El placer de tocarte y conocerte desde adentro

Photo by Charles Deluvio on Unsplash

La primera vez que me masturbé tenía 14 años. Recuerdo que fue después de ver una escena de sexo en la televisión. Me agradó ver el rostro de placer de la mujer y después se me ocurrió que podría simularlo con mis dedos.

Introduje uno de mis dedos en mi vagina, pero fue muy incómodo. 

Después investigué más al respecto. En Internet había muchas sugerencias y descubrí un nuevo mundo. 

Comencé a tener fantasías, a tocarme más a menudo y a experimentar con zonas de mi cuerpo. Me gusta acariciarme el cuello, tocarme los labios y mojar mis pezones con mis dedos, después de pasarlo por mi lengua. Todos estos detalles tienen un efecto inmediato en mí. 

El poder de mi cuerpo es mío y desde la adolescencia entendí que el placer dependía de mí y no de otro. 

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Ese secreto siempre fue muy “mío” y nunca llegué a comentarlo, incluso si mi familia se hubiese enterado seguro me hubiesen tildado de “inmoral”. Nunca entendí porque la acción de “dedearse” continúa siendo un tabú en la sociedad. 

Entre mis compañeras de clases era más común escuchar “perdí la virginidad” que “me masturbé”. 

¿No es más fácil entregarte a ti que a otro?”, me preguntaba al escuchar esas anécdotas.

Más adelante entendí que muchas chicas no comprendían el término “masturbación femenina” y es que en realidad nadie nos enseña qué hacer o nos hablan sobre esto. Nadie nos educa a nivel sexual. 

Las mujeres tenemos muchas ventajas, podemos masturbarnos con nuestros dedos, usar juguetes y con trabajo de nuestra imaginación todos los escenarios son posibles. Solo es cuestión de proponérselo, amiga.

¿Por qué cuesta tanto?

Yuliet Lavastida, médico y sexóloga graduada en Cuba, explica que muchas mujeres omiten la masturbación por desconocimiento, problemas religiosos o culturales.

“En muchas culturas es más normal en los varones, mientras que a las niñas no les hablan de su identidad de género y la función de cada parte de su cuerpo”, expresa.

Lavastida dice que la edad recomendable para hablarle sobre la masturbación a las niñas es entre los 11 y 12 años. Insiste que se les debe preparar sobre su identidad sexual para que conozcan más sobre sí mismas y su cuerpo.

Tomando en cuenta sus palabras, pienso que probablemente la vida de muchas chicas hoy sería distinta si sus padres les hubiesen hablado un poco más sobre su identidad sexual.

Un artículo de The New York Times afirma que el hecho de que las chicas no se masturben tan a menudo como los hombres tiene que ver con la educación escolar y también familiar.

La escritora recalca que cuando hablan de la anatomía humana, siempre explican con exactitud dónde está el pene y olvidan de hablar del clítoris o las partes que están dentro de la vulva como los labios vaginales.

Vanessa Blanco (22 años) y miembro de la organización Joven Pride cuenta que ella comenzó a masturbarse a los 11 años. Confiesa que todo inició como un pequeño roce en la almohada y no sabía qué estaba haciendo, por ende lo dejó.

Agrega que volvió a hacerlo a los 15 años, porque ya tenía más conciencia de lo que era, pero no se lo comentó a nadie porque pensó que era algo malo.

Blanco comparte la visión de la sexóloga que a las niñas se les inculca que tocarse es “pecado” y lo mencionan como las zonas prohibidas del cuerpo. De hecho, enfatiza que en muchos sistemas educativos primero mencionan las enfermedades de transmisión sexual, métodos anticonceptivos y nunca sobre tocarse a sí mismas.

¿Cómo tocarse?

By Pixabay

Desde el punto de vista de la sexóloga, “Cuando una mujer está sexualmente satisfecha mantiene un equilibrio biológico, psicológico y social, además se libera la retención de sangre en esa zona”. 

Y es que hay muchas oportunidades para tocarse y disfrutar de su feminidad. Algunos tips que uso y me han recomendado especialistas son los siguientes:

·         Estar en un espacio a solas, saber que no te interrumpirán y que tendrás el tiempo que necesitas para poder extender ese momento contigo.

·         Imaginar algo que te genere excitación. Ese chico o chica que te gusta, alguna escena en la que desees estar o si eres más visual apoyarte con gifs, videos, literatura erótica, pornografía o algo que realmente llame tu atención.

·         Descubre cuáles zonas te causan mayor placer: Pueden ser tus piernas, tocarte el cuello con suavidad, los senos, ir descubriendo tu cuerpo y dibujarlo como si se tratara de una obra de arte.

·         Por supuesto, si tienes algún juguete sexual ¡Úsalo!

