La carrera por la presidencia de Estados Unidos terminó para Kamala Harris. La demócrata anunció el 3 de diciembre su renuncia. En un comunicado la congresista del estado de California informó que dimita por la falta de financiamiento para su campaña.
Para muchos significó una salida abrupta, puesto que la aspirante formó parte de icónicos momentos en los debates demócratas, pero su entusiasmo e ideales no fueron suficientes y no ascendió en las encuestas en las últimas semanas.
“Mi campaña para la presidencia sencillamente no tiene los recursos que necesita para continuar. No soy multimillonaria, yo no puedo financiar mi propia campaña”, expresó Kamala Harris.
Según los datos publicados por Real Clear Politics, Kamala Harris ocupaba el sexto lugar en los sondeos con un 3.4 de popularidad. Curiosamente, Mike Bloomberg, el nuevo candidato demócrata, está en el puesto número cinco a tan solo días de anunciar su postulación.
Antes de este inesperado anuncio de la congresista, algunos medios de comunicación estadounidenses comenzaron a divulgar que Kamala Harris presentaba algunos problemas en su campaña.
The New York Times habló con un poco más de 50 miembros de la campaña, aliados actuales y anteriores, estos revelaron que Harris no logró administrar al equipo de manera efectiva y de no haber tomado decisiones tan precisas en los últimos meses de trabajo.
Este malestar fue expresado públicamente en una carta de renuncia escrita por Kelly Mehlenbacher, quien se desempeñó como directora de operaciones de la campaña.
Dijo que nunca había visto como una organización tratara tan mal a su equipo debido a los despidos que según ella consideró “injustificados”. En el documento también comunicó que no tenían un plan concreto para ganar.
En el artículo publicado por NYT, las fuentes indican como responsables a dos personas: Maya Harris, presidenta y hermana de la senadora y Juan Rodríguez el manager de la organización.
En este sentido, también responsabilizan a la propia Harris, puesto que nunca tomó una postura concreta con respecto a temas puntuales como la reforma sanitaria.
Harris no es la única que le ha dicho “adiós” a la presidencia de Estados Unidos. En la misma semana renunció el gobernador del estado de Montana, Steve Bullock.
La despedida de Bullock no causó tanto revuelo, ya que su candidatura pasó casi desapercibida y no se hizo notar mucho dentro de los debates.
En un comunicado dijo: “Entré en esta carrera como una voz para recuperar los lugares que perdimos, salvar las divisiones y librar a nuestro sistema de la influencia corruptora del dinero negro. Aunque las preocupaciones que me impulsaron a entrar en primer lugar no han cambiado, dejo esta carrera lleno de gratitud y optimismo, inspirado y energizado por la buena gente con la que he tenido el privilegio de reunirme en el transcurso de la campaña”.
Conocido como la “estrella del rock” dentro de la política estadounidense, Roberto “Beto” O’Rourke abandonó la carrera en noviembre.
En ese momento, afirmó que su campaña no contaba con los medios para seguir adelante. En sus discursos se mostró en contra del control de armas. Según lo reseñado por Real Crear Politics tenía 2 % de intención del voto.
Gillibrand dio por culminada su candidatura por parte del Partido Demócrata después de no haber clasificado en el tercer debate.
“Soy consciente que este no es el resultado que esperábamos. Queríamos ganar esta carrera”, anunció después de retirarse.
El exmarine, Seth Moulton, se retiró de la campaña en el mes de agosto. En ese momento, aseguró que era claro que el liderazgo de la candidatura recae en Joe Biden, Benny Sanders y Elizabeth Warren.
Moulton es congresista por el estado de Massachusetts e indicó que se volverá a postular en los próximos comicios.
Otros políticos demócratas que dejaron de “luchar” por un espacio para llegar a la White House son: Jay Inslee, gobernador del estado de Washington, Mike Gravel, exsenador de Alaska, Eric Swalwell, congresista de California, Wayne Messan, alcalde de California, John Hickenlooper, exgobernador de Colorado, Bill de Blasio, alcalde de New York y el senador Tim Ryan.
Mientras que unos han dejado su espacio en blanco en la carrera por la presidencia de Estados Unidos por el partido democrático, otros recién empiezan.
Es conocido por ser uno de los multimillonarios más emblemáticos del país. Su impulso es “reconstruir” la nación como presidente.
De acuerdo a lo citado por la BBC, la fortuna de Bloomberg supera a la de Donald Trump. Es el noveno hombre más rico del mundo, según la revista Forbes.
El exalcalde de New York insinúo que uno de sus deseos es vencer a Trump, así lo dejó claro vía Twitter:
“Me postulo para presidente para derrotar a Donald Trump y reconstruir EE.UU. Creo que mi conjunto único de experiencias en negocios, gobierno y filantropía me permitirá ganar y liderar”.
Asimismo, todo indica que el actual Presidente no se ha tomado muy bien esta postulación y este lunes, 2 de diciembre, decidió vetar a los reporteros de la agencia Bloomberg en los actos relacionados a la campaña para su reelección.
¿Por qué se postuló tan tarde? Confesó que los candidatos que están liderando las encuestas: Biden, Sanders y Warren no plantean un claro desafío a Donald Trump.
“No podemos permitirnos cuatro años más de las acciones imprudentes y poco éticas del presidente Trump. Representa una amenaza existencial para nuestro país y nuestros valores. Si gana otro mandato, es posible que nunca nos recuperemos del daño”, señaló en un comunicado el multimillonario.
En la lista Real Clear Politics, Bloomberg está en el quinto puesto de las encuestas, tiene un índice de popularidad de 4.0.
Tom Steyer también decidió decir “presente” en esta contienda desde el mes de julio. Es uno de los contribuyentes privados más importantes del partido democrático.
Datos aportados por BBC señalan que en el 2018 gastó US$100 millones para apoyar a los candidatos de su partido en la Cámara de Representantes.
Al momento de anunciar su candidatura, después de haber dicho que no se postularía, exclamó que “Si crees que hay algo absolutamente fundamental, lucha lo más fuerte que puedas y que sea lo que tenga que ser. Eso es exactamente lo que estoy haciendo”, en un vídeo colgado en su Twitter.
Steyers es un fiel activista de la lucha en contra el cambio climático y es un defensor de la investigación están realizando las autoridades para que se concrete el impeachment.