El candidato a la presidencia, Joe Biden, cerró la convención demócrata con el discurso de “su vida” y la emocionalidad fue la protagonista de la última noche.
Remarcó que Estados Unidos elegirá “la esperanza” antes del miedo y tildó a Donald Trump como un “líder fallido” que aviva el odio y la división.
“Este no es un momento partidista. Debe ser un momento estadounidense (…) Esta campaña no se trata solo de ganar votos, se trata de ganar el corazón y, sí, el alma de Estados Unidos”, expresó el exvicepresidente.
A lo largo de la noche, los invitados resaltaron las cualidades morales y humanas del candidato y Biden habló de la pérdida de su hijo Beau, la muerte de su primera esposa e hija y contó con la presencia de un niño tartamudo oriundo de New Hampshire.
Brayden Harrington, de 13 años, explicó cómo Biden lo ayudó recomendando algunos libros y contándole su propia historia cuando también le costaba hablar.
“Me dijo que éramos miembros del mismo equipo. Los dos tartamudeamos”, rememoró el pequeño.
Más adelante agregó “Joe Biden se preocupó. Imagínese lo que podría hacer por todos nosotros. Los niños como yo cuentan con usted para elegir a alguien a quien todos podamos admirar. Alguien a quien le importe. Alguien que hará que nuestro país y el mundo se sientan mejor. contamos contigo para elegir a Joe Biden”.
Aunque en un par de ocasiones nombró a su contrincante. Biden en todo momento intentó apelar a los sentimientos. No se enfrascó tanto en sus proyectos para el país o en las soluciones para enfrentar la crisis, más bien fue una invitación a que todos los estadounidenses voten desde el corazón.
Pete Buttigieg, excandidato demócrata, hizo acto de presencia y habló sobre su experiencia en el servicio militar y también como hombre gay en Estados Unidos.
“Joe Biden tiene razón: esta es una competencia por el alma de la nación. Y para mí, esa competencia no es entre estadounidenses buenos y estadounidenses malos. Es la lucha por destacar lo que es bueno en cada estadounidense”, resaltó Buttigieg.
Joe Biden anunció que su candidata a vicepresidenta es Kamala Harris y en un poderoso mensaje, Harris aceptó la nominación este miércoles. En un discurso de 20 minutos, se comprometió a trabajar por los latinos, los hindúes, los afroamericanos y luchar por un país en donde “entren todos”.
Inició su discurso hablando de la 19ª Enmienda, la cual les permitió a las mujeres votar por primera vez y recalcó que las mujeres de color ayudaron para que esto fuese posible.
Habló de su origen: Hija de una madre que llegó a los 19 años a Estados Unidos desde la India con el sueño de hallar la cura para el cáncer y un padre jamaiquino que estudió Economía.
Su mensaje fue un repaso de su historia, de su familia, de los valores que ha aprendido y del legado que le dejó su madre cuando murió de cáncer.
“Ella nos enseñó a ser conscientes y compasivos con las luchas de todas las personas. Creer que el servicio público es una causa noble y la lucha por la justicia es una responsabilidad compartida”, expresó.
Sin embargo, lo que muchos medios de comunicación destacan es la confianza que irradiaba la ahora candidata a vicepresidenta de Estados Unidos.
Esa noche fue para celebrar el liderazgo femenino en la era Trump. Hablaron varias féminas, la excandidata a la presidencia, Hillary Clinton, la senadora Elizabeth Warren y la actual presidenta de la Cámara Baja del Congreso, Nancy Pelosi.
En su intervención en la conferencia virtual, Warren recalcó que “Biden tenía realmente buenos planes”.
Durante su discurso no dejó de lado sus ideales progresistas y mencionó algunos de los planes de Biden: como mejorar los beneficios del Seguro Social y cancelar miles de millones de deudas estudiantiles.
Su mensaje lo dedicó en especial al cuidado infantil (Cuyas ideas se incorporaron al plan de Biden). Se refirió a su propia experienciay lo difícil que fue para ella conseguir a alguien que cuidara a sus hijos mientras ella trabajaba.
