Si para el ciudadano común la pandemia ha sido difícil, para los homeless la situación es indescriptible. Y es que en Estados Unidos, las personas sin hogar no han evitado completamente la COVID-19.
Los homeless son vulnerables debido al riesgo de transmisión en alojamientos compartidos.
Según un reportaje del New York Times, publicado en agosto, medio millón de personas sin hogar están en riesgo de contraer el virus.
«Son más susceptibles a contraer la enfermedad causada por el virus debido al hacinamiento de los albergues, el intercambio de utensilios y la falta de estaciones para lavarse las manos en las calles», se lee en el artículo.
Phoenix, Portland, Oregon, Washington DC., Austin, Texas y muchas ciudades de California tienen grandes poblaciones de homeless.
La ciudad de Nueva York, que tiene la población de personas sin hogar más grande del país, emitió un documento de 11 páginas que instruye a los refugios para que examinen a las personas en busca de síntomas e identifiquen y aíslen rápidamente a las personas que contrajeron el virus en una habitación separada «tanto como sea posible».
Llegada del invierno
Con un clima más frío y con la próxima llegada del invierno, hay un desafío de encontrar suficientes instalaciones de refugio para satisfacer las necesidades de una creciente población de personas sin hogar y, al mismo tiempo, cumplir con los requisitos de distanciamiento social.
En varias ciudades del país ya se están llevando a cabo proyectos al respecto. La Central Union Mission, en Washington DC, es una.
“Comenzamos a trabajar en este proceso desde muy temprano con las mismas contramedidas que todos los demás estaban haciendo: lavarse las manos, desinfectar pasamanos, todo ese tipo de cosas”,dijo a The Denver Channel, Joseph Mettimano, presidente de la Central Union Mission.
«Estamos muy agradecidos de haber logrado hasta ahora mantener a todos sanos y mantener un entorno libre de virus. Esto contrasta fuertemente con el resto de la ciudad, que trágicamente ha visto a 304 personas sin hogar dar positivo por COVID-19 y 17 que murieron a causa de la enfermedad», indicó la organización en su sitio web.
“Lo que más necesitamos las personas en situación de calle en invierno son cosas para calentarnos, gracias a Dios las personas nos traen sleeping bags, sábanas y cosas así para cubrirnos, además usamos calentadores de propano pequeños”. expresa Enrique, que vive en el asentamiento de personas sin hogar en la esquina de la Avenida Belmont y Avenida Kedzie en Chicago, Illinois. Enrique se negó a proveer su apellido por temor a represalias.
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Espacios abarrotados
Sin embargo, ya no se permite la entrada o salida de residentes, como parte de un esfuerzo por mantener a la COVID-19 fuera de este refugio, según The Denver Channel.
Lo mismo ha ocurrido en Massachussets, el administrador de la ciudad de Worcerter, Edward M. Augustus Jr., le dijo al Concejo Municipal que en el refugio de Queen Street, ya no se pueden aceptar más homeless.
Casi la mitad de la población del refugio ha dado positivo por el coronavirus.
El gerente dijo que ha tenido conversaciones con algunos de los otros refugios más pequeños de la ciudad para ver si podían añadir algunas camas más a sus instalaciones.
Pero señaló que muchos refugios no aceptan personas que consumen drogas, mientras que muchos de los que están en el refugio de Queen Street son consumidores frecuentes.
Según Homeless Shelter Directory, en Estados Unidos hay 3828 refugios.
¿Qué se está haciendo?
Seis meses después de que se se reconociera que hay una pandemia, el impacto de la COVID-19 en la población sin hogar en todo el país no ha sido tan devastador como se anticipaba, según un informe de Associated Press.
“Estoy conmocionada, creo que puedo decirlo, porque es una población muy vulnerable. No sé qué vamos a ver después», le dijo a AP la Dra. Deborah Borne, quien supervisa la política de salud para la respuesta de personas sin hogar en el Departamento de Salud Pública de San Francisco.
Sobre los desafíos que enfrentan las personas sin hogar en medio de la pandemia de Covid-19, Enrique de Chicago expresa que «muchas personas no quieren acercarse a nosotros porque piensan que como nosotros estamos más expuestos a la calle que más nadie nos han privado de muchas cosas, pero tenemos que bregar con la situación, seguir viviendo».
En Chicago se presionó a la ciudad para que proporcionara orinales portátiles y lavabos en los campamentos para personas sin hogar para compensar el cierre de bibliotecas y tiendas.
”Personas de la comunidad y las iglesias nos han prestado ayuda, nos traen comidas, mascarillas y artículos de primera necesidad” expresa Enrique.
Se habilitó el Hotel 166 en Chicago y 4 hoteles más, que ofirecen vivienda a los trabajadores de hospitales y pacientes con coronavirus a través de un programa que la ciudad está financiando.
El estado de Illinois ha prohibido a los propietarios desalojar a los inquilinos que no pagan el alquiler. Aunque el gobernador lo ha extendido mes a mes, esa moratoria está programada para expirar a finales de octubre.
El Departamento de Servicios de Apoyo a la Familia de Chicago, que supervisa la tercera parte de las aproximadamente 4,000 camas de refugio de la ciudad, expresó que continúa operando cinco sitios adicionales para dar cuenta de la disminución de la capacidad.
En California, hay muchas razones por las que el alumnado podría quedarse sin hogar durante la pandemia.
De hecho, ha habido un aumento de estudiantes que buscan ayuda, manifestó Henoc Preciado, que supervisa la Iniciativa de Necesidades Básicas de la Universidad Estatal de California.
“Creo que con la pandemia, las necesidades de los estudiantes solo se han exacerbado un poco más con la pérdida de ingresos, pérdida de hogar, pérdida de comida estable”, dijo Preciado.
«El aumento es sin duda el resultado de lo que están enfrentando no solo nuestros estudiantes, sino de lo que enfrenta toda la humanidad».
De hecho, más de 150 mil personas no tienen hogar en California, el 75% de las cuales no viven en un refugio, siendo la mayor cantidad de gente que experimenta dicha situación.
¿Qué dicen los CDC?
«Los riesgos asociados con dormir al aire libre o en un campamento son diferentes a permanecer en el interior en un entorno congregado, como un refugio de emergencia u otra instalación de vivienda congregada», informaron los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Según los CDC, algunas personas que se encuentran sin hogar sin refugio pueden tener un mayor riesgo de contraer enfermedades graves por la COVID-19 debido a la edad avanzada o ciertas afecciones médicas subyacentes, como enfermedades pulmonares crónicas o afecciones cardíacas graves.
«Los refugios deben permanecer abiertos a menos que los proveedores de servicios para personas sin hogar, los departamentos de salud y las autoridades de vivienda hayan determinado juntos que un refugio debe cerrarse».
Por lo tanto, con la llegada del invierno, muchos homeless querrán pasar la noche en espacios cerrados pero al parecer, los refugios cerrarán sus puertas cuando llegue al límite.
Guía de recursos para personas que necesiten asistencia alimentaria o de hospedaje en la ciudad de Chicago.
- Chicago Homeless Shelters & Services For The Needy (Homeless Shelter Directory)
- Housing Resources In Chicago (City of Chicago)
- Food Resources In Chicago
*Rainier Márquez Lisil participó en la creación de este artículo.
