En junio de este año se llevó a cabo una gran manifestación que, según sus organizadores, concentró a 1,03 millones de personas. A partir de allí se se registraron protestas donde más de 2.300 manifestantes han sido arrestados. Pero, ¿por qué protestan en Hong Kong?
Todo comenzó cuando se presentó una ley que pretendía extraditar a presuntos criminales a la China continental. Para la oposición, esto le permitía al gobierno chino ejercer mayor control sobre la población hasta el punto de intimidar o silenciar.
El alto mando de la región, representado por la secretaria ejecutiva Carrie Lam, afirmó que se debía llenar un vacío legal y el proyecto era una opción. ¿Cuál fue el detonante? Una joven embarazada fue asesinada por su novio hongkonés en Taiwán.
El asesino regresó a Hong Kong para confesar el crimen. Su condena fue de dos años, pues no podía ser extraditado a Taiwán debido a la falta de tratados de este tipo.
Es así como la reforma de la norma sobre Delincuentes Fugitivos y Asistencia Judicial Recíproca en Materia de Legislación Penal, podía extraditar a presuntos delincuentes a China.
«La interferencia política en el sistema judicial es generalizada en China, los abogados defensores no pueden defender a sus clientes sin temor a repercusiones, prevalecen la tortura y la confesión forzosa a pesar de que estas prácticas son ilegales en China. Esos son los temores de la gente en Hong Kong», dijo el experto en constitucionalismo de la Universidad de Hong Kong, Johannes Chan, en una entrevista.
El 15 de junio de este año Lam anunció que retrasaba de manera indefinida el proyecto de ley. Al día siguiente las calles estuvieron repletas de manifestantes que rechazan la injerencia en un territorio, que, en teoría, es autónomo. En esta segunda ola de protestas la gente no solo pedía la retirada definitiva de la nueva norma sino la dimisión de la jefa del gobierno hongkonés.
El primero de julio el Parlamento fue atacado por manifestantes, siendo este el incidente más violento desde el inicio de las protestas. La policía comenzó no solo a detener a quienes estaban presuntamente implicados sino a reprimir.
Transcurrieron las semanas. Enfrentamientos, detenciones y heridos fueron los resultados de las jornadas. El 4 de septiembre, Lam anunció la retirada definitiva del proyecto pero esto no ha calmado a los protestantes, pues hay una brecha histórica que precede el descontento.
Historia
La región fue ocupada por los chinos desde la era neolítica hasta 1842 cuando la Primera guerra del opio finalizó con la firma del tratado de Nanking, que obligaba a los chinos comercializar con Inglaterra a través de cinco puertos y la cesión de la Isla de Hong Kong.
Luego se llevó a cabo el Tratado de Pekín en 1860 a raíz de la Segunda guerra del opio. Después de su victoria, Gran Bretaña obligó a la dinastía Qing que le cediera parte de la península de Kowloon y la isla de Stonecutters.
El Convenio para la extensión de Hong Kong en 1898 marcaría el control total de la región mediante un arrendamiento de 99 años. Ya durante el siglo XX el gigante asiático atravesó conflictos internos y una guerra con Japón, así como la ocupación del territorio en el transcurso de la Segunda guerra mundial.
No obstante, tras el final del enfrentamiento bélico, en las décadas siguiente hubo desarrollo económico mientras el aumento de refugiados y exiliados provenientes de la China comunista y Vietnam fuera considerable.
En 1984 la república prometió que su sistema económico no sería aplicado en Hong Kong cuando se cumpliera con el final del arrendamiento, respetando la soberanía por un plazo de 50 años. MIentras tanto, se encargaría de la política exterior y la defensa del territorio.
Así nació la propuesta «un país, dos sistemas», impulsada por el entonces presidente Deng Xiaoping, para determinar que el capitalismo fuera desarrollado en la región hongkonés y en Macao sin resistencia política por parte de Pekín.
¿Injerencia china?
El líder de China, Xi Jinping advirtió el pasado domingo 14 de octubre que «cualquier intento de dividir a su país terminará en cuerpos aplastados y huesos rotos», según la televisora estatal CCTV.
Desde hace cerca de una nueve años, en la ex colonia británica se ha desarrollado una agitación política. Pues la injerencia de Pekín ha preocupado a los habitantes de Hong Kong debido a que el acuerdo de 1984, aparentemente no se está cumpliendo.
Es por eso que el proyecto de ley, retirado de manera definitiva en septiembre, representaba un riesgo para la autonomía. «El Gobierno retirará formalmente el proyecto de ley para tranquilizar completamente las preocupaciones públicas», indicó Lam.
El activista Joshua Wong dijo que la decisión era «demasiado poco y demasiado tarde» porque los manifestantes solicitan una investigación independiente acerca de la presunta brutalidad policial, también una amnistía para los arrestados, reformas políticas y la retirada del calificativo «revuelta» por parte del gobierno.
Este escenario para el director del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales de la Universidad del Desarrollo, Yun Tso Lee, es un movimiento en contra de China, como dijo en una entrevista.
«Hong Kong es parte de China, de eso no hay ninguna duda. Que en el año 1842 fuera arrebatado por los ingleses, ese es otro cuento, pero para China siempre ha sido parte del territorio. El acuerdo que quedó con los ingleses como condición per se para que pudiera retornar a China fue el de ‘un país dos sistemas’, y hasta el momento se ha cumplido».
Incluso Pekín según el presidente del Parlamento, Li Zhanshu, tiene «pruebas contundentes» de la participación de Estados Unidos y otros países en el conflicto civil que azota a Hong Kong.
Noticias recientes
El enfrentamiento político ha trastocado la industria de la tecnología y del deporte. Por ejemplo Apple, retiró la aplicación HKmap.live de su tienda porque los manifestantes la han usado para localizar la posición de la policía.
Otro caso fue el de un tweet. Su autor, un dirigente de la NBA, compartió pidió la libertad del pueblo hongkonés. Esto fue suficiente para que un encuentro previsto en Shanghai haya sido anulado el pasado miércoles 9.
Lebron James, uno de los grandes jugadores de la liga estadounidense, se expresó al respecto. «Tener cuidado con lo que tuiteamos, lo que decimos, lo que hacemos. Todos hablamos de esta libertad de expresión. Sí, todos tenemos libertad de expresión, pero a veces hay cosas negativas que puede suceder cuando no estás pensando en los demás y solo estás pensando en ti mismo», dijo en una rueda de prensa.
No obstante, un grupo de protestantes quemaron varios de las camisetas icónicas de la estrella en rechazo de tal comentario.
Mientras tanto, los juegos de la NBA serán transmitidos en China excepto los partidos de Los Rockets de Houston, equipo que es manejado por Daryl Morey, autor del tuit de la discordia.
Lo mismo sucedió con South Park, serie que fue prohibida debido al contenido de un capítulo donde un personaje pretende vender marihuana en China.
Eventualidades como estas son superficiales si se comparan con el suceso del primero de octubre, cuando se registró el primer herido de bala.
La líder hongkonesa, Carrie Lam, no pudo pronunciar este miércoles su discurso ante el Legislativo sobre el estado de la región debido a que la oposición la boicoteara durante la sesión. Por eso lo retomó mediante una alocución audiovisual donde no habló acerca de la tensión.
Las protestas persisten. Hasta ahora se han registrado cerca de 400 durante 4 meses.