Comparó dicha situación con la actualidad, debido a la crisis del nuevo coronavirus miles de cuidados han tenido que cerrar sus puertas y millones de estadounidenses han perdido sus empleos.
“Sé que harán que el cuidado infantil de alta calidad sea asequible para cada familia, se debe universalizar la educación preescolar y aumentar los salarios de todos los trabajadores de cuidado infantil”, enfatizó Warren depositando sus esperanzas en Harris y Biden.
Jill Biden, esposa del candidato demócrata, se encargó de cerrar la segunda noche de la convención. Se centró en la educación y sus palabras las entonó desde un centro educativo en Delaware.
Biden es maestra de profesión y mientras su esposo trabajaba como vicepresidente, ella continúo trabajando impartiendo clases a adolescentes de secundaria.
Sus palabras sonaron como un “aliento de esperanza” para los americanos que se han tenido que adaptar a las clases virtuales y a ver todas las escuelas cerradas.
“Lo escuché de muchos de ustedes, la frustración de los padres que hacen malabarismos con el trabajo mientras apoyan el aprendizaje de sus hijos, o el miedo de que sus hijos se enfermen de la escuela», mencionó.
Jill Biden también habló de cómo su esposo ha manejado la crisis del COVID-19 y que se concentrará en no ver “más familias separadas” y criticó la actuación de Donald Trump sin llegar a mencionar su nombre.
Alexandria Ocasio-Cortez tuvo una breve intervención el martes. Ella se ha convertido en la voz de la generación más joven y progresista del partido.
Se esperaba que las palabras de Ocasio-Cortez durarán un poco más, pero en ese tiempo no elogió a Biden, sino que recalcó que su voto era para Bernie Sanders y nombró el movimiento que promueve.
“En un momento en que millones de personas en Estados Unidos están buscando soluciones sistémicas, profundas para nuestras crisis de desalojos masivos, desempleo y falta de atención médica, y espíritu del pueblo y por amor a todas las personas, apoyó la nominación del senador Bernie Sanders para presidente de Estados Unidos de América”, argumentó.
Recalcó que pese a las diferencias ideológicas, la meta más importante era derrotar a Trump y para lograrlo era importante trabajar en conjunto.
Otras voces importantes del segundo día fueron la activista Ady Barkan, el ex secretario de Estado John Kerry, el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer, el ex presidente Bill Clinton y Stacey Abrams de Georgia.
Michelle Obama se encargó de cerrar el primer día de la convención y con elegancia manifestó que Trump es el “presidente equivocado” para Estados Unidos.
“Déjenme ser todo lo sincera y clara que puedo: Donald Trump es el presidente equivocado para nuestro país (…) Ha tenido suficiente tiempo para demostrar que puede hacer este trabajo, pero claramente lo supera. Simplemente no puede ser quien necesitamos que sea. Es lo que es”, dedujo la exprimera dama.
Sus palabras se han convertido en una de las más compartidas en las redes sociales y resaltó su naturaleza “política”, aunque a lo largo de su mensaje mencionó que la “odiaba”.
Michelle Obama habló durante más de 25 minutos e invitó a todos a votar de forma masiva el próximo 3 de noviembre.
También advirtió del “caos y la división” en la que ha estado sumergido Estados Unidos en los últimos meses. Subrayó la división racial tras la muerte de George Floyd y Breonna Taylor, el dolor de las protestas de los últimos meses.
“Cuando miramos a esta Casa Blanca en busca de liderazgo, consuelo o cualquier forma de equilibrio, lo que encontramos en su lugar es caos, división y una completa falta de empatía»
Otro momento significativo del primer día de la convención fue la aparición de Bernie Sanders, el candidato con tendencia izquierdista que le otorgó el “pase” de la candidatura a Biden.
Sanders habló desde la razón y sentenció que estas elecciones se tratan de “preservar la democracia”.
Aseguró que Trump es una amenaza para el sistema democrático y no dejó de lado sus ideales. Mencionó que su movimiento continúa y se hace cada vez más fuerte, resaltó que antes eran vistas como “radicales” ahora son vistas como “una corriente principal”.