hablar en blanco y negro, George B. Ray describe el cambio de código afroamericano como «una habilidad que tiene beneficios en relación con la forma en que el éxito se mide a menudo en instituciones y profesiones».
Cultura dominante
«Como la cultura dominante es blanca, la blancura ha sido incorporada en instituciones como naturales, normales y legítimas. Por lo tanto, hay mucho más incentivo para que las personas de color cambien para adaptarse a la cultura dominante para mejorar sus perspectivas. Los blancos rara vez, si alguna vez, sienten esta misma presión en su vida diaria», manifiesta Chandra D.L. Waring, profesor de sociología y estudios raciales y étnicos, de la Universidad de Wisconsin-Whitewater.
Waring realizó una investigación que es el resultado de una entrevista a 60 estadounidenses mestizos. «Me di cuenta de que intentaban derribar las barreras raciales y establecer una membresía en el grupo entre blancos y negros».
Un entrevistado le dijo a la investigadora que en una barbería donde trabajaba (integrada por afroamericanos en su mayoría), los otros clientes se reían de él y lo trataban como un extraño.
«Significa que las personas notan en otras una actuación diferente según la raza. Esto hace que otros cuestionan su autenticidad, lo que finalmente pone en peligro cualquier conexión».
Sea cual sea la decisión, el grupo social estará en la mira. Una investigación señala que los afroamericanos deben equilibrar la necesidad de identificarse con sus propias raíces con para «funcionar efectivamente» dentro del contexto de la cultura dominante.
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Black english: ¿inferior?
En ese estudio, realizado por la Universidad de Mississippi y la Universidad del este de Washington, denominan el Black English (BE) como la manera en que la comunidad afroamericana en Estados Unidos habla el inglés.
Los investigadores señalan que la cultura blanca “lo califica de inferior. Los hablantes son considerados como ignorantes o flojos”.
«Cuando las personas forman impresiones iniciales, las señales comunicativas son usadas para generar una reacción. Especialmente para determinar si la otra persona es simpática: alguien les gustaría conocer, contratar o confiar».
Incluso, para algunos afroamericanos de clase media el BE es negativo para la comunidad. Los autores de la investigación citan el trabajo de un colega, quien en 1978 realizó una serie de entrevista a padres y familiares para preguntarles si les permitirían a sus hijos hablar Black English. Los resultados indicaron que no.
«Estas opiniones caracterizan las reacciones negativas como síntomas de actitudes sesgadas y tienden a inclinarse hacia otras opciones para abordar el problema del acento negro».
Sin embargo, en los recientes años ha surgido mayor interés hacia la cultura negra sobre las demás de Estados de Unidos. Incluso a los blancos se les acusa de apropiación cultural cuando de una u otra forma hacen referencias o usan símbolos que «no les pertenecen».