Las protestas nacionales por el asesinato en Minneapolis de George Floyd por un policía blanco dejan al descubierto una nueva «amenaza» en contra de la libertad de expresión y de los periodistas.
El 25 de mayo de 2020, un reporte acerca de un billete falso de US$20 en una tienda de comestibles activó las alarmas de la policía de Minneapolis.
La situación culminó con la muerte de George Floyd de 46 años a manos del oficial de policía Derek Chauvin, quién sometiendo a Floyd colocó su rodilla en el cuello de la víctima por aproximadamente 8 minutos causándole asfixia.
El oficial de policía Chauvin fue detenido y acusado de homicidio en tercer grado luego de la difusión de un video que mostraba como se había desarrollado la situación.
Protestas en todo el país
Una vez más la brutalidad policial de manos de policías blancos hacía minorías raciales, en este caso detonante del afroamericano George Floyd produjo indignación y rabia, provocando protestas en ciudades como Minneapolis, Atlanta, Chicago, Washington, entre otras.
El gremio periodístico ha hecho lo propio cubriendo las protestas, pero han sido objeto de ataques por parte de los cuerpos policiales.
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Cárcel, ataques y violencia hacia periodistas
Se han reportado más de una docena de incidentes en los que equipos periodísticos han sido atacados por la policía.
El día viernes la foto-periodista Linda Tirado recibió un disparo en el ojo con una bala de goma mientras hacia la cobertura de las protestas en Minneapolis.
En un tweet posterior Tirado afirma que a causa del disparo tiene ceguera total en el ojo izquierdo, pero dice estar agradecida que ese no es el ojo con que toma sus fotografías, así que no será el final de su carrera.
«Los ataques dirigidos contra periodistas, equipos de medios y organizaciones de noticias que cubren las manifestaciones muestran un total desprecio por su papel crítico en la documentación de temas de interés público y son un intento inaceptable de intimidarlos», dijo el director del programa del Committee to Protect Journalists (CPJ), Carlos Martínez de la Serna. «Las autoridades de las ciudades de los EE. UU. Deben instruir a la policía para que no ataque a los periodistas y garantizar que puedan informar de manera segura sobre las protestas sin temor a lesiones o represalias».
También en la ciudad de Minneapolis, el periodista Ali Veshi fue atacado por la policía mientras cubría la protesta pacífica.
Otro caso sucedió a la periodista Susan Ormiston de la Canadian Broadcasting Corporation, quién también recibió disparos de goma el sábado en la misma ciudad.
Otro caso de ataque con balas de goma
En la ciudad de Louisville, Kentucky, una reportera y su equipo de cámaras fueron disparados por la policía de la ciudad.
Ataques en California
La reportera Sarah Belle Lin también recibió impactos de bala de goma en la pierna mientras cubría las protestas en la ciudad.
Un reportero de ABC7 también fueron presa de los lanzamientos de gas pimienta en Rodeo Drive en Santa Mónica, California.
El día viernes en la mañana el periodista de CNN, Omar Jimenez y su crew fueron arrestados por la policía de Minneapolis en vivo durante la cobertura de las protestas, incluso cuando se encontraban plenamente identificados como prensa y seguían las indicaciones dadas por la policía.
Protestantes en contra de los medios
El día viernes en Washington DC, cerca de la Casa Blanca un equipo de la cadena Fox News también fue perseguido, atacado y expulsado de la escena por manifestantes. En el proceso una cámara del equipo fue destruida.
En la ciudad de Atlanta, el día viernes el edificio sede de la cadena CNN también fue víctima de ataques.
En Chicago
El fotoperiodista del Chicago Tribune Erin Hooley también fue atacado por manifestantes el día sábado en la ciudad.
La estudiante de periodismo de la Universidad De Paul, quién también es Managing Editor de La DePaulia también fue empujada por la policía de Chicago mientras cubría las protestas en Downtown Chicago.