Ruth Bader Ginsburg (RBG) no solo se convirtió en la segunda mujer en llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos, ella también fue un icono feminista que nunca dejó de luchar por los derechos de las mujeres y un ídolo para los jóvenes estadounidenses.
Su tenacidad, inteligencia y convicción fueron indispensables para escalar hasta lo más alto del mundo jurídico estadounidense.
Una de sus frases más icónicas sobre la igualdad de género es: “Las mujeres habrán alcanzado la verdadera igualdad cuando los hombres compartan con ellas la responsabilidad de criar a la próxima generación”.
Asimismo, en varias oportunidades se mostró a favor del aborto, porque aseguraba que era un derecho fundamental para la vida de la mujer.
“Esto es algo fundamental para la vida de una mujer, para su dignidad. Es una decisión que debe tomar por sí misma. Y cuando el gobierno controla esa decisión por ella, está siendo tratada como menos que una persona adulta responsable de sus propias decisiones”.
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Más allá de sus frases inspiradoras, su mayor legado es la labor que hizo. Notorious R.B.G. (La infame RBG) se convirtió en una sensación en Internet y hay varios libros escritos sobre ella.
El apodo “Notorious R.B.G.” nació a raíz del apodo del rapero Notorious Big. Este nombre se comenzó a popularizar de forma rápida en todo el país. En una oportunidad le preguntaron si le molestaba y ella respondió que no porque “ambos nacimos y crecimos en Brooklyn, Nueva York”.
RBG nació en 1933 en Brooklyn, New York y muchos de sus casos quedaran recordados en la historia de su país. En 1975 fue noticia por luchar a favor de los derechos de un padre viudo.
Ella defendió al joven Stephen Wiesenfeld, quien tenía la aspiración de que la Seguridad Social lo ayudara con la crianza de su hijo, pero se lo prohibieron porque era para mujeres. Ginsburg llevó el caso al Tribunal Supremo y marcó una batalla importante en contra de la desigualdad de género.
¿Qué pasará ahora?
Es difícil resumir la historia de RBG. En 1993, el presidente Bill Clinton la nominó para que formara parte de la Corte Suprema de Estados Unidos y ganó su lugar con 96 votos a favor.
Desde entonces, fue la voz de todos aquellos que creen en la igualdad como un derecho. En el 2017, su voz resonó a favor de una pareja homosexual que denunció sentirse discriminado por un pastelero que se negó a hacer su pastel de boda.
Aunque, la Corte Suprema falló a favor de Jack Phillips, la opinión de Notorious R.B.G. se hizo viral.
“Lo que importa es que Phillips no proporcionaría un bien o un servicio a una pareja del mismo sexo que le proporcionaría a una pareja heterosexual”, mencionó la jueza en aquella oportunidad.
Aunque muchos lo quisieran, RBG no viviría para siempre y frente a su avanzada edad se sumó el cáncer. A mediados de 2018 sufrió un accidente y se pensó que dejaría su cargo como magistrada, sin embargo, continúo laborando hasta el día de su muerte.
Falleció el 18 de septiembre y su ausencia no solo representa nostalgia para los estadounidenses más progresistas, sino para la política del país en general.
Donald Trump anunció que nombrará a un nuevo juez durante esta semana. De ser así, la balanza del Tribunal Supremo giraría más hacia lado conservador, lo que podría suponer un fuerte retroceso para los progresistas, activistas de la comunidad LGBT, el aborto y el medio ambiente.
Preocupación entre los demócratas
El partido demócrata se opone a este deseo del Presidente. El exvicepresidente Barack Obama, emitió un comunicado el viernes. En él le recuerda a los republicanos, cuando en el 2016, no se permitió tal cambio por ser un año electoral, tal como sucede este año.
En el mensaje recalcó que aunque para él se tratara de “mensajes incongruentes” deben aplicarse.
“El Estado de derecho, la legitimidad de nuestros tribunales y el ejercicio fundamental de nuestra democracia dependen de ese principio básico (…) Puesto que ya se están emitiendo votos en estas elecciones, es necesario que ahora los senadores republicanos apliquen ese criterio”.
Trump se ha mostrado algo ansioso por reemplazar a Ginsburg, nombrar a otro juez conservador sería su escenario idóneo. Esto podría ayudarlo a sentar sus bases antes de las elecciones y en caso de perder dejar un legado notorio.
De lograr hacerlo, se convertiría en el primer Presidente, después de Richard Nixon, en nombrar a tres magistrados durante un solo período presidencial, así como explican en The Atlantic.
Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana del Senado, informó que estaba listo para enfrentarse a otra “batalla” de confirmación, bien sean antes de las elecciones o después.
McConnell aseguró que el precepto enviado por Obama no se aplica en este caso, porque el partido controla la mayoría de los blancos de la Cámara y el Senado, además recalcó que los votantes le habían dado tal poder para expandir las vacantes judiciales.
Un reemplazo iría en contra de los deseos de la alabada magistrada, quien le dejó escrito a su nieta, Nina Totenberg, lo siguiente: “Mi deseo más ferviente es que no seré reemplazada hasta que se instale un nuevo presidente”.
Trump es un “farsante”
Nombrar a un nuevo magistrado le daría a Trump un impulso para las próximas elecciones. En el último meeting político del también candidato, se escuchó, de acuerdo a CNN, el unísono de “llena ese asiento”.
En el 2016, un estudio publicado por el Centro de Investigaciones Pew reveló que 70% de los partidarios de Trump aseguraron que era “muy importante” la elección de nuevos jueces en la Corte Suprema.
A diferencia de los adeptos de Clinton, cuyo porcentaje fue de 62%.
Durante su campaña en el 2016, Trump prometió llenar los tribunales con jueces conservadores, The Guardian los describe como “jueces escépticos a las regulaciones ambientales, que no están cautivados con el legado de la era de los derechos civiles y que tienen una visión estrecha del derecho de la mujer a elegir”.
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Los nueve jueces de la Corte Suprema son los más poderosos del país, ya que tienen el poder de decidir quiénes se casan, quiénes pueden votar, quién tiene acceso a la atención médica, quiénes pueden portar armas, quién está protegido de la discriminación, quiénes son criminales, entre otras cosas.
Esto puede suponer un gran revés para los derechos de las minorías, incluyendo la comunidad LGBT, las mujeres y los inmigrantes.
Incluso, en una oportunidad la querida Ruth Bader Ginsburg (RBG) criticó a Trump en público, le dijo “farsante” e inconsistente. No pasó mucho tiempo cuando emitió su disculpa, pero esto quedó presente en Trump.
En ese entonces (2016), dijo en Twitter que la mente de la magistrada estaba disparada y le pidió que dimitiera.
Frente a esto está el peligro inminente de un nuevo nombramiento y las consecuencias que pueda traer. Trump no se detiene y admitió que nombrará a un candidato antes del sábado y antes del primer debate presidencial.