Hace un tiempo que no se escuchaban los términos Blackface o Brownface y tampoco formaban parte de los titulares de la prensa estadounidense. Pero la fotografía del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, con el rostro pintado de negro reavivó este tema y generó controversia.
En el año 2001 Trudeau asistió a una fiesta de disfraces y para representar “mejor” el papel de Aladdin decidió aparecer con la cara de color negro.
Las fotografías pasaron varios años en el anonimato, hasta que la revista Time las publicó en septiembre de este 2019. La vida política del primer ministro de Canadá parecía normal, hasta que las imágenes desviaron toda la atención y fue acusado de promover el racismo.
¿Por qué se considera racista esta práctica en Estados Unidos? Y ¿En qué lugares de América Latina es “normal”? En Hypertexto te explicaremos estas dos interrogantes.
¿Racismo?
Después de que aparecieron las fotografías, Trudeau reaccionó y dijo que “ Oscurecer tu rostro sin importar el contexto o las circunstancias es siempre inaceptable por el historial del racismo vinculado a esta práctica”.
Más adelante añadió “Debería haberlo entendido entonces y nunca debería haberlo hecho”.
Para muchos activistas, historiadores y profesores pintarse el rostro de negro o la práctica del «blackface» no está bien en ningún sentido. Suele ser sinónimo de insultos racistas.
Aunque todavía no se conoce con exactitud la fecha en la que remonta esta práctica, la BBC indica que se cree que ocurrió a partir de 1830.
Se trataba de espectáculo en donde los actores blancos oscurecían su rostro, con la finalidad de representar de forma negativa o “graciosa” a los afroamericanos.
Las burlas iban desde la forma de peinarse, expresarse, reírse y acciones cotidianas. En aquel momento, las personas de color no podían acceder a este tipo de espectáculo, tenían prohibida la entrada.
Estos espectáculos se volvieron tan popular que los actores negros también debían colocarse la máscara. Esa era la única forma que fueran aceptados por el público blanco, puesto que les divertía verlos haciendo el “ridículo”.
De acuerdo a datos aportados por Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana Smithsonian (NMAAHC) en los primeros juglares o espectáculos callejeros, la figura de los negros era representada por personas que actuaban como perezosos, hipersexuales, cobardes y groseros.
In the television
En el teatro estos espectáculos se convirtieron en un éxito. In fact, uno de los actores más populares en esa época fue Thomas Dartmouth Rice.
Su vestuario consistía en una máscara quemada y una ropa desaliñada, además de un acento vernáculo negro estereotipado. Ejecutaba rutina de baile con piezas caricaturizadas. La Biblioteca de la Universidad del Sur de Florida afirmó que él dijo que aprendió de un esclavo.
Estos espectáculos iniciaron en New York y con el tiempo su popularidad aumentó, lo que hizo que se entendiera por otras ciudades de Estados Unidos.
Una de las películas más populares de este subgénero que surgió en US fue The Jazz Singer” (1927). El actor Al Jolson se encargó de tener el imprescindible “blackface” y también otras actrices como Shirley Temple, Judy Garland y Mickey Rooney tuvieron que usarlo.
La BBC también tuvo un TV Show con la temática de la cara pintada. El programa se llamó “The Black and White Minstrel Show” y se emitió durante 20 años en la misma cadena. Contó con gran popularidad y en sus mejores momentos alcanzó los 16 millones de televidente.
“Al distorsionar las características y la cultura de los afroamericanos, incluidos su apariencia, lenguaje, danza, comportamiento y carácter, los estadounidenses blancos pudieron codificar la blancura a través de las líneas geopolíticas y de clase como su antítesis”, expresó una representante del NMAAHC a CNN.
Con el nacimiento de los movimientos para erradicar la discriminación racial y empezaron a luchar en pro a los Derechos Humanos de los afroamericanos, el “blackface” fue desapareciendo hasta quedar en el olvido.
Aunque en Estados Unidos esta acción sea símbolo de algo negativo y de malos recuerdos de una época difícil. En América Latina y algunas zonas de España la situación es distinta.
Debido a que la práctica del “Blackface” es sinónimo de cultura y tradición. Es como una manera de exaltar a ese gentilicio que luchó durante tanto tiempo por la igualdad.
La celebración de los Reyes Magos en España es una de las más importantes de año nuevo. Durante ese día hacen desfiles con grandes carrozas y las personas se disfrazan de los tres reyes, Baltazar, Gaspar y Melchor.
Por lo general, los individuos que usan el traje de “Baltazar” suelen ir con blackface, debido a que la leyenda cuenta que este hombre era de color y los feligreses consideran que deben ser los más auténticos posible.
En otro lado del país, en Alicante esta tradición va mucho más allá. En la cabalgata de Reyes, el 5 de enero, desfilan els negrets (los negritos) y el espectáculo es tan impresionante que en el 2011 declararon esa festividad Bien de Interés Cultural (BIC).
Los carnavales de Barranquilla son uno de los más populares de América Latina y uno de sus mayores atractivos es la danza, la cual es conocida como “son de negro”.
Cuenta la historia que esta tradición data desde el dominio español y los bailarines recogen la idiosincrasia de la agricultura, elementos artísticos, también son capaces de relatar versos. “Recogen la expresión creativa, lúdica, estética”, expresó el investigador Manuel ‘Toño’ Pérez al blog “entrecomillas”.
En Venezuela hay dos localidades, Guatire y Guarenas en el estado Miranda, que celebran la festividad de San Pedro, todos los 29 de junio.
Es un parrandón compuesto por tambor, cuatro y maracas. Narra la historia de una afrodescendiente que vivía con su hijta, la cual estaba muy enferma y la madre le pidió a San Pedro que la sanara y desde ese momento la niña mejoró.
Durante la festividad las personas se suelen pintar la cara de negro, esto con la finalidad de resaltar el legado de la descendencia negra, de las personas trabajadoras y honradas.
En Venezuela uno de los carnavales más importantes son los carnavales de El Callao, ubicados en el estado Bolívar. Es una tradición ancestral que consta de colores, bailes y también personajes como los mediospintos.
El origen de este personaje se remonta en las festividades del Bacanal en las Antillas Mayores y “Negre Marrón”. Su objetivo es llenar de magia esta festividad y resaltar el origen de los afrodescendientes, su alegría y constancia en los momentos duros.
A los asistentes al carnaval suelen pintarlos y su nombre proviene de ahí, porque le exigían a los asistente “un medio” a cambio de no llenarlos de pintura negra.
Ambas sustancias fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.