Desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido firme en su idea de disminuir los migrantes ilegal.
Llegó a la White House con la convicción de construir un muro entre la frontera de Estados Unidos y México y de deportar a más de 3 millones de migrantes.
En estos años que lleva como Presidente, algunas reglas han cambiado con respecto a la administración anterior. En un estudio publicado por Pew Research Center (PRC) aumentaron el número de deportaciones y arrestos fronterizos.
El documento se basa en las últimas estadísticas publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Según los datos disponibles en la página web de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, durante el año fiscal 2019, las detenciones en la frontera de México y Estados Unidos alcanzaron uno de sus niveles más altos en 12 años.
Durante el año pasado, en un período comprendido desde octubre de 2018 a septiembre de 2019, detuvieron a 851.508 migrantes, mientras que en la temporada anterior fueron 396.579.
PRC apunta que las detenciones ocurrieron mientras algunos migrantes estaban en búsqueda de asilo. Además, señalan que el perfil demográfico de aquellos que cruzan la frontera también ha cambiado.
La mayoría de los migrantes son grupos de familias y a su vez representan el porcentaje más alto de detenidos (56 %).
En comparación a las personas que ingresan solos.
Otro dato importante es que provenían de los países conocidos como el “Triángulo del Norte” (El Salvador, Guatemala y Honduras).
En los últimos años el índice de violencia e inseguridad en estas naciones ha ido en aumento y esa es la principal causa de que la población emigra en búsqueda de mejores oportunidades.
El aumento de familias centroamericanas en Estados Unidos fue denominado por CBP como “crisis fronteriza de seguridad humanitaria y nacional”.
La respuesta del gobierno de Trump fue impulsar a México para que sirva como “terceros países seguro”.
Este “programa” consistía que mientras las personas esperan respuesta de asilo de Estados Unidos, podrían permanecer en el país azteca.
De hecho, Trump amenazó a México con aumentar los aranceles si no hacían lo posible por detener la caravana de inmigrantes.
Esto obligó a las autoridades mexicanas a aumentar el control de las personas que pasaban por la frontera.
El Centro de Investigación Pew se encargó de preguntarle a los estadounidenses que opinaban sobre las nuevas medidas fronterizas.
Las respuestas fueron variadas. El 86 % de los encuestados opinaron que era importante aumentar el número de jueces que se encargan de revisar los casos de asilo.
Mientras que el 82 % de los adultos entrevistados consideran que es prioridad proporcionarle las condiciones sanitarias adecuadas a las personas que solicitan asilo una vez lleguen a Estados Unidos.
Aun así, una cuarta parte de los estadounidenses (74 %) creen que es importante reducir la cantidad de individuos que se dirigen a Estados Unidos a pedir asilo.
Por último, 69 % señaló que es consecuente que el gobierno proporcione ayuda o asistencia a los países de origen de aquellos que solicitan asilo político.
Durante el año fiscal 2017 el número de detenciones de migrantes ilegales dentro del país aumentó 30 %.
Esta situación se propició después de que Donald Trump firmara una autoridad que le permite a ICE detener a inmigrantes no autorizados e incluso si no tenían antecedentes penales.
No obstante, el porcentaje de arrestos disminuyó durante el 2019. De acuerdo al informe de ICE detuvieron a 137.084 individuos.
En el reporte destacan que esto es gracias a diversas políticas y entre ellas está el envío de 350 oficiales para ayudar a largo de la frontera.
Cuando se trata de inmigrantes no autorizados que son detenidos en la frontera o dentro del país, tanto ICE como CBP pueden accionar y “expulsarlos”.
En el año fiscal 2018 (fecha más recientes con los datos completos) ambas agencias deportaron a 337,287, lo que representa un aumento de 17 % con respecto al año anterior.
La información fue publicada por el Departamento de Seguridad Nacional.
ICE se encarga de la mayoría de las deportaciones y en su informe más reciente argumentaron que se encontraron con ciertos tropiezos.
Estos son la acumulación de casos en los tribunales de inmigración y “restricciones judiciales y legislativas” que dificultan la deportación de familias y menores.
Con respecto a las “expulsiones”, 54 % de los estadounidenses opinaron que es una política de migración muy importante.
Las percepciones están bien marcadas según los partidos políticos, entre los adeptos republicanos (83 %) creen aumentar las deportaciones es prioridad. Por otro lado, solo 34 % de los demócratas comparten la misma opinión.
Sumado a esto, la administración Trump continúa aprobando leyes para frenar la inmigración.Una muestra es la regla de “carga pública” la cual establece que si un migrante ha recibido ayuda gubernamental puede no clasificar para obtener la residencia permanente dentro del país.