Ya hemos dicho que la madre trabajadora es la fuerza laboral de Estados Unidos. Mientras la tecnología cambia las maneras en que los individuos de una sociedad interactúan, los puestos de trabajo cada vez requieren del intelecto.
El empoderamiento de la mujer en Estados Unidos es un hecho. Una investigación del Pew Research Center indica que los empleadores buscan perfiles vinculados con la persuasión y negociación.
«Las mujeres están a la vanguardia para enfrentar estos desafíos. No solo han ingresado a la fuerza laboral en mayor número que los hombres desde 1980, sino que han hecho sentir su presencia con mayor fuerza en los trabajos con la mayor dependencia de este tipo de habilidades», se lee en el informe.
Algunas de las ocupaciones relacionadas con el sector legal y educacional, alcanzan un 52% de trabajadores, cuando en 1980 era de un 40%. La proporción de mujeres también ha aumentado considerablemente entre aquellas que trabajan en contabilidad y odontología, del 27% en 1980 al 42% en 2018, destaca el Pew Research Center.
«La creciente presencia de mujeres en ocupaciones de mayor calificación ha contribuido a un crecimiento salarial más rápido para ellas en las últimas décadas en comparación con los hombres, y esto ayudó a reducir la brecha salarial de género».
Sin embargo, organizaciones como el Institute for Women’s Policy Research (IWPR), manifiestan que no es suficiente.
«La mujeres son casi la mitad de la fuerza laboral. Son el único co-sostén de la mitad de las familias estadounidenses con niños. Reciben más títulos universitarios y de posgrado que los hombres. Sin embargo, en promedio, las mujeres continúan ganando considerablemente menos que los hombres».
Brecha salarial
De acuerdo al sitio web del IWPR, en 2018, las trabajadoras a tiempo completo durante todo el año ganaron solo 82 centavos por cada dólar ganado por los hombres, siendo una brecha salarial de género del 18%.
La organización manifiesta que si el cambio continúa al mismo ritmo lento que lo ha hecho durante los últimos cincuenta años, las mujeres tardarán 40 años, o hasta 2059, en alcanzar finalmente la paridad salarial.
El aumento de los salarios ha sido más agudo en los trabajos que requieren una mayor destreza en las habilidades. Por ejemplo, las ganancias de las mujeres aumentaron en un 58% de 1980 a 2018 en trabajos que ponen el mayor énfasis en las habilidades analíticas, revela el Pew Research Center.
«La presencia continua de una brecha salarial de género, aunque más estrecha, se atribuye a una variedad de factores por parte de los académicos. Algunos de estos factores, como las habilidades laborales, el nivel educativo, la experiencia laboral, la membresía sindical, las horas trabajadas, la industria y la ocupación son medibles».
No obstante, las mujeres tienen una ventaja sobre los hombres en ciertas habilidades y en la educación: hay más probabilidades de tener trabajos en los que las habilidades fundamentales y sociales son más importantes, y una mayor proporción de mujeres que hombres se han graduado de la universidad.
No solo están obteniendo una mayor representación en los trabajos que requieren más habilidades sociales y fundamentales, sino que el empleo en esos trabajos está creciendo rápidamente.
Comparaciones
Un informe de McKinsey Global Institute (MGI), también destaca que los trabajos dependen en gran medida de las habilidades sociales, fundamentales, analíticas y de gestión.
Y es que en 2018, según el Pew Research Center, los trabajos en los que las habilidades sociales son más importantes, por ejemplo los gerentes de ventas, pagaron un salario promedio por hora de 29 dólares.
En contraste, las labores que dependen menos de las habilidades sociales (por ejemplo, mataderos y empacadores de carne) pagaban un salario promedio por hora de 18 dólares, aproximadamente un 40% menos.
Del mismo modo, los trabajos que más necesitan habilidades analíticas (físicos e ingenieros civiles, por ejemplo) pagaron 36 dólares por hora, en promedio, más del doble del salario promedio por hora de 15 dólares en las ocupaciones que menos necesitan habilidades analíticas, como los asistentes de vestuario y operadores de máquinas de carga. Un patrón similar prevaleció entre las ocupaciones clasificadas por la importancia de las habilidades fundamentales y de gestión.
Por otro lado, los salarios varían poco entre los trabajos en función de su dependencia de las habilidades mecánicas. En 2018, las habilidades mecánicas son más importantes, como los ingenieros de barcos y los instaladores y reparadores de ascensores, pagaron un salario promedio por hora de 23 dólares.
Esto fue un poco menos que el salario promedio por hora de 25 dólares en trabajos en los que las habilidades mecánicas son menos importantes.
Una razón para este patrón en los salarios es que las habilidades sociales, fundamentales, analíticas y gerenciales se refuerzan y complementan entre sí, empujando los más altos o más bajos en conjunto.
Habilidades mecánicas
Pero las habilidades mecánicas y no mecánicas se mueven en oposición. Por lo tanto, un trabajo con una necesidad limitada de habilidades, como los gerentes de recursos humanos, puede ser un trabajo de altos salarios porque requiere una mayor competencia en otras habilidades.
Por eso, las mujeres tienen más oportunidades puesto que socialmente las labores vinculadas con la fuerza son atribuidas al hombre. Mientras la sociedad requiere de tareas que necesiten del intelecto, la competencia favorece al género femenino.