Los días como presidente de Estados Unidos se están terminando para Donald Trump y el país está listo para sumergirse en una nueva era: la de Joe Biden. El demócrata ha superado los obstáculos y el 20 de enero será su toma de posesión. Sin embargo, eso no significa que tiene menos trabajo que antes.
Biden tendrá que enfrentar numerosos retos y uno de los más importantes es la política exterior. Trump se encargó de hacer cambios drásticos en este sentido. Con algunos países mejoró su relación y con otros no. El expresidente de la era Obama aseguró que revertirá todo lo que el republicano una vez hizo.
“El presidente va a entrar en una situación realmente exigente a nivel nacional e internacional, y mis instintos son… tiene que lidiar con el trabajo de reparación, en lugar de pensar en ello como una fase de innovación importante”, aseguró Richard Haass, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores en el podcast de la organización CFR.
China y Estados Unidos
Donald Trump se encargó de mostrar a China como una “amenaza” y no como un aliado. La tensión aumentó y se desató la llamada Trade War. El trabajo de Biden será revertir este impasse y, al mismo tiempo, evitar que la influencia de China continúe creciendo a nivel global.
Entre ambas naciones hay varios hot buttons, tales como: Las disputas sobre el comercio, Hong Kong, Taiwán y la tecnología.
Cabe destacar que desde el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus, Trump acusó a la potencia mundial de ser el creador del virus, una situación con la que Biden también tendrá que lidiar.
“China es una especie de núcleo radiactivo de los problemas de política exterior de Estados Unidos”, afirmó Orville Schell, director del Centro de Relaciones entre Estados Unidos y China de la Sociedad Asiática a The New York Times.
Aunque se desconoce el plan específico que Biden implementará con China, The New York Times señaló que no se ha “ayudado a sí mismo” con su propia descripción negativa del país asiático.
Puesto que el presidente actual en alguna oportunidad llamó “matón” a Xi Jinping, presidente de China.
Y partiendo de estas declaraciones, se cree que Biden aumente las sanciones por derechos humanos y mantenga algunos aranceles implementados en la época de Donald Trump.
Aunque sin duda, se espera que tome una posición diferente a la de Trump. Será todo un reto para el demócrata apaciguar las relaciones, por ello una de las soluciones es trabajar en la cooperación, tal como mencionó Anthony Blinken, elegido por Biden como secretario de Estado.
Además de ser una solución para resolver “Los grandes problemas que enfrentamos como país y como planeta, ya sea el cambio climático, una pandemia, la propagación de malas armas”.
Rusia y Putin
A diferencia de Trump, Biden está dispuesto a ser más duro con Rusia. Como vicepresidente, presionó por sanciones en contra de la nación europea por su anexión de la península de Crimea en Ucrania en el año 2014.
Se prevé que busque expandir las sanciones y otras medidas para frenar la influencia de Rusia en Europa y en el mundo.
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El experto Stephen Sestanovich, investigador principal de estudios rusos y euroasiáticos en el Consejo de Relaciones Exteriores, manifestó en el Podcast “The President’s Inbox” que Vladimir Putin buscará aliviar las sanciones, sin embargo, se presume que Biden no estará dispuesto a ceder.
“Probablemente los encontrará muy difíciles de desmantelar sin dar marcha atrás en cuestiones clave que llevaron a sanciones en primer lugar”, aseveró.
Pese a esto, se espera que Biden busque la ayuda de Rusia para interceder con Irán y el cambio climático. “Se necesitará mucho diálogo, particularmente sobre Ucrania, para ver si hay algo por parte de Rusia que pueda justificar el levantamiento de las sanciones”, reiteró Sestanovich.
Por otro lado, Biden y Putin tienen un problema en común que deberán resolver. Semanas antes de la toma de posesión, se vence el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas de 2010.
Este tratado fue un acuerdo para reducir un tercio de armas nucleares de sus respectivos arsenales nucleares.
Ambos líderes tendrán que sentarse a discutir al respecto, Biden remarcó en una oportunidad que quiere negociar una extensión del tratado sin negociación previa.
Las armas nucleares de Corea del Norte
Una de las adversidades más grandes que Biden tendrá que combatir es el armamento nuclear de Corea del Norte y la relación con Kim Jong-Un.
Trump en Twitter argumentó que “Ya no hay una amenaza nuclear de Corea del Norte”, sin embargo, los expertos afirman que la política del republicano solo le dio más tiempo al régimen de Kim Jong-Un de construir más armas nucleares y perfeccionar su capacidad de misiles balísticos.
“Bajo la supervisión de Trump, el programa de armas nucleares de Corea del Norte ha crecido rápidamente, sus capacidades de misiles se han expandido y Pyongyang ahora puede apuntar a Estados Unidos con un misil balístico intercontinental”, declaró Evans JR Revere, ex funcionario del Departamento de Estado y experto en Corea del Norte a The New York Times.
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Asimismo agregó “Ese es el legado que Trump pronto le transmitirá a Biden, y será una carga enorme”.
Biden criticó el enfoque del líder republicano y admitió que presionaría por la desnuclearización y apoyará a Corea del Sur.
La Unión Europea y el Brexit
Durante su administración, Trump no se preocupó por mejorar su relación con la Unión Europea, más bien estrechó lazos con Boris Johnson y alentó la idea del Brexit, en cambio, Joe Biden tiene una opinión opuesta.
Incluso, es posible que la llegada de Biden a la Casa Blanca le cause incomodidad a Johnson, puesto que es probable que el presidente electo no tenga prisa en culminar el tratado comercial entre Reino Unido y Estados Unidos.
La popularidad de Trump en Europa llegó a sus niveles más bajos, pero esto no significa que será fácil para Biden recuperar la reputación de su país en dicho continente.
“Tuvimos diferencias, pero nunca hubo una desconfianza básica acerca de tener puntos de vista comunes del mundo”, apuntó Gro Harlem Brundtland, exprimera ministra de Noruega, a The New York Times.
También dijo que en los últimos cuatro años, los líderes europeos han aprendido que “ya no podían dar por sentado que pueden confiar en Estados Unidos, incluso en cosas básicas”.
Otras tareas pendientes de Biden también están en América Latina, puesto que deberá tomar una posición clave en naciones como Venezuela y Cuba, además de abordar con serenidad sus relaciones con Irán y el conflicto entre Israel y Palestina.