En los últimos 15 años el número de estudiantes sin hogar ha aumentado sin precedentes. En un nuevo estudio publicado por el Centro Nacional de Educación para Personas sin Hogar (NCHE según sus siglas en inglés), la semana pasada, revelaron que la cifra actual es de 1.5 millones de personas.
Los datos aportados por la organización corresponden al año escolar 2017-2018, de acuerdo a las declaraciones del director del centro, George Hancock, es una tendencia que se está viendo en todo el país.
De la misma manera, comunicó que corresponde al número más alto desde que comenzaron a recopilar estos datos en el año 2004. El estudio agrupa información desde los pequeños que se encuentran en el kindergarten hasta adolescentes de 18 años.
Una parte de los encuestados manifestaron que tienen que quedarse en casa de familiares o amigos debido a la pérdida de sus viviendas, la mayoría argumentó que por problemas económicos.
Otro grupo de los afectados dijo que viven en refugios, viviendas de transición o están a la espera de que alguna familia los adopte.
Otra cifra que alarma al centro es que aumentó el número de estudiantes que viven en la calle sin protección.
La investigación publicada por el NCHE, con sede en la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro y sus investigaciones que cuentan con el respaldo del Departamento de Educación de los Estados Unidos, despertó la preocupación tanto de activistas como expertos.
Barbara Duffield, directora ejecutiva de SchoolHouse Connection, una organización cuyo foco principal son los jóvenes sin hogares, manifestó en un comunicado que «El número récord de niños y jóvenes que experimentan la falta de vivienda en todo el país es alarmante».
Duffield agregó que para muchos de esos niños y jóvenes, las escuelas públicas son a menudo su mejor o la única fuente de apoyo que tienen. En la misiva SchoolHouse Connection exigió acciones urgentes para abordar «la creciente crisis».
«Lo que es difícil para los estudiantes que se enfrentan a la falta de vivienda es que todo está tan en el aire», mencionó el director del Centro Nacional de Educación para Personas sin Hogar.
Hancock también se refirió a lo problemático que es para los estudiantes tener un máximo desempeño en las aulas y enfrentar al trauma de estar sin hogar.
Pese a las alarmantes cifras, mantuvo un discurso optimista y afirmó que los trabajadores sociales y los enlaces locales están enfocados en identificar a estas personas, así como proporcionarle la atención necesaria.
«Una parte de nuestro trabajo es tratar de proporcionar asistencia técnica para asegurarnos de que más personas sepan cómo abordar el trauma y que los maestros y los directores estén capacitados para responder cuando las familias experimentan ese tipo de trauma», expresó.
La falta de vivienda es un problema creciente en Estados Unidos, de hecho, está relacionado con la crisis nacional de vivienda.
Un porcentaje alto de estadounidenses alegan que gastan más de la mitad de sus ingresos en viviendas, lo cual no les permite adquirir una casa.
Por ejemplo en California, según informa BBC, el aumento de los alquileres y la escasez de viviendas han obligado a las personas a vivir en caravanas o sitios inseguros.
Por otra parte, la crisis de los opioides también guarda relación con este problema. ¿Cómo? Con un número creciente de adictos, es más fácil que las familias se desintegren y los niños sean separados de los padres.
Tampoco se puede dejar de lado la comunidad LGTB, debido a que un importante porcentaje de jóvenes aseguró que por su orientación sexual han sido rechazados por sus familiares y obligados a buscar otro lugar en donde vivir, estos resultados fueron revelados por el Instituto Williams de la Universidad de California.
El mayor número de estudiantes sin viviendas se concentró en estados que han sido azotados por desastres naturales, existen combinaciones más alta de brecha de riquezas, salarios mínimos atrofiados y escasez de viviendas asequibles.
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. mide la falta de vivienda de una manera diferente, incluso no toman en cuenta el número de familias que ingresa en una sola casa. En el 2019 solo contabilizaron 568,000 personas sin hogar.
Sin embargo, los expertos advierten que la falta de vivienda es un problema que se debe afrontar pronto. Dicen que algunas las soluciones deben ir enfocadas a mejorar la red de seguridad para los pobres y tratar de disminuir el costo de los alquileres.
En el discurso del Estado de la Unión de Donald Trump, pronunciado el 5 de febrero, este enfatizó sus logros en materia económica. Describió que obtuvo «increíbles resultados» gracias a los ingresos en alza y la disminución de las tasas de pobreza.
No obstante, los críticos no opinan lo mismo y apuntan que el gobierno debe hacer más por las personas y estudiantes que no tienen vivienda.
«Abordar las necesidades inmediatas de las familias es importante: proporcionar vivienda y el alquiler del próximo mes. Pero más allá de eso, las personas necesitan apoyo después de que su crisis haya terminado», dijo a la BBC Amanda Clifford, del National Youth Forum on Homelessness (NYFH).
El NYFH un evento cuyo principal propósito es proporcionar herramientas para que las personas sin hogar enfrenten esta problemática.