  • Si lo deseas, también puedes tomar el atrevimiento de explorarte usando cremas, alimentos y aceites. Armoniza ese espacio y crea algo con lo que te sientas totalmente conectada. 

·         En el caso de que pienses usar otro objeto, no olvides usar condón, para así evitar alguna infección. Of course, evita algún objeto que pueda partirse o atascarse en en el cuerpo. 

La masturbación es un acto íntimo y si lo haces con frecuencia descubrirás cómo te gusta que toquen y qué es lo que más disfrutas.

Por último, Lavastida afirma que el placer sexual depende de nosotras y no del compañero o compañera sexual. Está en nosotras conocernos y comunicar qué cosas nos gustan y que no.

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Imaginación a volar 

Para hablar sobre la masturbación le escribí a una de mis amigas más cercanas y más abiertas sobre el tema, Yossimar Rodríguez, Ina, al igual que yo, le encanta explorar su sexualidad y cree que la masturbación es un proceso de intimidad necesario para aliviar cargas. 

Cuenta que siempre se imagina una escena en la cual se siente muy deseada, en la que pueda experimentar que hay mucha intensidad para iniciar el acto sexual por parte de su amante imaginario. 

“Después comienzo a tocarme toda, desde los ojos, cejas, boca y voy bajando hasta llegar a mis senos y los aprieto para sentir cómo mi cuerpo comienza a calentarse”, exclama, Ina. 

Prosigue diciendo que explorar su vagina es fundamental y tocar su clítoris la eleva. Dependiendo de su nivel de excitación puede introducirse uno, dos o tres dedos. Lo hace lento al principio y después sube la velocidad. 

Cuando siente que está a punto de venirse, aprieta con sus dedos para retener esa sensación de placer por unos segundos más. 

Más descubrimientos 

 En esta intención de hallar más información sobre el placer femenino me topé con un foro chat de Whatsapp sobre el autoestima sexual, dictado por la psicóloga graduada en la Universidad Central de Venezuela y especialista en sexología, Marisela Gámez. 

En esa conversación muy honesta ofreció varios consejos interesantes. Uno de los que llamó más mi atención fue: En ese momento de clímax, es mejor respirar por la boca porque es más orgásmica y le puede dar un subidón a tu líbido. 

Durante esa conferencia recalcó en diversas oportunidades la importancia de adueñarse de su ser y que nuestra autoestima sexual puede influir en cómo nos perciben otros. 

Otra parte que me agradó de la ponencia es que aclaró que el orgasmo no es lo más importante, sino descubrir y reconocer cuáles son las partes de tu cuerpo que te pueden causar excitación. 

Creo que cada vez es más importante “adueñarse de su ser” como dijo Marisela en ese foro chat y que nunca es tarde para lograrlo. 

Génesis Carieles de 31 años, confiesa que comenzó a masturbarse en su adolescencia, pero no fue algo que ella practicara de forma recurrente. Al casi llegar a sus 30, empezó a explorar más con su cuerpo. 

Carieles reitera que es vital que la mujer aprenda no solo de la masturbación, sino también de su propio cuerpo y de su sexualidad por el empoderamiento femenino. 

“El conocerse le permite a cualquier mujer tener una vida sexual mucho más plena y sana”, dice desde su perspectiva. 

Nosotras como mujeres tenemos la tarea de educar a otras y mostrar que la masturbación no es “ese pecado” que nos inculcan, es una manera de conocer qué queremos y cómo lo queremos, es entender que no dependemos de nadie para sentirnos plenas a nivel sexual. 

Sin pena 

Tal como he repetido a lo largo de este sincero artículo, nunca, pero nunca es tarde para comenzar a tocarse. 

Otra chica con la que hablé, Katherine Serrano (31) comenzó a los 23 años. ¿Qué piensa en ese momento? Se enfoca en ella y en todo lo que está sintiendo y apuesta por los sentimientos desconocidos, movimientos y se imagina en lugares que no ha visitado nunca. 

Los juguetes le encantan, además de descubrir posiciones en las que cree puede experimentar mucho placer. 

Insinúa que todo está en tocarse más y más. “Tenemos que ser responsables de nuestro propio placer y así a la hora de estar con mi pareja o a la hora de que me pongo horny de la nada, puedo complacerme en cualquier lugar “rapidito”, confiesa entre risas. 

Serrano opina que es importante comenzar a normalizar la masturbación femenina y que se hable con más frecuencia como ocurre con los hombres. 

Su mensaje es claro: “Mujeres no pierdan más tiempo y comiencen a conocerse o continúen masturbandose”.

Eilidibeth Córdova

Eilidibeth Córdova

Las letras son mi oxígeno y el periodismo mi mecanismo de defensa.

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