A los geeks les encanta el rock progresivo. Basta con revisar los soundtracks de los videojuegos, en especial los de los noventa y comienzos del 2000. Las consolas como Playstation, Nintendo 64, Sega y Xbox fueron las más populares.
Videojuegos contemporáneos como God Of War (Ps4), Call of Duty: Modern Warfare y Ni no Kuni II, se caracterizan por contar con bandas sonoras orquestales. Otros como Assassin’s Creed: Odyssey presentan canciones de corte folclórico.
No obstante, la esencia progresiva está presente como si se tratara de un ADN musical donde el rock está inmerso. El elemento en común son las progresiones cambiantes para acompañar lo que el espectador percibe visualmente.
Este sonido nació a finales de los años 60 en Inglaterra. Para esa época, las bandas tradicionales tocaban rock psicodélico, pero un grupo de desadaptados quiso cambiar las cosas y lo logró. La psicodelia de Pink Floyd y la fuerza de The Who dieron los primeros pasos. La épica medieval como concepto lírico fue utilizada por agrupaciones como The Moody Blues y Procol Harum. Posteriormente, Génesis y Jethro Tull fueron dándole forma y presencia.
A partir de los 70 surgen más sujetos como ellos que comenzaron a añadir otros componentes musicales interesantes. Por ejemplo, el guitarrista de Genesis, Steve Hackett comenzó a tocar con doce cuerdas, esto con la finalidad de incluir un enfoque más clásico, al igual que en el órgano.
Precisamente la influencia clásica es la culpable, músicos del siglo XVIII y XIX como Bach y Chopin inspiraron a una variedad de tecladistas de rock progresivo como Keith Emerson y Tony Banks. A nivel rítmico, destacan los signos de medida no convencionales, que son el pulso de una canción; en el melódico, el uso de técnicas de la música clásica y progresiones (una serie de acordes).
Esto llevado al rock, como se concebía a finales de los 60 dio como resultado el subgénero. A finales de los setenta perdió la atención del mundo gracias al Punk y al Heavy Metal.
El Atari, revolucionó el entretenimiento en la década del 70. Su fondo musical no fue estrictamente “progresivo”, pero el teclado (sintetizador) contaba con un alto nivel de ejecución típica de este tipo de rock.
A principio de los 80 el uso de los sintetizadores se masificó. Es la misma ejecución musical del piano clásico pero varía el efecto. El sampler (aparato que permite grabar con antelación cualquier sonido y reproducirlo a través de un amplificador) tomó protagonismo en el mismo momento histórico de la aparición del NES (Nintendo Entertainment System), consola que dieron vida al chiptune, música escrita en formatos para computadora.
El juego insigne Super Mario cuenta con un soundtrack progresivo; después de todo, los hongos no fueron los que activaban al personaje sino la acelerada y ecléctica música. Gracias al sintetizador, el rock progresivo volvió al ruedo.
A finales de esa década, la consola NES lanzó el juego Final Fantasy (FF), creado por Hironobu Sakaguchi, donde se ve por primera vez una historia con arcos argumentales complejos, incluyendo elementos medievales, míticos y épicos.
Luego de las tres entregas de Final Fantasy, además del lanzamiento de otras consolas como Gamecube y Nintendo 64, surgió el apogeo de una nueva saga (IV, V, VI) abarcando los primeros años de la década de los noventa. A partir del 97 surgió la Playstation, que incluyó la animación 3D como uno de los atractivos más importantes.
Justamente en ese año se lanza Final Fantasy VII. La nitidez visual permitió mejorar las grabaciones donde se aprecia por primera vez el ensamble musical, realizado a mayor escala. En las próximas se habla formalmente de rock progresivo. A finales de esa década, los Role Playing Games (RPG) se adueñaron prácticamente del subgénero. Otras historias como Chrono Cross, Legend of Dragoon, y el mismo Final Fantasy VIII, se recuerdan por su música.
En los 2000 nace la Play Station 2 y Xbox; la popularidad no era ni baja ni alta, pero se notaba la influencia. La misma saga de Final Fantasy siguió lanzándose en todas las Playstation.
Xbox se dedicaba a reciclar sus juegos más populares, especialmente los deportivos y canciones populares del rock pop. A partir del 2004, la modalidad online comenzó a tomar forma con la aparición de World of Warcraft, ya la influencia en la música y la presencia de los progresivo era mínima en ese entonces, pero se seguía empleando la música clásica, aparte que la historia sí era caracterizada por presentar elementos medievales.
De igual manera, Final Fantasy siguió con su misma fórmula, tanto en lo argumental como en lo musical. La Playstation renació con el lanzamiento de su consola número 3, que rivalizaba con el Xbox 360, a finales de la primera década del 2000. Vuelve una vez más el rock progresivo como fondo musical, acompañado de historias y argumentos menos medievales, más futuristas y steampunk.
Todavía se puede decir que aún queda más de este subgénero en los videojuegos. A pesar de que tradicionalmente el rock progresivo cuenta con letras en algunas partes de las canciones, las obras musicales instrumentales no generan distracción en los jugadores.
A comparación con décadas pasadas, no se percibe de manera directa el rock progresivo. El ensamble tradicional, compuesto por guitarra, teclado, bajo y batería, no se hallan. Pues la música contemporánea ha evolucionado gracias a la tecnología.
Sin embargo, la esencia sí se encuentra. Pues los largos solos instrumentales, característicos de este subgénero, se hallan porque se adaptan al contexto. Los repentinos cambios de ritmos también.