El abuso infantil comprende varios espectros: El matrimonio prematuro, el trabajo infantil, la prostitución, la trata, el abuso sexual, el maltrato físico y psicológico, la desescolarización y el trabajo doméstico forzado. En Estados Unidos y América Latina el índice es alto.
Datos aportados por childhelp.org, Estados Unidos es el país industrializado con los peores registros. En promedio pierde entre cuatro y siete niños todos los días por abuso y negligencia infantil.
Ahora, en América Latina, de acuerdo a datos de UNICEF (en el 2017), un millón de niñas y adolescente eran víctimas de violencia sexual.
La Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres (ONU Mujer) señala que las niñas son más propensas a sufrir acoso psicológico.
ONU Mujer sostiene que “en especial comportamientos como que se las ignore, se las aparte o se difundan rumores desagradables sobre ellas. Las niñas también son víctimas de burlas por el aspecto de su rostro o de su cuerpo con más frecuencia que los niños”.
¿Qué es el maltrato psicológico? Marisela Gámez, psicóloga graduada en la Universidad Central de Venezuela y colaboradora de la Red de Mujeres de Amnistía Internacional, explica que el maltrato psicológico es un tipo de violencia invisible en la que se agrede con insultos, humillaciones, desvalorizaciones, abandono y negligencia.
Agrega que en estas situaciones la víctima se puede ver gravemente afectada y esto puede llevarla a un estado de depresión o pensar en el suicidio.
-H: Marisela, ¿cuáles son las señales para identificar el maltrato psicológico?
-M: La mejor manera de identificarlo es conociendo lo que es el maltrato y escuchar a nuestro cuerpo. Por lo general cuando algo nos genera malestar reaccionamos, tenemos como ese sexto sentido que nos dice que eso no está bien. Nuestro cuerpo a veces prende las alarmas y tenemos que hacerle caso, estar pendiente de cómo reaccionamos a ciertas situaciones.
“Por ejemplo si una mujer evita vestir ciertas prendas con la finalidad de no crear conflicto, deja de decir algunas cosas para no causar una discusión con su pareja o incluso deja de salir para no molestar al otro, son claras señales de que hay un maltrato”, enfatiza la psicóloga.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU argumentó que los abusos experimentados en la infancia por niños y niñas, tienen una variedad de impactos en la salud a largo plazo.
-M: Si la niña o el niño sufre maltrato psicológico tiene una alta probabilidad que sufra de problemas de conducta, que actúe de forma retraída, que su rendimiento académico sea bajo, incluso esta situación puede afectar directamente su autoconcepto y su autoestima.
Para observar si le afecta, la forma más sencilla es ver cómo se comportan en el colegio. Aquí empiezan a mostrar evidencia de si son agredidos o son los agresores.
Gámez añade que en mayor escala el estrés ocasionado por la violencia en casa, les puede generar a los niños alteraciones en el desarrollo cerebral.
“Pueden comenzar a experimentar trastornos de sueño y muy probable que cuando crezcan comience a reproducir estos patrones violentos sino se trata terapéuticamente”, precisa.
La violencia psicológica puede causar alteraciones en la salud mental y física de los niños que pueden perdurar toda la vida, tal como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). De esta manera instan a los padres y representantes a prevenirlo antes de que se presente.
-M: Se les debe hablar desde el respeto, reforzando la valoración, haciéndoles entender cuando no los están tratando bien. Es importante que los ayuden a reconocer sus emociones.
-M: También es primordial que sepan cómo expresarlo, se le debe dar validez a su sentir, argumentos y reforzarlos… Es la única manera en la que no anulen sus sentimientos.
La psicóloga sostiene que en muchas oportunidades se pasa por alto la opinión de las niños y niños, entonces la reacción de los pequeños es internalizando y comienzan a cuestionarse.
“Si me pegaron es porque quizás me lo merecía”, Sino me prestaron atención es porque no estaba diciendo nada importante”, Gámez comenta que esas son frases que pueden pensar los infantes cuando los adultos o representantes no toman en consideración sus pensamientos.
“Es por ello que es vital darle validez a su sentir y a lo que expresan. Enseñarles a decir que no y que no pasa nada si no complacen a todo el mundo y que siempre sepan a dónde acudir”, reitera.
El maltrato psicológico puede dejar secuelas en los más pequeños. El hecho de vivir en un ambiente de violencia puede influir en sus decisiones del futuro y en el tipo de parejas que se encuentran.
“Los niños y niñas no son víctimas solo porque sean testigos de la violencia entre sus progenitores, sino porque ‘viven en la violencia’. Son víctimas de la violencia psicológica, a veces también física, y crecen creyendo que la violencia es una pauta de relación normal entre personas adultas, argumenta la organización Save the Children.
-M: Sí hay probabilidades de que esto ocurra, pero no es solamente cuando el padre es abusivo. Dígamos que las mujeres idealizamos a nuestra figura masculina por lo que inconscientemente creemos que es nuestra figura protectora. Cuando no se toma en consideración el maltrato y que se está reproduciendo el patrón es frecuente que esto ocurra innumerables veces hasta que logren elaborar el maltrato.
“Elaborar el maltrato” es asistir a consulta, terapia psicológica e ir trabajando todas estas situaciones y sus futuras secuelas, explica Gámez.
Asegura que “Muchas personas dicen que eso “fue cuando era niña” y resulta que quedan muchas secuelas, las internalizamos y más adelante se reproducen”.
-M: La mejor manera de prevenirlo es aumentar nuestra autoestima. Una vez que nos amamos sin condiciones, estoy segura que no nos vamos a exponer para que nos lastimen y cuando nos vemos en una situación complicada buscaremos defendernos… Tal como lo haríamos para proteger a otro ser que amamos o algún objeto que valoramos muchísimo.
“Yo siempre pongo el ejemplo de cuando tenemos un teléfono inteligente. Lo cuidamos tanto que sabemos que no lo podemos meter debajo de la ducha, no nos lavamos las manos junto con el teléfono. Tratamos de que no se caiga de lugares muy alto y cuando sucede nos duele muchísimo, así deberíamos actuar con nosotras mismas”, relata la psicóloga.
Marisela Gámez expresa que las mujeres deben evitar exponerse y no colocarse en situaciones peligrosas, evitar luchas innecesarias y conocer cómo funciona el círculo de la violencia.
“El círculo de la violencia comienza con la agresión, discusiones, tensiones, después viene la etapa de las disculpas, luego la luna de miel y después todo se repite”, comunica.
Como psicóloga cree que si la mujer se siente en una situación de maltrato psicológica, es importante que busque ayuda para que esto no repercuta más adelante en la conducta de los niños.