Hace unos años el “cambio climático” no era una preocupación de índole mundial, pero ahora la situación es distinta. Los cambios en el medio ambiente son cada vez más graves y la población está sintiendo las devastadoras consecuencias de no cuidar el planeta.
Esta preocupación se evidenció en el último estudio realizado por el Centro de Investigaciones Pew en 14 países. Los individuos encuestados manifestaron que tanto el cambio climático global como la propagación de enfermedades infecciosas son una amenaza importante.
La proporción de personas que aseguran que el cambio climático es peligroso y representa una amenaza oscila entre el 59% en Australia y el 83% en países como Francia, España, e Italia.
Asimismo, más de dos tercios opinan lo mismo en Canadá, Alemania, los Países Bajos, Japón y Corea del Sur.
En cambio, en naciones como Dinamarca sólo el 34% de la población considera que el cambio climático es una amenaza menor para su país y no mayor.
A parte de la crisis del coronavirus, este año también ha sido marcado por los diversos desastres naturales que han ocurrido en muchas partes del mundo.
Por ejemplo, como indica el portal World Wild Life, varios eventos han sucedido en Estados Unidos, tales como los incendios forestales en California y Arizona, inundaciones frecuentes en el centro del país y sequías en las llanuras.
Fotografías del área de California demostraron que hubo pérdidas de casas acomodadas en zonas de Los Ángeles, fuego en autopistas, viñedos y mansiones.
A pesar del pánico generado por medio de las redes sociales, el gobernador de la entidad, Gavin Newson dijo:
“Reconozco que es un momento que provoca mucha ansiedad por las imágenes espectaculares que está viendo la gente. La realidad es que estamos teniendo una temporada por debajo de lo normal, aunque no lo parece”.
De acuerdo a The Balance, 6.7 millones de acres han sido quemados como resultado de los incendios ocurridos este año.
Principalmente en Arizona y California, y el panorama no es alentador.
El medio de comunicación asegura que el daño fue menor en comparación al 2018 y 2019. Se estima que las quemas forestales se conviertan en un gran riesgo en las próximas décadas.
Las alertas sobre el cambio climático no son nuevas: escudos de hielo derritiéndose, el nivel del mar aumentando, la combinación de ambos provoca inundaciones y erosiones en zonas costeras, así como aclara el sitio oficial de la Unión Europea.
Otras consecuencias del calentamiento global es la disminución de la calidad de agua, debido a los fenómenos meteorológicos extremos.
En el sur y centro de Europa han experimentado olas de calor, incendios forestales y sequías más frecuentes. En el norte algunas zonas la humedad aumentó y podría ocasionar que las inundaciones invernales se vuelvan más frecuentes.
Mientras que las zonas urbanas están más expuestas a las olas de calor, tomando en consideración que 4 de 5 europeos habitan en las metrópolis.
Of course, en los países en vía de desarrollo las consecuencias son más graves, ya que muchos no tienen políticas específicas para combatir el cambio climático y tampoco la infraestructura para soportarlo.
Al principio de la pandemia del nuevo coronavirus, gran parte de la población mundial estaba bajo confinamiento y algunas noticias indicaron que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron de una manera significativa.
La Fundación Asia indicó que tanto Estados Unidos como China estaban “relajando” la emisión de estos gases para aliviar las presiones económicas.
Aun así, esto no quiere decir que el cambio climático se haya detenido por la pandemia.
En Asia –durante la cuarentena- se incrementó la destrucción de los arrecifes y bosques debido a la tala ilegal, minería y la pesca.
Esto sucedió porque millones de desempleados regresaron a sus aldeas de origen y empezaron a depender en gran medida de los bosques, ríos y océanos locales para obtener alimentos y otras necesidades.
En un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente publicado este año indicó que en efecto, el cambio climático no se ha detenido por el COVID-19.
De hecho, aseveran que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nivel récord.
“El mundo está listo para ver sus cinco años más cálidos registrados, en una tendencia que probablemente continuará y no está en camino de cumplir los objetivos acordados para mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2 ° C o en 1,5 ° C”, rezan en el informe.
Del mismo modo, otro estudio publicado por la United in Science 2020, declaran que el impacto creciente del calentamiento global parece ser irreversible.
Está afectando glaciares, océanos, la naturaleza, las economías y también a las personas porque la calidad del agua no es la misma y se corre el riesgo de contraer enfermedades.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, sostuvo que “Este ha sido un año sin precedentes para las personas y el planeta.
La pandemia de COVID-19 ha trastornado vidas en todo el mundo. Al mismo tiempo, el calentamiento de nuestro planeta y la alteración del clima han continuado a buen ritmo”.
El 2019 también fue un año marcado por el cambio climático. Las inundaciones han desplazado a 7 millones de personas en todo el mundo.
Se convirtió en uno de los años más “grises” para el planeta.
El portal Electrek aseguró en un artículo que podría considerarse uno de los más desastrosos en cuanto al calentamiento global.
Hay varios eventos claves para soportar esta afirmación, uno de ellos es el huracán Dorian, este inició en Las Bahamas y se extendió a las costas de Estados Unidos y Nueva Escocia.
En Asia el tifón Faxai golpeó a varios países como a Japón, se registraron una de las tormentas más fuertes experimentadas en dicha nación.
A principios de 2019, como dice un artículo de National Geographic, los estadounidenses aseguraron, según dos estudios independientes, sentirse muy preocupados por el cambio climático.
Esto ha hecho que muchos líderes mundiales centren su política en el cambio climático, tal como el demócrata Joe Biden que ha dicho que es un problema que se debe combatir y su plan es trabajar bajo las directrices del Acuerdo de París.
Biden plantea una inversión de 1.7 millones de dólares que se destinarán a investigaciones tecnológicas verdes, un plan que pretende durar 10 años.