En chats encriptados, neonazis y otros extremistas de derecha planean manifestaciones, además de compartir contenido acorde a sus ideas, de acuerdo a un estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico.
«Los canales de Telegram a menudo comparten material que se vincula con públicos relacionados ideológicamente», se lee en la investigación.
De acuerdo a medios de comunicación, este grupo planeó manifestaciones en docenas de ciudades el pasado domingo por medio del slogan White Lives Matter.
Sin embargo, según los reportes, el número de asistentes no fue el esperado. El evento fue transmitido en vivo.
En Huntington Beach, California, el evento del White Lives Matter estuvo rodeado por activistas de Black Lives Matter de acuerdo a Los Angeles Times.
Al menos cuatro contramanifestantes fueron detenidos, según el periódico, por presuntos delitos como usar sonido amplificado sin permiso, portar ilegalmente artículos como gas pimienta, porras y obstruir a los agentes de policía.
En otro episodio la policía en el centro de Albuquerque, Nuevo México, formó un círculo alrededor de un manifestante para separarlo de una gran multitud de contramanifestantes.
Al final, California declaró ilegal la concentración de White Lives Matter. Los supremacistas blancos tuvieron una experiencia similar en 2017 después de la manifestación «Unite the Right» en Charlottesville, Virginia.
Además, hasta el momento se han presentado 369 casos federales contra personas acusadas de participar en el asedio al Capitolio, según una base de datos mantenida por el Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington.
No obstante, de acuerdo al estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico, en Telegram hay 49 canales pro-terroristas. «Estos canales promueven grupos que respaldan violencia, o glorifican a las personas que han cometido ataques», se lee en la investigación.
«Una característica particularmente llamativa de estos canales fue el apoyo amplio y explícito para el uso de violencia motivada política e ideológicamente, ya sea a través de la promoción de grupos asociados con esta violencia, llamadas directas a la acción violenta o el intercambio de material instructivo que ayuda a las personas a llevar ataques».
La prevalencia y variedad de este tipo de contenido suscita una consideración más amplia en torno a conceptualizaciones del terrorismo de extrema derecha.
También hay estos grupos que sirven como centros para compartir material táctico, incluidos consejos sobre cómo prepararse para ataques terroristas e insurrecciones, sobrevivir fuera de la red y monitorear políticas y oponentes ideológicos, según la organización.
El instituto encontró además canales de discusión general y de contenido humorístico. «Estos grupos brindan espacios para que las personas participen en discusiones generales sobre la supremacía blanca. Esto incluye compartir memes,fotografías históricas de nazis, memes racistas, literatura y podcasts de supremacía blanca».
Más allá de compartir propaganda de grupos terroristas y la celebración de terroristas, algunos grupos también llaman activamente a la violencia. En la mayoría de los casos, se trataba de llamamientos generales a la violencia contra un grupo específico de personas.
Los investigadores identificaron llamados a la violencia contra una amplia gama de grupos, incluido el LGBT, policías, periodistas, narcotraficantes, pedófilos y personas que trabajan en la industria pornográfica. En varios casos, se nombraron personas específicas como objetivos.
Esta forma de organización parece ser la única alternativa de este grupo, que para muchos se trata de un movimiento.
Un movimiento social es un grupo de personas que se organiza para alcanzar un objetivo.
También es una mezcla de organización y espontaneidad. Suele haber una o más organizaciones que dan identidad, liderazgo y coordinación, pero los límites nunca son colindantes con las organizaciones.
Todas las definiciones de movimiento social reflejan la noción de que está intrínsecamente relacionado con el cambio social.
No abarcan las actividades de las personas como miembros de grupos sociales estables con estructuras, normas y valores establecidos e incuestionables.
Afirmar que White Lives Matter sea un movimiento es abstracto dado a que deviene de un slogan como contraparte del denominado movimiento, Black Lives Matter.
Esto no significa que los supremacistas blancos de Estados Unidos no tengan sus propias estructuras organizativas.
De hecho, al apreciar los datos del estudio del Instituto para el Diálogo Estratégico, se puede evidenciar que ante el baneo por parte de compañías de redes sociales al contenido que suscita el odio, los supremacistas se las arreglan para seguir comunicándose.
A pesar de que en el rally más reciente no hubo tantos asistentes, los extremistas no dejan de ser un movimiento.