Los abusos sexuales a niños y adolescentes migrantes recluidos en centros de detenciones se han convertido en un problema en Estados Unidos. Según un artículo publicado por New York Times establecen que en los últimos cuatro años el Estado ha recibido 4500 quejas relacionadas a este tema.
El Departamento de Justicia en este 2019 también detalló que hubo un aumento en las denuncias por la política de separación de familia implementada por Donald Trump.
By the way, las denuncias vienen de los testimonios de la gran cantidad de niños que ingresaron a U.S. sin ningún padre o acompañante adulto o que fueron separados de sus familiares.
De acuerdo a lo dicho por los niños algunos trabajadores de los centros abusaron y acosaron sexualmente de ellos.
Tal como describe NYT, algunos infantes declararon que los miraban mientras bañaban, los besaban y asimismo se determinaron algunos casos de violación.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) según sus siglas en inglés, es la parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos que se encarga de cuidar a los menores no acompañados, reveló que:
Desde octubre de 2014 a julio de 2018 recibió exactamente 4556 denuncias.
El reporte explica que 1302 casos son considerados como “serios” y un total de 178 acusaciones estaban dirigidas al personal adulto de los centros.
Especificaron que hubo abuso sexual hacia los niños migrantes y el resto eran acusaciones de abuso de los menores a otros niños.
Jonathan Hayes, director de la ORR, en un comunicado comunicó que:
“La seguridad de los menores es nuestra principal preocupación en la gestión del programa UAC”.
Más adelante agregó que “Ninguna de las acusaciones involucran al personal federal de ORR. Todas las acusaciones fueron investigadas y se tomaron acciones correctivas cuando fue apropiado”.
En cuanto a los resultados de las quejas se desconoce cuál fue el resultado.
However llegaron a la conclusión que muchas de las quejas tenían las pruebas suficientes como para que las denuncias fueran procesadas.
El representante de Florida Ted Deutch reveló los documentos en una audiencia sobre la política de la separación familiar en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes el 26 de febrero de 2019.
Es de recordar que, la medida impuesta por el gobierno de Trump conocida como “tolerancia cero” acusa penalmente a toda aquella persona que cruzaba de forma ilegal la frontera.
Esto sin importar que fueran familias con pequeños que solo buscaban asilo por motivos humanitarios.
Por último, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados reveló que durante los cuatros años analizados, la cifra de denuncias aumentaron en el momento que se comenzó a implementar la política de separación de familias.
In fact, entre marzo y julio del año pasado la agencia registró 859 quejas.
Este hecho representa la mayor cantidad de reportes que han recibido en un lapso de cinco meses en temporadas anteriores.
En un reportaje publicado por la NCB el 24 de junio reportaron algunas denuncias por parte de niños migrantes detenidos en una estación de Yuma en el estado de Arizona.
Los adolescentes denunciaron hacinamiento y condiciones insalubres dentro del centro de detención además el informe recoge el testimonio de una niña (15 años) que afirmó que un oficial les tocó los senos mientras que sus compañeros la veían.
La joven describió al hombre como “grande y barbudo” y confesó que este metió la mano dentro de su sostén y le dijo que eran “chequeos de rutina”.
Otro niño de nacionalidad hondureña especificó que uno de los funcionarios lo ofendió pronunciando la palabra “puto” mientras le gritaba y le daba órdenes.
Estos señalamientos, según comunica el artículo, ocurrieron dentro de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Fueron en total 30 casos los reportados por los administradores de casos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Esta dependencia se encarga de atender a los pequeños después de que dejan la custodia de la CBP.
Los niños migrantes también expresaron que le negaron llamar a algún familiar, dijeron que dormían en el piso y no le ofrecían suficientes alimentos.
Laura Belous, abogada del Proyecto de Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Florence, una organización cuyo principal objetivo es proporcionar servicios legales a niños migrantes en Arizona comentó que algunos afirmaron que “le arrojaban comida como si fueran animales salvajes”.
Por otro lado, un adolescente guatemalteco de 16 años declaró que él se quejó en su celda por el sabor del agua y la comida.
So los funcionarios lo sacaron y lo obligaron a dormir en el suelo.
Semanas antes de que se publicara el reportaje de la NBC, un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional aseguró que en sectores de El Paso y Río Grande Valley en Texas los niños migrantes vivían en condiciones “horrendas” y que otros migrantes fueron detenidos en estaciones con sobrepoblación.
Univisión se encargó de recopilar cartas y testimonios vividos por adolescentes en algunos centros de detenciones en el estado de Texas.
En uno de los escritos, un pequeño expresó que no quería ser deportado y que un guardia “los ponía de rodillas si nos reíamos o de cabeza contra el muro si nos veíamos”.
Donald Trump anunció en junio de 2018 el fin de su política de separación de familias. Ahora establecen que el objetivo principal de “la política de esta administración es mantener la unidad familiar”.
En el documento establecen que se pueden separar los núcleos familiares si no se cuenta con espacio suficiente dentro de los centros de detenciones de las patrullas fronterizas.
Pese al anuncio de la eliminación de esta ley, New York Times informó que nueve meses después no “había funcionado”.
Y para marzo de 2019 más de 200 niños habían sido separados de sus padres.