El reciente crecimiento económico de China no solo sorprendió a los expertos, sino también a la primera potencia del mundo: Estados Unidos.
Después de diferentes tensiones, reuniones y acuerdos entre ambos países, las relaciones vuelven a estar en un punto caliente y cada nación está tomando decisiones para proteger sus intereses.
Donald Trump y Xi Jinping todavía tienen un acuerdo que firmar, pero la crisis del coronavirus pausó este asunto pendiente, además se le suman otras controversias como lo ocurrido con Hong Kong y Xinjiang.
Trump enfrenta a una caída significativa en los sondeos para las elecciones del próximo mes de noviembre, una crisis económica, de desempleo y protestas en contra de la fuerza policial.
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Además está tratando de atender los compromisos internacionales como lo hizo en el caso de Hong Kong, aunque según CNN no usó “todo su poder”.
El Presidente estadounidense le puso “fin” al trato preferencial que tenían con la isla, cuyo territorio le pertenece al gigante asiático. En palabras del republicano es una respuesta por las “acciones opresoras” al pueblo de Hong Kong.
¿Qué significa esto? Este territorio no tendrá “privilegios especiales ni exportación de tecnología estratégica” y representa un duro golpe para la economía de China. Trump logró todo el respaldo necesario del Congreso para formalizar esto.
Estados Unidos ahora considera que Hong Kong no es un territorio autónomo y por tanto no debe tener los beneficios de una economía abierta.
Aunque Trump no ofreció detalles sobre las medidas que tomará al respecto, es de recordar que la potencia americana reconocía a Hong Kong como un territorio aduanero único.
También es uno de los mercados de exportaciones más importantes para Estados Unidos, además de tener cero aranceles sobre las exportaciones estadounidenses.
Sanción a Lockheed Martin
Esta acción de Trump no solo vino motivada por la opresión a Hong Kong, puesto que horas antes China decidió sancionar a la empresa norteamericana Lockheed Martin.
El gobierno chino argumentó que la razón fue el papel que jugó en una importante venta de armas a Taiwán.
¿Pero cuál es problema? Taitán es una isla autónoma que China sentencia que les pertenece, aunque su estado legal aún es confuso.
Estados Unidos no tiene vínculos diplomáticos con este territorio, sin embargo, como relata Fortune, según la Ley de Relaciones de Taiwán de 1979, el país tiene la responsabilidad de proveer ayuda militar a la isla.
Por esta razón, China insiste que esto es una violación a la soberanía china. Pero, esta sería la séptima venta de armas a Taiwán desde que Donald Trump asumió la presidencia. Esta última transacción está valorada en unos $620 millones de dólares.
Esto es solo un golpe más para la ya debilitada relación entre ambas potencias.
Cabe mencionar que Trump aseguró que no se reuniría otra vez con Xi Jinping, en una entrevista con CBS dijo que no estaba dispuesto a discutir otro trato.
“Hicimos un gran acuerdo comercial. Pero apenas se cerró, la tinta no se había secado siquiera y nos golpearon con la plaga”, arguyó.
Al decir “la plaga” hace referencia al COVID-19. El mandatario norteamericano en varias oportunidades ha ratificado que China es el culpable de la pandemia.
Economía mundial
En los últimos años Pekín ha tenido un crecimiento económico de suma importancia para la economía mundial.
Mientras que la economía de Estados Unidos en el primer trimestre del año se contrajo 4,8% y gran parte de la responsabilidad la tiene la falta de gestión frente a la pandemia del coronavirus.
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Pese a sus controvertidas acciones, distintos países del mundo saben que los tratados económicos con China son vitales.
No obstante, si estas dos potencias no encuentran un punto medio para “solventar” su frágil relación, ¿esto podría afectar la debilitada economía mundial? La relación entre ambos países preocupa a sus aliados como a los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
En junio el Ministro de Relaciones Exteriores, Anwar Gargash, declaró a CNBC que “Diría que la preocupación de los EAU por esta confrontación hostil es una preocupación mundial. Y no estamos solos aquí”.
Gargash recalcó que cada vez que el mundo observa algún enfrentamiento entre las potencias “los mercados tiemblan”.
Incluso, el medio de comunicación señala que:
“El comercio entre los Estados Unidos y China es de gran importancia para la economía global, porque abarca desde las cadenas de suministros internacionales, el crecimiento económico hasta los costos de los bienes básicos”.
Importancia de China
Algunos funcionarios estadounidenses sentencian que China está cometiendo “graves errores”, pero a su vez también admiten que las relaciones son fundamentales para la vitalidad económica de la nación.
Un ejemplo es la declaración de director del FBI, Christopher Wray, quien aseguró que “China es la mayor amenaza a largo plazo para la información y la propiedad intelectual de nuestra nación y para nuestra vitalidad económica”.
Pero más adelante declaró:
“Enfrentar esta amenaza de manera efectiva no significa que no debamos hacer negocios con los chinos, no significa que no debamos recibir visitantes chinos, no significa que no debamos dar la bienvenida a estudiantes chinos o coexistir con China en el escenario mundial”, según cita CNN.
El coronavirus ha hecho estragos con la economía mundial.
Miles de empresas se vieron obligadas a cerrar sus puertas, se paralizaron actividades como el turismo y aunque algunos países están reabriendo, es poco probable que se puedan recuperar tan pronto del impacto de la pandemia.
Las estimaciones del Banco Mundial sostienen que la economía de todo el mundo se contrajera 5,2%. Esta sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Tomando en consideración esta proyección, economistas miembros de S&P Global Ratings escribieron una nota a principio de mayo enfatizando que:
“La amenaza de aranceles más altos y la intensificación de la guerra fría tecnológica podrían interrumpir el comercio y la inversión en tecnología, desactivando lo que aún promete ser un motor para la recuperación en 2020″.