Uno de los numerosos descubrimientos de América, fue el de un hábito: fumar tabaco.
De acuerdo a una publicación del Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC en inglés), se estima que solo en 2017, 34.3 millones de habitantes adultos se identificaron como fumadores. El 75% dijo que lo hacía a diario.
No obstante, en julio de 2019, la Revista estadounidense de medicina preventiva (AJPM en inglés), publicó un estudio que señala lo siguiente: adultos quieren menos cantidad de nicotina, que es el principal componente adictivo.
De hecho, meses previos, la consultora Nielsen anunció que la venta cayó un 11.2%.
Sin embargo, el consumo de tabaco sigue siendo una de las primeras causas de cáncer no solo en el país sino en el resto del mundo, donde cada año mueren 7 millones de personas de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos números, han llevado a multinacionales como Altria, British American Tobacco, Reynolds American Inc, Philip Morris International Inc y otras compañías, a invertir en el cigarrillo electrónico o mejor conocido como e-cigarette, producto que ha ganado terreno en el mercado durante los últimos dos años.
Una de las razones es que no genera humo sino vapor. El verbo vapear, acción que según principales actores de la industria, es un “riesgo reducido” a pesar de que se consume nicotina.
La diferencia es que se cambia el proceso de combustión por el de atomización que activa el calor y por consiguiente, convierte el líquido en steam de sabores y olores diferentes de acuerdo al que se elija, pues en el mercado hay variedad.
Una de las compañías que más apuesta por los dispositivos es Phillip Morris. Su meta es dejar a un lado los cigarros convencionales. Por algo ha invertido más de US$ 4.500 millones en investigaciones y producción.
Las empresas tabacaleras compiten con otras ya posicionadas como por ejemplo, la china Joyetech, y la estadounidense Juuls, que aparte de ser pequeñas, fabrican el e-cigarette desde sus inicios.
Juuls, según un reporte de Nielsen y Wells Fargo, en 2018 generó un ingreso de US $224,6 millones, siendo los jóvenes unos de los mayores consumidores. Es por eso que ha habido denuncias hacia esta compañía; pues se le acusa de diseñar campañas de marketing que captan a menores de edad.
Hasta los momentos el CDC enumera a 805 personas enfermas a raíz del vaping y 13 fallecidas. La edad del 61,9% de las víctimas era de 18 a 34 años, el 16% eran menores de edad. Por eso medios, organizaciones y la opinión pública en general han manifestado su preocupación.
Por ahora, no ha habido una investigación capaz de determinar a ciencia las causas pero se investiga al respecto. En “muchas víctimas”, como señala un reciente reportaje de Reuters, se encontraron «bolsas de aceite» que obstruyen células responsables de eliminar impurezas de los pulmones.
«Estamos buscando asociarnos con cualquier laboratorio que pueda ayudar a identificar cuáles son esos lípidos (grasas)», dijo Dana Meaney-Delman, líder del CDN, a través de una entrevista telefónica.
Se sospecha que el líquido se forma porque es una respuesta natural a los químicos que se encuentran en las esencias de marihuana o aquellas compuestas por acetato de vitamina E, ambos considerados como los posibles causantes de enfermedades y muertes.
“Tenemos un problema en nuestro país y se llama vapeo”, dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en referencia al libre acceso de adolescentes a cigarrillos eléctricos. Es por eso que el gobierno decidió prohibir esencias «llamativas» como mango, candy cotton, y menta.
El Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, anunció que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA en inglés) crearán mecanismos para retirarlas exceptuando las de tabaco, pues son para adultos.
Los productos deben ser aprobados por la FDA cuando se compruebe, en mayo de 2020, que haya un beneficio para la salud pública. Los representantes de estas instituciones, además sostuvieron que los diseños, sabores y olores, fueron creados para un target juvenil. Según una investigación del laboratorio de RAND Corporation, este público también suelen fumar cigarrillos tradicionales luego de probar los e cigarettes.
A pesar de esto, legisladores de California, estado donde se encuentra la filial de Juuls, específicamente en San Francisco, no restringirán el negocio a corto plazo a pesar de que votaron en contra de la venta a principios de este verano. El diputado demócrata Adam Gray, manifestó que trabaja en nuevas regulaciones. Su meta, dijo, es fortalecer un proyecto de ley antes de presentarla el próximo año.
Por otro lado, en una entrevista concedida a CBS, el CEO de Juuls, Kevin Burns, advirtió que sus productos no están dirigidos a un público no fumador. «No vapees, no uses Juul». No es adecuado, dijo, pues es ilógico consumir si no se es adicto porque el target es un fumador habitual.
Admitió además que desconocen los efectos del vapeo a largo plazo. No obstante, alegó que Juuls hasta ahora pasa «todas las pruebas de toxicidad» exigidas por las autoridades estadounidenses.
Burns renunció al cargo semanas después, siendo reemplazado por K.C Crosthwaite, ejecutivo de Atria, compañía de tabaco que tiene una participación de US$ 13 millones en Juul.
Una nueva política de la empresa es vender cigarrillos a mayores de 21 con el fin de evitar que menores accedan mediante el desarrollo de un nuevo sistema electrónico de verificación de edad en los puntos de venta. Así como suspender toda campaña de publicidad.
Mientras tanto hay investigaciones que pretenden identificar y determinar los efectos del vapeo a largo plazo. Por ejemplo, Meaney-Delman, la líder del CDC, recomienda no consumir hasta que haya una explicación científica.
Los datos no mienten, pues hasta ahora los estadounidenses, especialmente la juventud, opta por vapear. Las empresas invierten en nuevos dispositivos y estudios. De todos modos, hasta 2020 se decidirá si son aptos para el mercado. De lo contrario, deberán hallar otra salida que evite la quiebra.
Esta nota fue publicada el 23 de septiembre y ha sido actualizada para reflejar los acontecimientos más recientes.