En los últimos años, la corrección política se hace cada vez más protagonista en torno a acalorados debates que para muchos pueden ser estériles porque trastocan temas que a simple vista parecieran no tener relación.
Decidir qué decir, usar y consumir se ha vuelto una práctica por parte de los autodenominados progresistas, cuyo discurso también ha hecho su presencia en los deportes.
Luego de que los Redskins de Washington recientemente decidieran retirar su nombre y logo, así como equipos de diferentes deportes como los Indios de Cleveland, cabe preguntarse si realmente la corrección política es la denotante.
«Hoy marca el comienzo de un nuevo capítulo para la NFL y la franquicia de Washington, comenzando un nuevo legado que puede ser más inclusivo para los fanáticos de todos los orígenes», le dijo a ESPN, Ray Halbritter, representante de Oneida Nation y jefe de la campaña.
Trump se pronunció
El presidente escribió en un tuit: «Nombran equipos por FUERZA, no por debilidad, pero ahora los Indios de los Washington Redskins y Cleveland, dos legendarias franquicias deportivas, parecen que van a cambiar sus nombres para ser políticamente correctos».
Trump añadió que los indios, como Elizabeth Warren, «deben estar muy enojados ahora mismo». Y es a que llamó a la senadora «Pocahontas», un apodo con connotaciones raciales que le dio después de que Warren manifestara que era de origen nativo americano.
«Hemos dejado en claro desde el principio que este movimiento nunca tuvo que ver con la corrección política, sino con la intención de evitar daños innecesarios a nuestra juventud, ya que sabemos por los científicos sociales los muchos efectos nocivos que esta mascota ha tenido en la autoimagen de los nativos americanos», manifestó Halbritter.
La decisión fue tomada menos de dos semanas después de que el propietario Dan Snyder, un fanático de la infancia del equipo que una vez declaró que nunca se desharía del nombre, lanzó una «revisión exhaustiva» en medio de la presión de los patrocinadores.
Una cuestión de dinero
La situación racial ha desencadenado un debate en el que se exigen cambios. FedEx, Nike, Pepsi y Bank of America se alinearon contra el nombre que se le dio a la a los Redskins en 1933, cuando el equipo todavía estaba en Boston.
FedEx se convirtió en el primer patrocinador en anunciar que había pedido a la organización que cambiara el nombre, particularmente importante porque el CEO Frederick Smith posee parte del equipo.
La multinacional pagó 205 millones por los derechos de nombre a largo plazo del estadio del equipo en Landover, Maryland, reseñó el New York Times.
El contrato de arrendamiento en FedEx Field expira en 2027, y dejar el nombre abre varias posibilidades en Maryland, Virginia y Washington para el nuevo estadio y sede del equipo.
El alcalde del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, dijo que el nombre era un «obstáculo» para que Snyder construyera en el antiguo sitio del estadio RFK, que se cree que es su preferencia.
Los Bravos de Atlanta de las Grandes Ligas de Béisbol y los Chicago Blackhawks de la Liga Nacional de Hockey han dicho que no tienen inclinación a cambiar a hacer lo mismo que los RedSkins.
A algunos defensores les gustaría ver todos los nombres, mascotas e imágenes de los nativos americanos fuera del deporte.
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Corrección política en la NBA
La corrección política en deportes no solo ha sido protagonista en la NFL o la MLB. Por ejemplo, el tuit que el gerente general de los Houston Rockets, Daryl Morey, publicó: «Lucha por la libertad, lucha con Hong Kong» ha hecho que los Rockets y la NBA pagaran un precio.
El mercado de la NBA en China enfrentó desafíos sin precedentes. La Asociación China de Baloncesto dijo que suspendería toda cooperación con el equipo con sede en Texas. El presidente de la asociación es Yao Ming, un ex jugador de los Rockets.
El consulado general de China en Houston también instó al equipo a «aclarar y corregir inmediatamente los errores». La NBA reconoció que las opiniones de Morey ofendieron a sus amigos y fanáticos de China.
«Si bien Daryl ha dejado en claro que su tweet no representa a los Rockets ni a la NBA, los valores de la liga apoyan a las personas que se educan y comparten sus puntos de vista sobre asuntos importantes para ellos», dijo el director de comunicaciones de la NBA, Mike Bass, en un comunicado.
Para algunas personas este tipo de situaciones no son propias del espíritu competitivo pero para otras el deporte influye en la sociedad y cultura. Los cambios les resultan propicios incluso si las razones son más económicas que morales.
