Pese a los años, la desigualdad de riquezas los Estados Unidos continúa siendo marcada. Incluso, algunos estudios revelan que pudiera ir en aumento, es decir, la brecha es más pronunciada entre los hogares blancos, puestos que estos tienen más dinero que los hogares afroamericanos, latinos y nativos americanos.
Datos aportados por la Oficina del Censo de EE.UU. revelan que la riqueza de las personas de color representa solo el 7 % de la de los blancos.
Asimismo, se cree que los ciudadanos blancos subestiman la desigualdad, porque creen que la riqueza de los afroamericanos alcanza el 80 %, esta encuesta fue publicada en el 2018.
Casi todos los estudios sobre de riqueza se calculan sumando primero los activos totales, en estos se pueden considerar: Jubilación, vivienda, efectivo y entre otros, luego se restan con los pasivos, es decir, deudas de tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles e hipotecas y el resto es el patrimonio neto.
Dicho esto, es importante mostrar otras estadísticas que confirman este hecho. Según el diario New York Times, por cada $ 100 de riqueza de una familia blanca, las familias afrodescendientes tan solo tienen $ 5, 04.
Incluso, el diario destaca que, aunque, los estadounidenses crean que son cada vez más iguales, en cuanto a los ingresos, riquezas, salarios y beneficios médico, los índices dicen lo contrario.
Destacan que esta es una «percepción errónea profunda y un optimismo infundado» en referencia a la igualdad racial.
«Parece que nos hemos convencido a nosotros mismos, y por ‘nosotros’ me refiero a los norteamericanos, que la discriminación racial es cosa del pasado», dijo Jennifer Richeson, una de las creadoras del estudio de la Universidad de Yale.
Por otro lado, el Instituto de Política Económica dio a conocer que más de uno de cada cuatro hogares conformado por personas de color tienen un patrimonio neto en cero, o en saldo negativo. En comparación a menos de uno de cada diez familias blancas sin riqueza.
En el mismo estudio publicado por Instituto de Política Económica, titulado “El camino hacia la riqueza cero: cómo se está vaciando la brecha racial”, la clase media de Estados Unidos, mostró entre que 1983 y 2013, la riqueza de los hogares afroamericanos medios disminuyó 75 %, es decir, de 6,800 a $ 1,700.
La riqueza también disminuyó en los hogares latinos, ya que de $ 4,000 bajó a $ 2,000, una diferencia marcada con las familias blancas, puesto que aumentó 14 % de $ 102,000 a $ 116,800.
¿Qué influye en estas estadísticas? Una de ellas es la posibilidad de empleo y de estudios de la comunidad afroamericana. En el 2018, Pew Research Center, publicó que una creciente población de ciudadanos de color está completando la secundaria y la universidad.
Para el año 2017, 87 % de los afroamericanos mayores de 25 o más aseguraron haber obtenido su diploma de secundaria o equivalente. Una cifra histórica en la historia del país.
Pese a esto, las opciones de empleos para los afrodescendientes no son iguales que para los blancos. Forbes sostiene que para este año 2020, los niveles de riquezas no mejorarán ni para los afroamericanos ni tampoco para los latinos.
Estiman que será 18% para la comunidad afroamericana y 12% para los ciudadanos de origen latino. Si llega a suceder como está proyectado, los hogares blancos tendrán 86 veces más riquezas que los afroamericanos.
Una de las causas de la desigualdad se le pudiera atribuir a la 13a Enmienda en 1865, debido a que esta no le permitía a los afrodescendientes construir riquezas, hasta que se comenzó a aplicar la ley de los Derechos Civiles en 1964.
Pese a esto, otras políticas del gobierno también impidieron que los afroamericanos prosperaran económicamente dentro de Estados Unidos, tales como las conocidas la Ley de Exclusión China e incluso la Ley de Seguridad Social.
Un ejemplo claro, en la época de 1930, como parte del New Deal, la Administración Federal de Vivienda (FHA) creó programas con la finalidad de que los estadounidenses obtuvieran sus viviendas. Pese a esto, el Gobierno calificó con mapas a los barrios buenos y malos.
El color rojo para los vecindarios malos y verde para los buenos, para así conocer quiénes eran las personas que solicitaban los préstamos. El sistema conocido por la «línea roja» le impidió a una porción de los afroamericanos acceder a estos préstamos.
Eso hizo que, las personas de color adquirieran casas a precios exorbitantes, pero que podían perder con facilidad.
En conclusión, estas políticas resultaron que 98 % de los préstamos fueron destinados para los White american.
Según datos del web site Obama White House, en el 2010 la brecha laboral para los afroamericanos se redujo.
Por otra parte, el ingreso medio real de los hogares de color aumentó 4,1 % entre 2014 y 2015. También apunta que disminuyó la pobreza y en general mejoraron los beneficios en salud y educación.
Aun así, los esfuerzos de Obama parece que no fueron suficientes para disminuir la desigualdad de riquezas entre afrodescendientes y blancos. Lo cual es de suma importancia, debido que de este factor depende, en gran medida, el crecimiento económico del país.
Como sugiere la publicación del New York Times, una parte importante de corregir la desigualdad es que hay que difundirlo, para así crear una conciencia colectiva. Asimismo, apoyar políticas que contribuyan a eliminar la discriminación.