El amor por una mascota puede llevar a las personas a realizar actos inimaginables y el gato Garlic es un ejemplo de ello. El animal es el primer felino clonado en China. La clonación de animales se está convirtiendo en un negocio lucrativo en esta parte del planeta, sin embargo, algunos activistas sugieren que es una forma de maltrato animal.
La empresa responsable del proceso es Sinogene. Desde el año 2017 comenzó a trabajar en este tipo de experimentos y hasta la fecha han clonado 40 perros y está abierta la posibilidad de que pudieran empezar a clonar pandas.
Incluso el científico Chen Dayuan, un experto de la Academia China de Ciencias, dijo en agosto de 2019, a medios de comunicación que la compañía tiene intención de trabajar en la clonación de pandas y utilizarían una gata como madre portadora.
Los chinos sienten gran amor por los animales de compañía y es una sensación que pueden vivir en la época post-Mao, puesto que antes estaba prohibido.
“Con Mao, las simpatías hacia perros o gatos eran políticamente cuestionables y peligrosas. El amor hacia los animales era considerado como un humanitarismo falso de los enemigos de clase”, explicó el profesor Peter J. Li en una entrevista a El Mundo, el 22 de junio de 2015.
Mao Zedong es conocido porque ser el líder del Partido Comunista y también el precursor de lo que hoy es la República de China.
Huang Yu, un joven empresario de 22 años, era el dueño de Garlic. Cuando su preciada mascota murió se sintió en un agujero sin salida y después se le ocurrió la idea de llevar 35.000 dólares a Sinogene y después de siete meses tenía a su gato en mano, así lo narra The New York Times el 9 de septiembre de 2019.
No es un proceso económico. Clonar a un animal puede costar desde 30.000 dólares en adelante.
De hecho, es un negocio que está viendo sus frutos porque de acuerdo a un documento del organismo profesional Pet Fair Asia y la web Goumin.com, este tipo de actividades representó para China, en el 2018, un valor de 171.000 millones yuanes, lo que sería 23.700 millones de dólares.
Huang Yu al ver a su gato aseguró que era “casi idéntico” y expresó a New York Times que ese fue el único camino para poder volver a su gato, debido a que este no dejó ninguna descendencia.
Yu dijo que cuando lo vio pensó que sería “igual”, sin embargo, está aceptando que la tecnología también tiene sus limitaciones y lo más importante para él fue recuperar a su “mejor amigo”.
En otros países en donde la clonación es legal como en Estados Unidos este negocio no ha recalado. No obstante, China es un caso especial. Según datos revelados por el medio de comunicación se espera que este 2019 el mercado nacional de clonación de mascotas alcance 28.200 millones de dólares.
El dueño de Sinogene explicó que antes de iniciar con la clonación de animales, ellos realizaron una especie de “estudio de mercado” para determinar si sería viable y la respuesta fue positiva.
Hasta el momento la clonación de animales es legal en Reino Unido, Corea del Sur, China y Estados Unidos, mientras que en países de Europa está prohibido.
En agosto del 2015, la Eurocámara aprobó la prohibición de la clonación de animales, así como también la de clones de embriones, descendientes de clones y los alimentos producidos por descendientes de clones.
En ese entonces, la conservadora alemana, Renate Sommer, sentenció que “La clonación, es tortura animal” y la principal razón es que durante dicho proceso los animales sufren malformaciones y la tasa de mortalidad es muchísimo más alta.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también argumentó que la “clonación pone en peligro el bienestar de los animales, dada la escasa eficacia de la técnica”.
Esta moción obtuvo 529 votos a favor, mientras que tan solo 120 en contra y 29 se abstuvieron.
NYT señaló que existen muchos críticos en contra de esta práctica, en primera instancia por considerarla ineficiente y porque se cree que esos recursos se pudieran invertir en animales que existen y necesitan cuidados. Además, poco se conoce qué sucederá con los animales clonados y cuál es su ciclo de vida.
Jessica Pierce, una bioeticista de la Universidad de Colorado en Denver, enfatizó a este diario que tomar gatas como madres subrogadas para gestar es un proceso parecido o “similar al daño que le harías a una mujer cuyo único propósito fuera ser una máquina de reproducción para el hombre”.
Pierce también agregó que “Es utilizada como un objeto, como un medio para el fin de alguien más”.
Huang Yu antes de llevar a Garlic a la empresa, lo desenterró y luego lo guardó en su refrigerador. Para clonar al felino, los científicos colocaron células del gato original en los óvulos recolectados de otras gatas.
Luego de este proceso viene uno de los más complicados, un choque eléctrico químico y después se lograron implantar un total de cuarenta embriones clonados en cuatro gatas, así es como las felinas hacen el papel de madres subrogadas.
Chen Benchi, director del equipo médico de Sinogene, explicó que este proceso solo se lograron tres embarazos, de estos uno logró salir adelante. Asimismo, afirmó que el daño en las gatas es “mínimo”.
Después de que se realizó tal experimento, NTY narra que una visita al laboratorio mostró escenas de una situación similar a The Handmaid’s Tale. El clon de Garlic estaba acostado al lado de su madre subrogada, quien es de una raza distinta a la de él. El pequeño que nació el 21 de julio, debe quedarse un tiempo por observación.
En el año 1996 ocurrió la primera clonación de un mamífero, se trató de la oveja Dolly, ella fue concebida en Reino Unido a partir de células madres. El caso se convirtió en un emblema en el mundo de la genética y desde ese momento los experimentos no han parado.