Uno de los sectores más golpeados por la crisis del COVID-19 es la industria aérea, desde los primeros meses de la pandemia los vuelos se redujeron en gran medida, en especial a los países asiáticos. Una vez que el virus comenzó a propagarse por Europa y América, los vuelos se paralizaron.
Se estima que para finales de este mes, la mayoría de las aerolíneas del mundo puedan estar en banca rota. Incluso ya muchas empresas que se han declarado en quiebra, un ejemplo es Virgin Australia, el dueño de la línea aseuró que han tenido pérdidas devastadoras.
En Estados Unidos la situación no es distinta, el presidente Donald Trump firmó un paquete económico de $58 millones de dólares destinado a la industria aérea en marzo.
Sin embargo, se cree que no será suficiente para rescatar el sector, debido a que todavía no se observa un freno en el brote.
El 5 de mayo el sector de las aerolíneas se desplomó 5 %, esto después de que Warren Buffett, importante empresario e inversor estadounidense, anunció que vendió todas sus participaciones en la industria aérea en la reunión anual de Berkshire Hathaway.
Buffett indicó que vendió toda su participación en cuatro importantes empresas: American Airlines, Delta Air Lines, United Airlines y Southwest Airlines. El empresario insinúo que sería un error mantenerse en la industria, después de que esta decayera por la pandemia del coronavirus.
Además, dijo que desconoce cómo el sector se recuperará después de la crisis del COVID-19.
“El mundo ha cambiado para las aerolíneas”, declaró Buffett y más adelante agregó “El futuro es mucho menos claro para mí sobre cómo resultará el negocio”.
Aun así hay empresas que están tratando de sobrellevar la crisis. Una de ellas es Frontier Airlines, la compañía estadounidense reveló que ofrecerá un nuevo asiento para aquello pasajeros que intentan cuidar la distancia de otros.
El asiento con más espacio ofrecerá un medio bloqueado, para así evitar que un pasajero esté al lado de otro.
Comunicaron que ofrecerán esta opción desde mayo hasta agosto de 2020. El boleto tendrá un costo aproximado de $39 y también les exigirán a los clientes que usen su mascarilla.
La pandemia ha golpeado más al sector aéreo y de turismo que a ningún otro. Alexandre de Juniac, presidente ejecutivo de IATA, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, reseñó a BBC Mundo que “el impacto ha sido mucho más severo que cualquier otra cosa que hayamos experimentado”.
Desde el inicio de la crisis del COVID-19 el número de vuelos diarios en América Latina cayó 90 % y en el resto del mundo las cifras son similares. Una de las indicaciones para evitar la propagación del virus es evitar la interacción social y viajar está entre las prohibiciones de muchos países.
Thomas Flohr, fundador y presidente de VistaJet, afirmó que una vez que se reabran las fronteras las aerolíneas se enfrentarán con “rebote significativo”.
Prevé que las empresas se enfrentarán a la baja carga y sugiere que las empresas comerciales opten por operar con aviones más pequeños.
De igual manera, advirtió que es difícil predecir lo que sucederá en el resto del año, pero ve una “ligera esperanza” en el sector.
Sin embargo, una vez que las líneas comiencen a operar es importante que los aeropuertos y aviones tomen las previsiones necesarias.
“Se necesita preparar los aviones para volver a volar y los aeropuertos para recibirlos. También será necesario volver a programar los horarios de vuelo y del personal disponible”, así como explicó el corresponsal de negocios de la BBC, Theo Leggett.