Joe Biden está en su mejor momento político, a cuatro meses de celebrarse las elecciones presidenciales en Estados Unidos, casi todas las encuestas del país lo dan como ganador. Biden se convirtió en el candidato después de que Bernie Sanders decidiera retirarse de la contienda.
Aunque es un veterano en política y cuenta con el respaldo del expresidente Barack Obama, Biden tiene algunas sombras que empañan su extenso currículum y entre esas están las conocidas “Joe Biden bombs”, un conjunto de frases erróneas o emitidas fuera de contexto.
Otros escándalos que salpican al exvicepresidente son algunas denuncias por acoso sexual o toqueteos inadecuados. Entre este año y el pasado tres mujeres han salido a contar en público algunas experiencias “incómodas” que vivieron gracias a Biden.
Lucy Flores, una ex asambleísta del estado de Nevada, en marzo de 2019 publicó un ensayo en el que describe como Joseph R. Biden Jr. la tocó de forma inapropiada y la besó en la cabeza durante un meeting demócrata en el año 2014, cuando ejercía como vicepresidente.
El político demócrata salió en su defensa y dijo que nunca actúo de manera inapropiada en dicha oportunidad.
Sin embargo, la declaración de Flores llamó la atención de los medios locales y otras mujeres salieron a declarar haber vivido alguna situación similar.
Un mes después, en abril, Amy Lappos, ex asistente de un congresista demócrata, señaló que en el año 2009, Biden tomó su rostro con sus manos y frotó su nariz. En su anuncio aseguró que el afecto no invitado no está bien y que es un error subestimar a las mujeres.
En mayo de este año, Tara Reade, quien fue asistente personal de Biden, en una entrevista con el New York Times afirmó que el candidato presidencial, hace 10 años, la empujó contra una pared e introdujo sus manos dentro de su camisa.
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The awkward moments
Reade introdujo una demanda, pero en su momento no hizo público el nombre de Biden por motivos de seguridad, según alegó. A esto el exvicepresidente respondió que “eso nunca pasó” a través de sus redes sociales.
Pero esto no es todo, el comportamiento poco adecuado del candidato también está documentado.
En febrero de 2015, una fotografía de él tocándole los hombros a Stephanie Carter se hizo viral. En dicha imagen está el esposo de Carter, Ashton Carter, pronunciando unas palabras en su juramentación como secretario de defensa.
Y aunque, Stephanie Carter alegó en su blog que solo se había tratado de “un toque” entre amigos cercanos, el material visual quedó grabado en el currículum del hoy candidato demócrata.
Joe está al frente de su tercer intento en la carrera presidencial y la primera vez que se postuló (1987) una declaración dejó marcada su participación.
En un meeting político aseguró que “Mis antepasados trabajaban en minas en carbón en el noreste de Pensilvania” y replicó estar molesto porque nunca recibieron las oportunidades que merecían.
Un discurso prestado
El problema con este discurso es que más adelante se descubrió que ninguno de sus antepasados había trabajado en las minas. De acuerdo a BBC, Biden “tomó prestada” algunas frases de una alocución del político británico Neil Kinnock.
En ese entonces, Biden abandonó en 1988 la carrera presidencial, después de que salieran otras denuncias de plagio en su contra mientras estudiaba leyes.
En el 2008 en una campaña en Missouri, Biden le pidió al senador estatal Chuck Graham que aplaudiera. El problema es que se le olvidó que Graham es parapléjico desde los 16 años a causa de un accidente automovilístico.
Sus primeras palabras fueron “Levántate, Chuck, deja que te vean» y minutos después “Oh, Dios te ama, de qué estoy hablando” y concluyó con “Se nota que soy nuevo”.
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El vicepresidente de Obama
Antes de ser escogido como compañero de fórmula de Obama, Biden pronunció unas palabras que fueron “controversiales” desde el punto de vista de la prensa.
Dijo (durante la campaña presidencial de 2007) que Barack Obama era “el primer afroestadounidense corriente que sabe expresarse, es brillante, limpio y bien parecido”.
Después sugirió que debió haber usado la palabra “fresco” en lugar de limpio, durante The Daily Show con Jon Stewart.
En el 2010 cuando ya era vicepresidente, en una alocución por el Día de San Patricio desde la White House, lloró de forma breve la muerte de la madre del Primer Ministro irlandés, Brian Cowen, a pesar de que estaba viva. Después reflexionó y se disculpó.
Por comentarios similares, Biden nunca figuró como “ganador” de los debates demócratas. New York Times comunicó que “tropieza con su propia lengua” y en alguna oportunidad en lugar de decir Ucrania dijo Afganistán.
Aun así hay que destacar que durante esta campaña, las redes sociales han jugado a su favor y ha tratado de mejorar su imagen.
Un beso polémico
Los awkward moments de Biden no terminan y es que el candidato ha sido criticado en varias oportunidades por besar en la boca a sus nietas. Uno de los eventos más recientes ocurrió en febrero durante el caucus de Iowa.
Biden besó a su nieta, hija de Hunter, Finnegan Biden de 19 años y esto hizo que Twitter reaccionara.
El presentado republicano de Fox News, Sean Hannity escribió en la red social “Biden incómodamente besa a su nieta durante un evento de campaña #QuidProJoe”.
Quien fue la mano derecha de Barack Obama también ha sido acusado por tocar de forma inapropiada a niños y niñas. Después de las acusaciones de acoso sexual por parte de distintas mujeres, dijo en público que sería “más respetuoso” con el espacio personal de sus adeptos.
Sin embargo, durante algunos meetings a principio de año hay evidencia que muestra lo contrario. De hecho, estos momentos han generado que se le llame “Creepy Uncle Joe”.
En mayo en un evento en Texas le dijo a una niña de 10 años “Apuesto a que eres tan brillante como guapa” y sobre esto la periodista Emily Peck escribió en HuffPost que estos comentarios convierten a las chicas de “persona a objetos”.
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En el pasado también ha sido capturado ejecutando acciones “extrañas” para algunos como oler el cabello de los niños y tocarlos de una forma inapropiada.
Sobre estas acusaciones Biden aseguró que nunca dejará de ser un político que tiene contacto con la gente e incluso bromea en sus alocuciones sobre las críticas.
En el evento de Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos que se realizó en mayo, Biden invitó al escenario a cuatro niños y colocó sus brazos alrededor de uno de los pequeños y señaló que “por cierto, me dio permiso para tocarlo”.
Irónicamente durante la pandemia del coronavirus Biden ganó más popularidad y en una reciente declaración aseveró que no haría ningún acto político presencial.
“Voy a seguir las órdenes de los médicos, no solamente por mí sino por el país”, expresó durante un comunicado de prensa.