Una vez que termine la pandemia del COVID-19 hay algo seguro: El mundo no volverá a ser el mismo. Algunos países, en especial en Europa, están preparando políticas para el desconfinamiento.
Italia, una de las naciones más afectadas por el virus, anunció que el 18 de mayo reabrirán los bares y restaurantes. Este plan es parte de una desescalada que forma parte de la “fase dos”.
El 27 de abril el gobierno dirigido por Giuseppe Conte aprobó que se reabran fábricas para que así el país comenzará a reactivar la golpeada economía.
Este 18 de mayo tienen previsto que se abrirán los bares y restaurantes, esto significaría una vuelta a la “normalidad”. Sin embargo, las autoridades acordaron que los ciudadanos deben mantener las medidas de seguridad: El uso de la mascarilla y la distancia social.
Otro país que está aplicando normativas para reactivar diferentes áreas es Francia. A partir del 11 de mayo se reanudarán las actividades académicas. Las autoridades anunciaron que el desconfinamiento está divido en dos zonas, que a la vez se identifican los colores: verde y rojo.
Este plan anunciado por el gobierno de Emmanuel Macron tiene el objetivo de que los franceses “puedan salir libremente”. El 11 de mayo abrieron los bares, restaurantes y otros sitios de interés social para las zonas que entren en la categoría del color “verde”.
Eric Feigl-Ding, economista de salud global de la Escuela de Salud Pública de Harvard Chan, le dijo a CNBC, refiriéndose a los casos de coronavirus en Estados Unidos, que considera poco viable que “la normalidad” retorne pronto.
Esto no va a desaparecer en las próximas tres semanas, sin importar cómo deseemos compararlo con Wuhan», dijo Feigl-Ding.
Otro experto, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas declaró al mismo medio de comunicación que no veía “factible” que la nación americana vuelva a la “normalidad”.
Fauci reiteró este martes, 12 de mayo, que un confinamiento “prematuro” puede traer graves consecuencias a Estados Unidos. El experto afirmó ante el Congreso que aunque están trabajando en una vacuna, puede pasar mucho tiempo para que esta esté disponible en el mercado.
“Las consecuencias de un desconfinamiento demasiado temprano podrían ser muy serias», puntualizó.
Aunque esta visión no es compartida por los políticos republicanos, quienes aseguran que es importante que Estados Unidos reactive su economía.
El desconfinamiento se está aplicando en distintas etapas dependiendo de cada estado. En Texas se reabrieron tiendas, restaurantes, bibliotecas, pero la única condición es que operen al 25 % de su capacidad. En este distrito el jueves, 7 de mayo, se registró un número más alto de muertes, alcanzando 800 en un día.
El país tiene un promedio de 2000 fallecidos a diario, esto significa que la curva no ha disminuido, pese a esto en algunas localidades están exigiendo fin del confinamiento.
En California miles de personas salieron a la calle para que el gobierno local les permita volver a la “normalidad”.
Para expertos en el área de la salud, el desconfinamiento debe venir acompañado de índices que lo aprueben, porque del resto sería contraproducente.
En muchos países están aplicando algunas “alternativas” para contrarrestar el impacto del virus en el cuerpo humano, aún la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado una cura.
En Alemania desde el 3 de mayo las normas empezaron a ser más flexible. El gobierno autorizó disminuir la distancia social recomendada de un metro y medio, además el 28 de abril abrieron locales con un espacio mayor a 800 metros cuadrados.
De igual manera, dejaron sin vigencia el “margen decisorio”, lo que significó que dependiendo el número de contagios, cada región es autónoma de reforzar o relajar las medidas.
No obstante, Alemania está observando cómo después de estos anuncios hubo un repunte en la tasa de infecciones: Paso de 1 a 1,1, de acuerdo a información proporcionada por el Instituto Nacional de Virología Robert Koch.
El instituto señaló que aún es pronto para sacar una conclusión, pero que estarán monitoreando más de cerca el número de infecciones.
En España el gobierno de Pedro Sánchez presentó el proyecto titulado “Plan para la Transición hacia una nueva normalidad”. El lunes, 11 de mayo, inició la primera fase del programa. Abrieron los pequeños, grandes comercios, hoteles, museos, centros de alto rendimiento deportivo y también se permitirán servicios fúnebres.
Aun así algunos especialistas creen que es importante que la curva de transmisión se controle para darle inicio a una desescalada. En este país, hasta el momento, hay 224.390 casos y han fallecido 26.621 personas.
Fernando Artalejo, médico epidemiólogo, catedrático y director del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UAM, cree que una vez que el gobierno comience a “aligerar” las medidas de confinamiento la curva crecerá levemente.